El cuidado de los pies, es frecuentemente visto como una maniobra puramente estética y particularmente propia de las féminas. Sin embargo, el cuidado de los pies debe integrarse dentro de las medidas preventivas que debemos tomar para conservar nuestra salud.
La posición bípeda, es decir, el pararnos sobre nuestros dos pies proporciona a los seres humanos muchas ventajas, sobre todo permite la utilización de las manos en las diversas actividades que realizamos. Se cree que esto jugó un papel importante en el desarrollo del cerebro del hombre.
Sin embargo, también la posición bípeda trae aparejado el inconveniente de que nuestros pies deben soportar todo el peso del cuerpo y están más expuestos a traumatismos. Esto puede causar una sobrecarga de los pies tanto desde el punto de vista de sus huesos, músculos y articulaciones, como de la piel y los vasos que nutren a sus tejidos y se encargan de arrastrar los desechos.
Por lo tanto, a pesar de su fuerte apariencia, nuestros pies realmente constituyen puntos vulnerables, a los que debemos prestar sumo cuidado y atención.
Si quieres conocer más acerca del cuidado de los pies y su importancia, en este artículo te brindamos información al respecto que de seguro te será muy útil.
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Contenido
¿Cuáles son los elementos que debemos considerar para un correcto cuidado de los pies?
Los pies se sitúan en las porciones terminales de las extremidades inferiores, unidos por la articulación tibiotarsiana o tibioperoneotarsiana que comúnmente llamamos tobillo.
Las partes del pie, de atrás hacia adelante son:
- el tarso
- el metatarso
- los dedos
Un elemento a destacar que pertenece al tarso es el talón, cuyo esqueleto está constituido por el hueso calcáneo.
Todas estas partes están constituidas y se articulan entre sí por pequeñas articulaciones con sus ligamentos, lo cual le da gran flexibilidad y capacidad de amortiguación a los pies.
La porción del pie sobre la cual descansa el peso de nuestro cuerpo cuando estamos parados, se denomina planta del pie y va desde el talón hasta los dedos. Presenta una curvatura en la porción central, denominada arco plantar.
Otra estructura muy importante es un tendón que se ubica en la parte posterior de los pies y que se denomina tendón de Aquiles, que resulta de la unión de los tendones de músculos de la pierna, que se insertan así en la cara posterior del calcáneo.
¿Qué tipo de problemas enfrentamos ante el cuidado de los pies?
A los pies pueden afectarlos en su mayoría, los mismos tipos de enfermedades que afectan al resto de los órganos del cuerpo, particularmente a aquellos que componen el sistema osteomioarticular, un término que implica a los huesos, músculos y articulaciones. Haremos mención a las más frecuentes:
Alteraciones de la piel
- Ampollas y escoriaciones generalmente a causa de quemaduras por fricción o por calor
- Pueden ser por punción, como las que ocurren al pisar un clavo; o por objetos filosos como cristales rotos.
- Callosidades o reforzamientos de la piel, debida fundamentalmente a rozaduras constantes
- Úlceras, en personas con diabetes mellitus son muy peligrosas y deben atenderse con gran cuidado.
- Infecciones bacterianas
- Infecciones por hongos o micosis, como el pie de atleta
- Infecciones virales, como el herpes zoster
- Manifestaciones de enfermedades sistémicas como la psoriasis
- Cáncer. Más frecuente a partir de lunares, particularmente si están ubicados en la planta del pie.
Alteraciones de las uñas
- Uñas enterradas
- Infecciones bacterianas
- Infecciones por hongos denominadas onicomicosis.
- Alteraciones del color
Alteraciones ortopédicas
- Deformaciones como:
- pie plano, alteraciones del apoyo del pie, donde hay descenso del arco plantar con aumento de la superficie de apoyo del pie y desplazamiento del talón hacia afuera.
- juanete o Hallux valgus
- pie varo-equino. Deformidad que aparece desde el nacimiento en la que el pie tiene una rotación hacia adentro y extensión forzada
- Metatarsalgia o dolor en la región anterior de la planta del pie. Puede producirse por:
- causa nerviosa,
- deformaciones del arco plantar que provocan el apoyo irregular de los huesos metatarsianos,
- huesos metatarsianos centrales de mayor longitud y sus cabezas hacen prominencia en la planta del pie.
- Talalgia o dolor en el talón. Puede ser debida a:
- irritación por sobrecarga de la estructura fibrosa que cubre la planta del pie llamada fascia plantar
- la presencia de nódulos duros
- espolones calcáneos, prominencias como espinas donde se inserta la fascia en el calcáneo.
- Contusión o golpe
- Esguince por ruptura de ligamentos o la cápsula que envuelve la articulación
- Luxación, separación de las partes que forman la articulación con pérdida de su movilidad
- Fracturas
- Artritis, las articulaciones sufren de inflamación
- Artrosis, proceso degenerativo de las articulaciones que provoca su destrucción
Alteraciones vasculares
- Várices y microvárices
- Linfangitis
- Trombosis
Alteraciones nerviosas
- Neuropatía periférica, con destrucción de la cobertura de los nervios generando trastornos de la sensibilidad y del movimiento.
- Parálisis, debida a infartos o hemorragias cerebrales, o alteraciones de la médula espinal como los traumatismos; también por infecciones como la poliomielitis.
- Trastornos del movimiento por alteraciones del sistema nervioso central, como la enfermedad de Parkinson.
¿Cuáles son las medidas necesarias para el cuidado de los pies?
Te brindaremos recomendaciones generales que te permitirán prevenir los problemas fundamentales de los pies:
- El calzado debe ser:
- de piel suave
- sin costuras o sobresalientes rugosos que contacten con la piel
- acorde al tamaño y grosor de ambos pies. Muchas veces no nos percatamos de que el tamaño de nuestros dos pies no es el mismo. El calzado debe acomodarse al pie y no a la inversa.
- de suela fuerte y flexible, no rígida, ni resbaladiza
- no muy alto, ni tampoco plano. Con ligera elevación en del talón
- fresco, que permita la ventilación del pie
- con punta no muy estrecha
- acorde a los problemas ortopédicos. En ocasiones es necesario utilizar soportes o plantillas; o incluso usar calzado ortopédico confeccionado especialmente para el problema que se presenta.
- Cambiar o alternar frecuentemente el calzado, no utilizar el mismo siempre, y cuando no cumplen los requisitos sustituirlos
- Colocar los pies en alto durante breves descansos en el día. Esto permite el reacondicionamiento del sistema vascular, que ha estado en tensión durante la posición vertical. La sangre debe retornar al corazón en contra de la gravedad y esta durante la posición vertical, crea gran presión hacia abajo sobre el sistema vascular de nuestros pies.
- Sentarse con los pies apoyados en el piso
- Colocar los pies en agua tibia con sal por unos minutos al final del día.
- Cubrir la piel de los pies con crema hidratante. Tiene muy buen efecto utilizar cremas que contengan nanosferas de vitamina E, sustancia antioxidante y antienvejecimiento.
- Dar masaje a los pies facilitando la penetración de las cremas y el restablecimiento de una adecuada circulación.
- Prestar atención a los lunares particularmente en la piel de la planta de los pies. El especialista debe decidir si es necesario retirarlo mediante cirugía.
- Secar muy bien los pies después del baño y prestar atención a las zonas entre los dedos
- Cuidar y mirar bien por donde se camina para evitar torceduras
- Valorar la necesidad de utilizar bastón, en consulta con el especialista, en el caso de los ancianos. Esto ayuda a lograr la estabilidad y seguridad al caminar.
- Realizar los ejercicios físicos recomendados por el médico. El ejercicio físico que se considera más saludable es caminar, tomando todas las medidas de precaución con respecto al tipo de calzado, la intensidad y frecuencia del ejercicio de acuerdo con la edad. Preferiblemente debe hacerse bajo la supervisión de un especialista sobre todo si se quiere realizar otra actividad más intensa como trotar, correr o nadar.
- Cortar las uñas de forma recta y evitar cortaduras. En el caso de uñeros se debe acudir al especialista en podología. Especial cuidado deben poner las personas con diabetes mellitus.
- Al acudir a una manicure percatarse de que cumple con los requerimientos higiénicos respecto a utensilios, material e instrumental que utiliza. También es importante la calidad de los productos para tratar y embellecer sus uñas. Como las “uñas postizas” pueden promover las infecciones, particularmente las causadas por hongos que suelen ser difíciles de curar y además frecuentemente dañan las uñas, no se recomienda su uso por largo tiempo.
- Mantener una adecuada nutrición. Esto es muy importante para el mantenimiento de los tejidos del organismo. La dieta debe proporcionarnos los nutrientes esenciales que nuestro cuerpo no puede fabricar, incluyendo vitaminas, minerales, aminoácidos y ácidos grasos.
- Consultar al especialista ante cualquier síntoma como:
- dolor,
- inflamación,
- alteraciones del color de la piel como: enrojecimiento, ennegrecimiento, blanqueamiento o pérdida de coloración,
- úlceras,
- heridas,
- picazón,
- sensación de frio, quemazón o ardentía,
- cosquilleo y falta de sensibilidad
- dificultad para el movimiento,
- alteraciones del color, forma o consistencia de las uñas.
Debemos realizar a nuestros hijos desde muy temprana edad, una evaluación ortopédica periódica que explore la presencia o desarrollo de cualquier deformación, para su detección y tratamiento tempranos.
Probablemente habrás comprendido que el cuidado de los pies va mucho más allá de lo que imaginabas. Esperamos que la información que te hemos brindado sobre el cuidado de los pies, te resulte útil para mantenerlos saludables y bellos. Con ello estarás contribuyendo en gran medida, a tu bienestar y salud general.
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