En su concepto más amplio, la relajación abarca un grupo de técnicas, métodos, procedimientos o actividades que brindan como resultado disminuir la tensión física o mental causada por el estrés o cualquier emoción negativa como la ira y la ansiedad.
Las técnicas de relajación están directamente vinculadas con la psicoterapia y son una herramienta muy importante en el autocontrol del individuo. Dominarlas tiene mucho que ver no solo con la superación personal de los problemas, sino en la forma de enfrentarlos y por consiguiente un aumento de la calidad de vida y el bienestar.
Adicionalmente, desde el punto de vista físico, la relajación disminuye el tono muscular, la presión arterial, el ritmo cardiaco y la frecuencia respiratoria. De esta forma, tienen una incidencia beneficiosa sobre la salud y la prevención y control de enfermedades. La más conocida, la meditación.
Técnicas de relajación vs meditación
Aunque estos conceptos tienden a utilizarse indistintamente, no son lo mismo. La meditación es un estado de atención concentrada, ya sea sobre un pensamiento, un objeto o el propio estado de concentración en la que se busca ser y no hacer.
Por otra parte, las técnicas de relajación se enfocan tanto en el aspecto mental como el físico y no tiene necesariamente la misma connotación espiritual, religiosa o de búsqueda interior de la meditación.
Utilizando una clasificación no demasiado apropiada y un poco reduccionista, podría decirse que la meditación es una forma de relajación que va un poco más allá.
Está comprobado científicamente que la meditación es capaz de generar en el encefalograma no solo las ondas alfa asociadas a la relajación, la calma y la creatividad; sino además ondas theta (relajación profunda, solución de problemas) y ondas delta (sueño profundo sin dormir)
Tipos de técnicas de relajación
Dentro de estas técnicas se incluyen un importante número de prácticas, algunas empleadas por la psicoterapéutica, otras procedentes de la religión o la tradición y otras nacidas de la práctica moderna.
De esta forma, dentro de las técnicas de relajación se encuentran la auto-hipnosis, la respiración diafragmática, el entrenamiento autógeno, la relajación muscular progresiva de Jacobson y la reducción del estrés basada en la atención plena.
En la segunda categoría se incluirían técnicas como la meditación, el rezo, el prāṇāyāma, el yoga nidra, el taichí, chi kung o el kaifuko taisoo jutsu.
La tercera categoría incluye el masaje californiano, el rebirthing, el biofeedback, el bodywork y el método Feldenkrais, entre otros.
Beneficios de las técnicas de relajación
Gracias a la influencia consciente que podemos ejercer sobre una parte del sistema nervioso, somos capaces de relajar voluntariamente el tono de la mayoría de las masas musculares.
Con el correcto entrenamiento y de forma progresiva y regular, es posible utilizar estas técnicas para lograr la relajación en momentos de estrés, para recuperarse de la fatiga, para tratar afecciones de tipo psiquiátrico e incluso como tratamiento para personas con lesiones neurológicas y para el dolor crónico.
Se ha documentado la utilidad de estas técnicas para el tratamiento de ataques de ansiedad, problemas cardíacos, depresión, dolor de cabeza, hipertensión, insomnio, control de dolor, el estrés y la ira. Especial utilidad tienen en los pacientes afectados por cáncer.
Las técnicas de relajación y la búsqueda de bienestar personal
Más allá del alivio de las enfermedades, estas técnicas ayudan a lograr un estado interior de paz, positivismo y bienestar físico y mental. La técnica que selecciones debes adoptarla como un estilo de vida.
Lo primero es adquirir conciencia del propio cuerpo, con lo que desaparecerán malos gestos y posturas, el cuerpo se relaja y mejora la salud física.
Después se adquiere conciencia de la mente, lo que disminuye las tensiones, se alcanza estabilidad interior y luego se aprende a enfrentar las dificultades de la vida y a controlar las emociones y los estados de ánimo que nos afectan negativamente.
La relajación es una de las prácticas de la medicina alternativa y complementaria que mayor reconocimiento tiene dentro de los métodos empleados por la medicina occidental y es recomendada por prestigiosas instituciones de salud como la Clínica Mayo para numerosas dolencias del cuerpo y de la mente.