Desde pequeños, la leche es un alimento que está muy presente en nuestra vida. Sin embargo y aunque estamos acostumbrados a la leche de vaca tradicional, cada vez es más común que los adultos apostemos por otro tipo de leche. Hay muchísima variedad y ya son unas habituales en las estanterías del supermercado. No hace falta irse a una gran superficie especializada: seguro que hasta tu supermercado de barrio tiene ese tipo de leche que hasta hace poco se consideraba como «rara». Hoy te queremos hablar de la leche de almendras, un alimento con una riqueza nutricional impresionante que podemos tomar incluso de niños.
A cualquier edad, nos va a reportar unos beneficios fabulosos con un sabor muy especial. ¡Pruébala!
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Beneficios de la leche de almendras
La principal ventaja de la leche de almendras es que es un tipo de leche totalmente natural, sin conservantes ni aditivos. Es de origen vegetal y no contiene glúten, colesterol ni lactosa, por lo que es un alimento completo, equilibrado y muy, muy sano.
Además de estar recomendada desde la infancia, también es muy buena para personas con celiaquía, intolerantes a la lactosa o vegetarianos. Si sufres colesterol, es otro motivo para pasarte a la leche de almendras.
Por otra parte, también está recomendada en episodios puntuales, por ejemplo en casos de diarrea o vómitos, la leche de almendras nos ayuda a recuperar potasio.
Otro de los beneficios de la leche de almendras es que es muy rica en fibra y nos ayuda a regular el tránsito, mejorar las digestiones y evitar la aparición de las gastritis si eres propenso a ellas.
Además, entre sus valores nutricionales, la leche de almendras contiene proteínas, vitamina A, B2 y B1, fósforo, calcio, potasio, hierro y sodio.
¿Cómo hacer leche de almendras casera?
Como hemos comentado al inicio, la leche de almendras la puedes encontrar en las estanterías de sus supermercados e hipermercados habituales, sin embargo, muchos de vosotros nos habéis pedido la receta de la leche de almendras casera. Una vez más, vuestros deseos son órdenes. Te contamos cómo elaborarla.
Ingredientes:
- 1 taza de almendras crudas
- 3 tazas de agua
¿Cómo prepararla?:
Hacer leche de almendras en casa es muy sencillo. Empezamos nuestra receta de leche de almendras poniendo las almendras (sin sal ni ningún aditivo) en un bol con agua durante al menos 6 horas.
Cuando transcurra este tiempo, las sacamos del agua y enjuagamos varias veces hasta que estén bien limpias. Las añadimos a una licuadora junto con las 3 tazas de agua y lo batimos todo bien hasta obtener una pasta homogénea.
Llega el momento de colar la bebida. Con un colador de tela y un bol bajo él, apretamos bien la masa resultante para extraer el líquido. Una vez que la hayas colado, reservamos la leche en la nevera y servimos bien fresquita.
Recuerda que al ser una leche preparada en casa, la fecha de caducidad no es muy larga. Trata de tomártela antes de 3 días.
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