Dicen que el desayuno es la comida más importante del día y, desde luego, no se equivocan. Sin embargo, en ocasiones olvidamos esta recomendación y desayunamos mal y deprisa, sin tener en cuenta el equilibrio de los alimentos ni si son saludables. Simplemente matamos el hambre o tomamos algo para no salir a la calle con el estómago vacío.
Esta rutina puede ser perjudicial para nuestra salud: desayunar mal puede condicionarnos el resto del día.
Si te sientes cansado, si notas tus defensas bajas o los exámenes médicos reflejan una falta de alguna vitamina o mineral, planteate si el problema no radica en un mal desayuno.
¿Por qué es tan importante el desayuno?
El desayuno es nuestro motor para comenzar cada mañana. Con una alimentación deficiente, nuestro cuerpo notará esa falta de gasolina, esa carencia de energía que no conseguiremos solo con un café para despertarnos y sobrellevar mejor los madrugones de los días laborables.
Desayunar correctamente es muy importante tanto en la infancia como en la edad adulta ya que todos estamos expuestos a esfuerzos a lo largo del día, tanto físicos como mentales: mientras que los niños acuden a clase, realizan actividades extraescolares, hacen debes y juegan con sus amigos en el patio del colegio, los adultos realizamos un sin fin de tareas de los cuales en ocasiones no somos conscientes del desgaste que suponen: trabajar, mantener la casa, cuidar de nuestros pequeños y salir por la ciudad a hacer recados o realizar algún tipo de ejercicio nos requiere centrar nuestra atención en la primera comida del día. Desayunar bien aumentará nuestro rendimiento y capacidad física, dándonos la energía que nuestro cuerpo necesita. Además, un correcto desayuno mejora nuestra concentración y memoria.
La siguiente razón para tomar un desayuno completo es mejorar nuestra nutrición, ya que en la primera comida del día podemos obtener los nutrientes necesarios para nuestra jornada.
En este sentido, el desayuno también ayuda a tener una dieta equilibrada. Es importante que incluyas hidratos de carbono (pan), fibra (cereales o pan integral), vitaminas (frutas) y minerales (leche). Un desayuno completo pasaría por tomar un vaso de leche, tostadas de pan integral y una pieza de fruta.
Además, desayunar no representa una ingesta de calorías innecesarias. Todo lo contrario, tomar un desayuno equilibrado a diario nos ayuda a prevenir la obesidad y controlar nuestro peso, ya que evitaremos el picoteo constante y llevaremos el ritmo recomendado de cinco comidas diarias.
Por último, desayunar correctamente está relacionado con un aumento de glucosa, lo que nos lleva a estar más alegres y de buen humor.
Es importante crear una rutina de desayuno saludable y cumplirla siempre, enseñar a nuestros niños la importancia del desayuno radicará en unos adultos sanos y con una dieta correcta y equilibrada.
Elimina la bollería industrial y los alimentos grasos de tu desayuno y apuesta por cereales, pan, frutas y leche para comenzar el día con energía y con todos los nutrientes que tu organismo necesita para encontrar la energía y la salud idónea para afrontar el día a día.