El médico me dijo que soy hipertenso. Me encontraron la presión alta en una visita de rutina por un dolor en la espalda. En el examen clínico tenía la presión alta y me sugirió que me tomara la presión durante cuatro días y le llevara los registros y definitivamente soy hipertenso.
Te invito a leer: ¿Qué debo saber sobre la presión arterial alta?
Me indicó unos análisis de sangre, me miraron dentro del ojo con un equipo a ver si tenía lastimada la retina, que está dentro del ojo en su parte posterior, me indicaron un electrocardiograma y una ecografía del corazón y los riñones.
Finalmente me dijo que no aparecían daños por la presión alta, pero que debía hacer algunos cambios en mis hábitos diarios y quizás tomar unas medicinas.
Me dijo también que si lograba hacer alguna actividad física, bajar un poco de peso, y cambiar algunas cosas de la dieta, no debía preocuparme, pues mi presión tendería a normalizarse.
Si ello no fuera suficiente, entonces me añadiría unos medicamentos, además de los que ya tomo para otras dolencias. Me dijo que hice muy bien en comentárselo, pues las medicinas pueden actuar entre sí y él debía conocerlo para evitarlo. Me explicó los cambios que debía hacer en mi vida y que volviera en un mes.
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Una historia que se repite…
Esta historia se repite a menudo. De seguro conoces a alguien en tu entorno familiar, laboral o social que haya sido diagnosticado como hipertenso y la vida les cambia.
A veces las personas se resisten a aceptar que tienen la presión arterial elevada, pues no se experimenta ningún síntoma, pero finalmente se convencen que ignorarlo puede ser peor que aceptarlo. Y es entonces cuando las personas asumen conscientemente que hay que cambiar algunas cosas en el estilo de vida.
¿Cómo es la vida de un hipertenso?
En esencia, la vida de un hipertenso es igual a las de las demás personas, principalmente si otros órganos no están afectados por su efecto nocivo. Por esto es importante diagnosticarla tempranamente. Si se logra controlar, hará mucho menos daño.
Existe una regla que se llama la “regla de las mitades”: de cada 100 personas hipertensas, 50 lo saben y 50 no lo saben. De los 50 que lo saben, 25 hacen tratamiento (cambios de hábitos de vida y medicamentos si fuera necesario) y 25 no lo hacen. De los 25 que lo hacen, 12 o 13 logran estar controlados y la otra parte no. Se debe hacer todo lo posible por estar entre los 12 o 13 que tienen su presión controlada.
Lo que se recomienda a las personas que son hipertensas es esencialmente lo que es válido para cualquier persona que quiera estar saludable:
- Realizar actividad física
- Dejar de fumar
- No beber en exceso
- Mantener un peso saludable
- Llevar una dieta sana
- Control del estrés
- Evite el consumo excesivo de sal
Las personas hipertensas pueden llevar una vida completamente normal.
¿Qué cosas debo hacer si soy hipertenso?
Independientemente que el médico te indique medicamentos o no, los cambios en los hábitos y estilos de vida serán beneficiosos. Algunos de ellos es probable que ya los estés haciendo desde antes, otros tendrás que modificarlos. ¿En qué consisten estos cambios?
Practique alguna actividad física
Tener poca actividad física influye negativamente en el desarrollo de las enfermedades cardíacas y cerebrales. Estos órganos son de los más “atacados” por la presión alta, también favorece el sobrepeso, que a su vez es otro factor de riesgo de la hipertensión.
Lo ideal es hacer ejercicios del tipo aeróbico 3-4 días a la semana por 30 minutos, siempre acorde a las limitaciones que otras enfermedades puedan imponer. Comience haciendo algo de poco esfuerzo y vaya aumentando poco a poco.
Pero si tienes limitaciones para hacer ejercicios, hay actividades que todos los días haces o puedes hacer que te ayudaran, como por ejemplo caminar lo más que puedas, arreglar el jardín, dejar aparcado el auto un poco más lejos de la entrada del mercado, subir escaleras y otras actividades cotidianas.
No fumar
Cuando se fuma la presión se afecta, además, las sustancias que tienen el humo del tabaco, hacen que nuestras arterias se endurezcan más rápido. Hay quien dice que los puros son menos dañinos que los cigarrillos. Es falso. Cualquier producto del tabaco es dañino. No sea tampoco fumador pasivo. A la larga le hace casi tanto daño como fumar.
No beba en exceso
El alcohol en exceso es dañino para la salud. Pero si no hay motivos para evitar que tome, como enfermedades del estómago o del hígado, el consumo diario de una bebida diaria en las mujeres y de dos en los hombres de 40 mL o de una copa de vino tinto puede ayudar a su corazón.
Aliméntese sanamente
Una dieta buena para un hipertenso es muy parecida a la que se orienta para las personas que padecen del corazón: abundante en vegetales, frutas, baja en azúcares refinadas y grasas saturadas así como rica en fibras.
En Alimentos Ricos en ocasiones anteriores hemos abordado recomendaciones de alimentación para los hipertensos, así como varios sistemas de alimentación que han demostrado efectividad como la dieta DASH.
Control del peso
Si tiene sobrepeso u obesidad tratar de acercarse al peso ideal lo ayudará a normalizar su presión, hay numerosos hipertensos que bajando de peso controlan su presión.
Se reporta que por cada 5kg de peso que se pierden se puede disminuir la presión arterial máxima entre 2 y 10 mmHg.
Evite el consumo excesivo de sal
Si eres hipertenso mientras menos sal ingieras mejor será, aunque no es necesario comer absolutamente sin sal. Los alimentos ricos en sal como los quesos y algunos alimentos enlatados deben limitarse. Una buena medida es no poner salero en la mesa.
La sal es cloruro de sodio. Revise las etiquetas de los alimentos, ahí está indicada la cantidad de sodio que contienen. Normalmente los alimentos tienen sal (el pan, las galletas, las pastas) aunque no se les agregue al cocinarlas.
El consumo de sal no debe pasar de 1500 mg diarios. En ocasiones, cuando hay complicaciones, el médico orienta suprimir la sal de la dieta, fundamentalmente en algunos casos como en los pacientes afectados por insuficiencia cardíaca o durante el embarazo que requiere especial cuidado. Su médico le orientará al respecto.
Control del estrés
El manejo del estrés es importante. Existen técnicas para mejorar la tensión que nos causan los acontecimientos de la vida diaria. Los ejercicios respiratorios de relajación pueden ayudar y son sencillos y si tiene alguna dudad consulte a un especialista.
Dormir como mínimo 8 horas diarias te ayudará a sentirte más relajado y tranquilo.
Uso de medicamentos en los hipertensos
Muchas veces, a pesar de realizar cambios en los hábitos de vida, el hipertenso necesita tomar fármacos hipotensores. Existen numerosas alternativas para bajar la presión alta. A veces no es suficiente con un solo medicamento y deben tomarse varios.
Es importante que conozcas los efectos indeseables en el caso de las medicinas para la presión, los más frecuentes son tos, mareos, cansancio y dolor de cabeza, aunque pueden variar mucho de una persona a otra.
Y como conclusión…
Mientras la presión sea más normal y por más tiempo, menores serán las complicaciones. Ese es el objetivo que debes perseguir si eres hipertenso. La atención médica regular es muy importante para ajustar tu plan a lo que realmente necesitas.
Las complicaciones derivadas de la hipertensión son la causa de 9,4 millones de defunciones cada año en el mundo, no engroses esa estadística. Puedes hacer mucho por tu propio bienestar y salud.
No te pierdas: Combatir la hipertensión con la dieta DASH