Trabajar con tu pareja puede sonar muy bien, especialmente si la relación se encuentra en una etapa inicial. Los primeros meses queremos pasar todo el tiempo posible con nuestra otra mitad, compartirlo todo, saberlo todo… Por ello, muchas personas comienzan un proyecto juntos o cambian de trabajo (si se dedican a lo mismo o similares) para poder llevar a cabo este pequeño sueño.
Otras, lo llevan impuesto de serie, como aquellas que se conocen en el puesto de trabajo y que inician una relación, a pesar de las advertencias de amigos y familiares de que no es buena idea estar con un compañero.
¿De verdad es tan malo trabajar con tu pareja? ¿O son todo ventajas? Vamos a ver a continuación las ventajas y desventajas de esta situación, así como unos pequeños consejos para que puedas evitar situaciones incómodas.
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Contenido
Ventajas e inconvenientes de trabajar con tu pareja
Ventajas:
Pasáis más tiempo juntos:
Y esto se traduce en un fortalecimiento de los lazos de la relación. No nos engañemos, el trabajo supone un porcentaje muy elevado de nuestra vida e incluso, si te fijas, muchos de nosotros pasamos más tiempo hablando de él que de cualquier otro tema. Compartirlo con nuestra pareja es una gran ventaja. Además, os veréis más, lo que hará también que estrechéis lazos.
Compartís horarios y por tanto tenéis el mismo tiempo de ocio:
Compartir trabajo con tu pareja tiene una gran ventaja: mismo horario, mismos desplazamientos. Podéis ir y venir juntos, preparar el mismo tupper de comida o similares, pero además también tenéis libres las mismas horas del día por lo que el tiempo de ocio será común también (si lo queréis).
Te sentirás más protegido en el trabajo:
Por otro lado, tener a tu pareja en el trabajo te hará sentirte más protegido. Tienes ahí un apoyo incondicional que sabes que siempre va a apostar por ti y que te va a animar cuando tengas un mal día, va a entender perfectamente la situación y te va a ayudar a resolverla.
Desventajas:
Pasar demasiado tiempo juntos:
Sí, es una ventaja pero también es una desventaja. Al pasar demasiado tiempo juntos, especialmente si estáis en una fase inicial, puede transformarse en un problema porque las mariposas tenderán a volar antes. No hablamos de los primeros días, ni de las primeras semanas, en las que incluso irás con ganas al trabajo, pero con el paso de los meses (especialmente en aquellas relaciones poco asentadas) pasar demasiado tiempo en el trabajo puede convertirse en un problema que termine quemando a la pareja.
Además, hay otro problema añadido: puede empeorar las relaciones interpersonales con otros compañeros. Si nos cerramos solamente a estar en los ratos libres del trabajo con nuestra pareja o incluso si uno de los dos es muy celoso y espía constantemente los movimientos del otro, pueden surgir rencillas. ¡Cuidado con esto!
Llevar los problemas del trabajo a casa:
Si ya normalmente es difícil no llevarse los problemas del trabajo a casa, cuando trabajamos con nuestra pareja esto se vuelve misión imposible, especialmente si el problema lo hemos tenido con él. También sucede al revés: si tenemos problemas en casa y no sabemos diferenciar ambos mundos, pasaremos todo el día con la cara larga en el trabajo y al final nunca llegaremos a desconectar de dicho problema, además de afectar tanto a la vida laboral como a la vida personal.
No establecer jerarquías:
¿Qué pasa si uno de los dos es el jefe del otro? Debemos tener mucho cuidado con esto, por dos motivos. El jefe, no debe usar su posición de poder para tomarse revanchas personales y el subordinado no debe saltarse las peticiones del jefe por ser su pareja. Es muy complicado esto, ya que ante todo le veremos como nuestr@ novi@ o marid@, pero saber establecer jerarquías es fundamental si queremos que salga bien.
Tampoco debemos enfadarnos si ascienden a uno de los dos. Recuerda: una pareja es un punto de apoyo, no una competencia.
Consejos para que todo vaya bien
Dicho todo esto, ¿qué podemos hacer para que vaya bien trabajar con tu pareja?
Lo primero de todo es el respeto, como hemos dicho, es fundamental que si uno de los dos es el jefe del otro, por ambas partes se trate bien la situación. No te lleves los problemas de casa al trabajo y del trabajo a casa, intenta desconectar aunque sea difícil.
Algo que te puede servir en este aspecto es buscar otros hobbies fuera del trabajo, a ser posible sin tu pareja, de este modo evitaréis estar las 24 horas juntos y, al final del día, no tendréis nada que contaros porque lo habéis hecho todo juntos. Una pareja es una carrera de fondo, no la quemes demasiado pronto por muchas ganas que tengas de compartir todo tu mundo con esa persona.
Evita también meterte en las relaciones que haga tu pareja en el trabajo. No le espíes, no seas celos@ y sobre todo, que a ti te caiga mal alguien no significa que tu pareja no se puede llevar bien con él o con ella. Respeta su espacio.
Comparte tus preocupaciones y no le veas como a un enemigo, aunque trabajéis en departamentos diferentes o estéis luchando por el mismo ascenso. Al final os beneficiaréis los dos.
¿Y qué pasa si la relación se acaba?
Sí, puede ocurrir, tanto si os habéis conocido allí como si llevabais juntos décadas. En ese momento, te acordarás de todas esas personas que te aconsejaron que no era una buena idea trabajar con tu pareja. Y es que, dicen los psicólogos, para superar una ruptura hay que poner distancia, pero si trabajáis juntos esto es imposible a no ser que uno de los dos renuncie a su trabajo… y no es la mejor de las ideas.
Lo primero de todo, mantener la calma, especialmente si te han dejado a ti. No va a ser agradable tener que verle todos los días y poner buena cara mientras le ves que sigue con su vida como si nada, cuando en el fondo tú te estás muriendo. Pero debes resistir el temporal. Recuerda que todo pasa, más tarde o más temprano, pero todo pasa.
Mantente neutral. No demuestres lo mal que estás, pero tampoco intentes liarte con el nuevo de la oficina para tratar de demostrar que estás bien. Concéntrate al máximo posible en el trabajo y si puedes evita proyectos en común, incluso intenta cambiar de departamento o coger vacaciones para soportar especialmente las primeras semanas tras la ruptura.
Trata de terminar de la forma más civilizada posible. Ha sido tu pareja y a partir de ahora será tu compañero y, si ambos queréis, también tu amigo. Con el tiempo, aunque cueste, esto es lo más sano que puedes hacer y verás como te alegras de haber sabido superar la ruptura sin perder a un amigo.
Trabajar con tu pareja no es fácil, te lo avisamos. Aunque al principio todo sea color de rosa, con el tiempo van surgiendo problemas que pueden minar la relación. Por ello, intenta mantener tu identidad propia siempre para evitar conflictos y para no convertiros en la sombra del otro. Y esto aplica a ambas partes.
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