El hígado graso y su tratamiento, es una preocupación para todos aquellos que se hacen una ecografía y su médico le dice que tiene esta patología. Se podría también sospechar si tiene las transaminasas elevadas. Otra señal de alerta es si una persona presenta obesidad, diabetes, hipertensión y alteraciones en los niveles de colesterol y triglicéridos.
Todo lo anterior hace que te surjan miles de preocupaciones sobre lo que debes hacer. Mediante estas 6 preguntas pretendemos ayudarte a que encuentres las respuestas más actualizadas a tus preocupaciones.
Te invito a conocer más sobre el HÍGADO GRASO: LA SILENTE EXPRESIÓN DE UN SEVERO DAÑO
Contenido
1.- ¿Qué es el hígado graso? ¿Qué lo causa?
El hígado graso es conocido también como Esteatosis hepática y cuando su origen no está vinculado al consumo de alcohol se le denomina Hígado Graso no Alcohólico (EHGNA). También es muy común emplear sus siglas en inglés NAFLD (Nonalcoholic fatty liver disease).
Se produce como consecuencia de la acumulación de grasa anómala en el hígado, su origen no es bien conocido. Se relaciona con problemas del metabolismo lipídico, a cierta predisposición genética y hábitos de vida poco saludables.
Cuando existe una acumulación excesiva de grasas en el hígado es frecuente que se asocie a un trastorno conocido como síndrome metabólico, donde están presentes la obesidad, la diabetes, la hipertensión y el aumento del colesterol y los triglicéridos.
Cuando existe solo acumulación de grasa en el hígado pero no hay inflamación, es una condición modificable, que no causa ningún daño significativo del hígado, por supuesto siempre y cuando no avance. No debe ocasionar grandes preocupaciones.
Si la EHGNA avanza provocando inflamación y dando origen a una esteatohepatitis no alcohólica la situación se complica. Se estima que esta complicación se presenta en un 10% de los casos.
La Sociedad Española de Patología Digestiva (SEPD) considera que un 20% de las personas pueden desarrollar cirrosis. Se estima que un 2% puede devenir en cáncer hepático. A lo anterior se suma que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y de padecer otros tumores como cáncer de mama y cáncer de colon.
2.- ¿Es muy frecuente la EHGNA?
Bastante más de lo que cabría esperar. Se estima que el 34% de la población adulta y un 10% de los niños de entre 2 y 19 años en los Estados Unidos de América tienen hígado graso. Si eres obeso, tienes un 75% de probabilidades de tener EHGNA.
Tal es su frecuencia, que esta enfermedad es considerada como la causa número uno de alteración en la función hepática en EEUU y se considera más frecuente que la producida por alcohol y Hepatitis C.
Un elemento que dificulta su diagnóstico es que esta enfermedad no tiene síntomas claros, por lo que se considera una dolencia silenciosa. De esta forma, puede progresar de forma lenta durante años o décadas, sin ser detectada hasta que el daño es permanente o se efectúe un chequeo de rutina.
Los hábitos de vida poco saludables y el aumento de la obesidad ha conducido a un crecimiento continuo de la EHGNA. Desde la década del 80 ha quedado claro que la aparición del hígado graso se presenta en personas abstemias y no solo cuando se consume en exceso el alcohol.
3.- ¿Cuál es la forma más adecuada de enfrentar el hígado graso y su tratamiento?
La forma más adecuada de encarar el hígado graso y su tratamiento, es mediante la prevención. Tratar esta enfermedad depende en gran medida del paciente, y consiste esencialmente en realizar cambios que mejoren su calidad de vida.
Incrementar la actividad física y perder peso
Esta es la pieza clave en el tratamiento del hígado graso. Estos cambios en el estilo de vida eliminan el sedentarismo y la obesidad, que son los dos factores de más incidencia en la aparición del hígado graso.
La actividad física moderada de al menos 150 minutos a la semana e idealmente 300 minutos ayudará a mantenerte activo y reducir tu peso corporal siempre y cuando se acompañe de una disminución en la modificación de los hábitos alimentarios.
Modificar hábitos alimentarios y reducir los azúcares y grasas en la dieta
En la estrategia para enfrentar el hígado graso y su tratamiento otra herramienta esencial son los hábitos alimentarios. Una dieta balanceada, prescrita por un nutriólogo conocedor de su caso, es una de las medidas fundamentales en el manejo de esta enfermedad.
Siempre teniendo como base aumentar el consumo de verduras y frutas de bajo índice glucémico. Las proteínas deben ser bajas en grasa y preferentemente asadas y reducir el consumo de grasas, azúcares y carbohidratos.
La dieta mediterránea es una buena alternativa y es recomendada por numerosos profesionales no solo para el hígado graso, también para una mejor salud. Frutas, verduras, aceite de oliva, fibras, ácidos grasos Omega 3 y pescado azul son sus principales integrantes.
Evitar el consumo de alcohol
Aunque el alcoholismo no es la única causa del hígado graso, como antes se consideraba, el consumo de alcohol acelera la fijación de la grasa en el tejido hepático y por tanto el tratamiento será más difícil.
Además cuando el consumo de alcohol es muy elevado por encima de 50 o 60 gramos de alcohol neto por día las posibilidades de tener otras patologías hepáticas y de agravamiento de la enfermedad aumentan.
Lo mejor es no consumir alcohol como parte de las alternativas para enfrentar el hígado graso y su tratamiento.
En algunos estudios se ha demostrado que aplicando estos elementos claves del control del hígado graso y su tratamiento se logra que el 22% de los pacientes no vuelvan a presentar anomalías.
4.- ¿El hígado graso y su tratamiento con fármacos es efectivo?
Los cambios en el estilo de vida previamente expuestos son las mejores para resolver el hígado graso, hasta ahora no hay medicamentos lo suficientemente probados como para descansar en fármacos la solución del hígado graso.
En etapas avanzadas de la enfermedad, cuando ocurre inflamación del órgano o fibrosis hepática, el especialista prescribirá antioxidantes como la vitamina E y agentes sensibilizadores de la insulina, como la pioglitazona.
El aspecto más importante que debes tener presente en cuanto al hígado graso y su tratamiento, es que una vez que se te diagnostica esta enfermedad debes tomar conciencia de su gravedad, y ser disciplinado y constante en los pasos para su tratamiento.
Con estos cambios no solo estarás combatiendo los efectos de la EHGNA, sino que además elevas tu calidad de vida y evitas la aparición de muchas otras enfermedades.
5.- ¿El hígado graso y su tratamiento está relacionado con la presencia de otras enfermedades?
Si, por supuesto. Como previamente mencionamos la EHGNA está íntimamente relacionada con la diabetes, la obesidad y las alteraciones en el metabolismo de los lípidos. A ello se suma su relación con la arterioesclerosis, hipertensión y el aumento del riesgo cardiovascular.
El 90% de los que tienen hígado graso son obesos, el 75% tiene diabetes tipo II y tienen niveles elevados de colesterol y triglicéridos más del 30% de los afectados. Para un tratamiento integral del paciente es necesario indicar fármacos como estatinas para reducir el colesterol, medicamentos antihipertensivos y otros. Siempre en dependencia y de acuerdo a la situación particular de cada paciente.
6.- ¿Existen suplementos o remedios naturales efectivos para ser usados como tratamiento del hígado graso?
Uno de los suplementos más empleado como hepatoprotector es la silimarina o cardo mariano, es muy popular y se vende en forma de suplemento alimenticio. Las investigaciones que avalan su uso no llegan a un común acuerdo, pero es una alternativa con pocos efectos adversos.
Hay otros remedios naturales y alimentos a los que previamente nos hemos referido en Actitud Saludable, que pueden ser alternativas para el hígado graso y su tratamiento.
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