Los menos previsores se apuntan a la operación bikini cuando el verano ya ha comenzado o está a la vuelta de la esquina. Perder peso no es cosa de un día ni de dos, para hacerlo correctamente, de forma sana, sin efecto rebote ni sacrificarnos en exceso, deberíamos comenzar en Enero, justo a la vuelta de las Navidades.
Sin embargo, si el tiempo se te ha echado encima y te has propuesto perder peso en verano, hay una serie de errores frecuentes en los que no debes caer si quieres realmente tener éxito en tu propósito.
El verano: el mejor momento para hacer una dieta
A pesar de que, por una cuestión de plazos, siempre se recomienda comenzar la operación bikini en invierno, lo cierto es que perder peso en verano es más fácil por cuestiones lógicas.
Por una parte, el cuerpo nos pide más hidratación, por lo que dietas como la Dieta de la Piña se convertirán en nuesto mejor aliado para ayudarnos a perder unos kilos a la vez que nos hidratamos.
Por otro, el calor incita a tomar alimentos más frescos y con menos calorías: frutas, verduras, sopas frías… Mientras que en invierno nuestro propio cuerpo nos pide una alimentación rica en calorías para sobrellevar las bajas temperaturas, ahora es preferible consumir alimentos hipocalóricos para combatir el calor y sentirnos menos pesados.
5 errores que no te ayudarán a perder peso en verano
Si buscas perder peso en verano, debes evitar estos 5 errores:
El aperitivo del mediodía, mejor light: Estás de compras con tus amigas y hace un calor de justicia; sales de la oficina a hacer el descanso de media mañana y el cuerpo te pide tomar algo. Vigila con mucho cuidado lo que picas entre horas, ya que puede ser totalmente contradictorio si estás siguiendo una dieta.
No estamos diciendo que no puedas tomar algo si te apetece, pero realmente los refrescos (ricos en azúcares) por bebidas con teína o, en cualquier caso, por sus versiones cero calorías. Para la tapita, si es posible pide algo bajo en grasas.
Los helados, nuestro amor de verano: Nos pasamos todo el invierno fantaseando con tomarnos una buena copa de helado en una terraza, bajo un espléndido sol y con vistas a la playa. ¡No te prives de este lujo! Pero, en lugar de pedir un helado de chocolate, opta por las versiones de frutas. Pregunta también si tienen helados sin azúcar o light. Las nuevas fórmulas de yogur, cada vez más de moda, tienen un sabor espectacular. ¿Los has probado?
Alcohol y cenas copiosas: Cuidado con el alcohol, ya que además de ser un enemigo para tu salud, también lo es para tu dieta. Este es otro de los errores que te hará no perder peso en verano: los mojitos en la piscina, las copas del chiringuito por la noche… Date un día a la semana libre y el resto, cuídate. No solo tu estética te lo agradecerá, también es un asunto de salud.
Además, las cenas demasiado abundantes o aquellas que se alargan hasta altas horas no solo desestabilizarán tu digestión, si no que caerán como una auténtica losa sobre tu báscula.
Los efectos del Todo Incluido: Las vacaciones están para disfrutarlas y tu deseo de perder peso en verano no te puede privar de tener esa merecida semana de descanso en tu todo incluido preferido. Sin embargo, como los viajes se planean con bastante antelación, prepárate un plan de choque. Comienza a cuidar, con aún más ímpetu que de costumbre, dos semanas antes. Intenta perder algo de peso antes de irte para que los kilos de más del después no se conviertan en una losa insalvable. Luego, al volver del viaje, retoma este plan de choque inmediatamente.
Sabemos que la vuelta a la realidad es dura, pero es más fácil perder los kilos que acabamos de coger. Si dejamos que pase más tiempo será más difícil deshacernos de ellos.
¿Sedentarismo también en verano?: El verano es la época perfecta para moverse. El sol invita a estar más tiempo en la calle y la pereza del frío o la lluvia ya no es ninguna excusa. Busca actividades relacionadas con esta estación para perder peso en verano. Por ejemplo, la natación puede ser tu mejor amiga para disfrutar a la vez que haces ejercicio y quemas grasas.