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Diferencias entre el kéfir de leche y el kéfir de agua

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Diferencias entre el kéfir de leche y el kéfir de agua
El kéfir de leche ayuda más en procesos digestivos y óseos, mientras que el kéfir de agua tiene un uso más amplio

Tanto el kéfir de leche como el kéfir de agua, son dos bebidas bastante desconocidas cuya poca popularidad no les hace justicia. Ambas tienen un valor nutricional excelente y excepcional y nuestro objetivo de hoy es que los conozcas un poco más y aprendas la diferencia entre ambos para saber cuál te conviene más en cada caso.

Otros datos sobre el kéfir de leche

Aunque la  mayoría de nosotros no solemos tomarlo y otros tantos probablemente ni siquiera habríais oído hablar ni del kéfir de leche ni del kéfir de agua hasta ahora, también podemos prepararlos en casa. En Alimentos Ricos encontrarás toda la información que necesitas para ello.

¿Qué es el kéfir de leche?

kefir de leche o de agua
El kéfir de leche tiene un aspecto grumoso, más similar a un yogur que a una bebida

El kéfir de leche es una bebida grumosa de sabor agrio muy rico en nutrientes y probióticos. Se suele aprovechar en varios campos de la salud, especialmente en procesos digestivos y todo lo relacionado con el estómago. También nos ayuda en cuestiones de huesos, mejorar el sistema inmunológico, disminuir la alergia, mejorar la tolerancia a la lactosa y ayudarnos a desintoxicarnos.

¿Qué es el kéfir de agua?

kefir de leche
La principal característica del kéfir de agua es su color oscuro, que se lo da el azúcar de caña

Por su parte, el kéfir de agua es una bebida también agria y de color oscuro, que podemos obtener mediante la fermentación de frutas o de azúcar de caña, de ahí ese tono más oscuro que en el kéfir de leche.

Es muy rico en probióticos y algunos expertos apuntan a que tiene mejores efectos sobre la salud que el kéfir de leche.  El kéfir de agua se puede utilizar desde en pequeños asuntos de salud como anemia o resfriados hasta problemas más graves: infartos, esclerosis, úlceras, enfermedades del sistema nervioso, ictericia o trastornos del hígado.

¿Cómo preparamos kéfir de leche o kéfir de agua?

Kéfir de leche:

En un frasco o jarra, añadimos 2 vasos de leche y 2 cucharadas de granos de kéfir. Tapamos y dejamos reposar 3 días a temperatura ambiental. Cuando lo destapemos, veremos que se ha convertido en un líquido con grumos que ha formado sus propios granos de kéfir. Reservamos estos para una próxima ocasión y nos tomamos el líquido.

kefir de leche
El kéfir de leche ayuda más en procesos digestivos y óseos, mientras que el kéfir de agua tiene un uso más amplio

Kéfir de agua:

En un frasco con capacidad para 1.5 litros agregamos 1 litro de agua mineral, 3 cucharadas de kéfir de agua, 50 gramos de azúcar de caña, 2 dátiles y el zumo de medio limón bien exprimido. Agitamos y dejamos reposar medio destapado durante 1 día. Pasado este tiempo, volvemos a remover para que todo se integre bien y dejamos reposar de nuevo otros 2 días a temperatura ambiente. Escurrimos, guardamos los granos de kéfir para la próxima vez y tomamos el líquido.

Preparar kéfir de agua o kéfir de leche en casa es muy sencillo, barato y una vez conseguidos los granos de kéfir no tendremos que comprar más ya que se vuelven a aprovechar de una vez para otra.