Aunque no lo recuerdes, posiblemente la primera comida que probaste en toda tu vida justo después de la leche fueron los purés de verduras. Y es que, como todas las madres sabrán (y también algunas que aún no son madres) los purés de verduras son la primera opción a la que debes acudir en el momento en el que tu bebé deja la leche materna. Pero este alimento no sólo lo consumimos durante la infancia, sino que se convierte en un habitual de nuestras vidas, sobre todo si queremos perder peso. Dejando de lado dietas como la polémica Dieta del Bebé, prácticamente todas las dietas echas por especialistas en nutrición te recomendarán introducir los purés de verduras ya sea en el almuerzo o durante la cena.
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¿Por qué son tan buenos los purés de verduras?
Obviamente, el sabor de los purés de verduras va a variar dependiendo de los ingredientes que uses ya que aparte de verduras se le pueden añadir carne, pescado o lácteos como lo quesitos que le darán una suavidad y una textura bastante específica.
A parte de todo esto, lo mejor de los purés de verduras es que mantienen prácticamente intactas las propiedades de los alimentos que usemos, por tanto nos estaremos beneficiando de todos sus nutrientes en un sólo plato. Esto nos lleva también darnos cuenta de que en un sólo plato ya estaremos consumiendo las cantidades diarias recomendadas de cinco piezas de verdura al día.
Como puedes ver, todo son ventajas a la hora de tomar purés de verduras, además de que son muy fáciles de hacer. Hoy os traemos tres recetas muy sencillas para que puedas probarlas, aunque recuerda que si algún ingrediente no te gusta siempre vas a poder sustituirlo por otro, ¡las variantes son prácticamente infinitas! Desde Alimentos Ricos te recomendamos que vayas probando diferentes purés de verduras hasta que encuentres el que mejor se adapte a ti; mientras tanto, ¡toma nota!
Recetas de purés de verduras.
Puré de verduras tradicional.
Vamos a necesitar:
- 1 calabacín grande.
- 3 zanahorias medianas.
- 3/4 kg. de judías verdes.
- 1 puerro.
- 1 cebolla.
- 1/2 kg. de patatas medianas.
- 1 huevo duro.
- 1 quesito.
- Sal.
- Pimienta.
- 1 chorreón de aceite de oliva.
Cómo lo hacemos:
- Lavamos muy bien las verduras y las cortamos en daditos.
- Las ponemos en una olla, llenándola de agua sin llegar a tapar del todo las verduras y le añadimos un chorreón de aceite y una pizca de sal.
- Lo ponemos a fuego alto y removemos. En el momento que empiece a hervir, le bajamos el fuego y las dejamos cocer unos 25 minutos.
- Mientras, en un cazo a parte vamos a cocer un huevo y lo reservamos.
- Una vez que la verdura esté cocida, lo pasamos todos por la batidora, incluyendo el huevo, el quesito y una pizca de pimienta. ¡Listo para servir!
Para la presentación o para darle un toque sólido a los purés de verduras, puedes añadirle picatostes o incluso taquitos de jamón, le darán un toque especial y un sabor diferente, ¡pruébalo!
Puré de verduras en la Thermomix:
Vamos a necesitar:
- 1 cebolla.
- 50 gramos de aceite de oliva.
- 120 gramos de verduras variadas (elige las que más te gusten).
- 500 ml. de agua.
- 1 cucharadita de sal.
Cómo lo hacemos:
- Cortamos la cebolla en cuatro trozos y la echamos al vaso de la Thermomix, programando 4 segundos a velocidad 4.
- Con ayuda de una cuchara o una espátula, recogemos los trozos de cebolla y los ponemos junto a las cuchillas. Añadimos el aceite de oliva y volvemos a programar, esta vez 5 minutos a temperatura Varoma en velocidad 1.
- Ahora añadimos la verdura troceada y programamos 2 minutos a temperatura Varoma en velocidad 1.
- Agregamos el agua y la sal y programamos 25 minutos a temperatura 100º y velocidad 1.
- Una vez pasados los 25 minutos, esperamos que se enfríe un poco y volvemos a programar 1 minuto a velocidad 7. Si lo prefieres más fino, programa 1 minuto a velocidad 5, y ve aumentando progresivamente hasta velocidad 10 o hasta que consiga la consistencia que deseas. ¡Listo!
Puré de verduras para bebés.
Vamos a necesitar:
- 20 gramos de pechuga de pollo sin piel.
- 100 gramos de patatas.
- 45 gramos de zanahorias.
- 50 gramos de puerro.
- 100 gramos de tomates.
- 1 cucharadita de aceite de oliva.
- 60 ml. de agua.
Cómo lo hacemos:
- Lavamos muy bien la zanahoria y el puerro. Los pelamos y cortamos en trozos pequeños.
- En una sartén, echamos el aceite y el puerro y lo ponemos a fuego lento durante unos tres minutos.
- Mientras, lavamos y troceamos el pollo en trozos pequeños y lo añadimos a la sartén junto con el puerro. Lo salteamos y lo dejamos cocinar hasta que el pollo esté echo.
- Añadimos los tomates, la zanahoria, las patatas y el agua a la sartén y los dejamos cocer a fuego medio hasta que los ingredientes estén tiernos.
- Trituramos bien las verduras hasta que quede una mezcla homogénea y servimos templado. Si queda muy espero o a tu bebe le gusta más líquido, añádele un poco más de agua hasta que tenga la consistencia adecuada.
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