Los helados son para muchas de nosotras un pequeño vicio o capricho que nos acompaña en nuestros días más bajos, sea la época del año que sea. Aunque es cierto que, con las altas temperaturas y todas esas heladerías abiertas, en verano nuestro cuerpo nos lo pide a gritos y resistirse a la tentación es mucho más complicado que de costumbre. Ya comentamos en su día que no hace falta privarnos de los helados si lo que queremos es perder peso en verano, por eso hoy hablaremos de cómo disfrutar de este placer sin sentirnos culpables por la operación bikini haciendo helados saludables de forma casera.
Por qué tomar helado en verano
Comer helados en verano es mucho más beneficioso de lo que la mayoría pensamos, ya que los granizados, polos y sorbetes, al estar en su mayoría compuestos por agua, nos hidratan además de refrescarnos. Además, ya que cada vez están más enriquecidos con frutas, nos aportan vitaminas, minerales y azúcares. En el caso de los helado echos de base láctea, nos proporcionan además una buena dosis de calcio, perfecta sobre todo para los niños.
Por último y no menos importante, reducen nuestro nivel de estrés y ansiedad, ya que algunos de sus componentes, como el chocolate, activan nuestra llamada hormona de la felicidad.
Helados saludables
A pesar de estos beneficios, seguimos preocupadas por esos kilos que hemos conseguido eliminar y que no queremos recuperar en verano, por eso lo mejor para disfrutar de los helados sin arrepentimientos es hacerlos de forma casera; así no sólo los tendrás siempre a mano, sino que además eliminarás los aditivos, serán 100% naturales, más saludables y a tu propio gusto. ¡Todo son ventajas!
Tipos de helados saludables que podemos hacer
- Helados de fruta. Esta alternativa es una de las más sencillas y en la que menos ingredientes vas a necesitar. Usa frutas con mucha agua como la sandía, el melón, el limón, la piña, etc.; o una mezcla de varias como sandía y melocotón. El propio azúcar de la fruta hará que el helado sea dulce sin necesidad de añadirle más. Con las frutas podemos hacer sorbetes, granizados o polos, ¡estarán buenísimos!
- Helados lácteos. Este tipo es más parecido a los helados que compramos, ya que la leche o el yogurt son espesantes y, además, siempre los tenemos en la nevera. Podemos añadirle huevo, para sumar proteínas, o hacerlos de chocolate, vainilla, etc.
- Helados de infusiones. Si eres de los que te gustan tomar té, infusiones o incluso café, prueba a mezclarlos con hielo picado, de forma que se conviertan en un refrescante granizado. Puedes añadirle un poquito de canela para darle un toque más dulce.
- Helados mixtos. Si lo tuyo es innovar y la mezcla de sabores,simplemente combina los diferentes tipos de sabores a tu gusto. Lo más común es mezclar los helados de fruta con los lácteos, de ésta forma nos quedarán tipo crema, como los que compramos en las heladerías, y del sabor que más nos guste: fresa, plátano, kiwi, etc.
Consejos para los ingredientes
Por último, para que sean totalmente helados saludables, utiliza éstas ideas para mantener la línea sin renunciar al sabor:
- Utiliza frutas cremosas como el plátano o el aguacate, le darán mayor cremosidad sin necesidad de añadirle nata.
- Para los que hagas con leche, úsala desnatada.
- Y si en la receta que encuentres la nata es uno de los ingredientes, sustitúyela por yogurt, ya que la textura final será prácticamente la misma y las calorías que tiene son muchas menos.
- En el sorbetes y granizados utiliza frutas acuosas como la sandía o la naranja, así la cantidad de agua e hilo que tendrás que añadir será menor y, por tanto, tendrán mucho más sabor.
- La miel será nuestra gran aliada para sustituir al azúcar.