Entre las enfermedades emergentes que resurgen en Europa se encuentra el TIBOLA (Tick-borne lymphadenopathy), que actualmente se le conoce como DEBONEL (Dermacentor-borne necrosis-eschar-lymphadenopathy). Como puede apreciarse ambas denominaciones provienen de las siglas de sus nombres en inglés.
Esta enfermedad es producida por Rickettsias y afecta fundamentalmente a las personas que se encuentran en contacto directo con animales de granja como las cabras, ovejas y vacas.Existe gran preocupación porque cada vez son más frecuentes las enfermedades producidas por picaduras de garrapatas.
¿Qué es el DEBONEL?
El DEBONEL fue conocido inicialmente como TIBOLA, aparece con frecuencia en Hungría, Eslovaquia y en ciertas regiones de España. Su principal agente de contagio es la Rickettsia slovaca, pero ahora se conocen otros tipos como la Rickettsia raoultii y la Rickettsia rioja. Utilizan como vector las garrapatas del género Dermacenter, que habitan en el pelo largo de los animales.
Estas garrapatas durante su etapa adulta, en España prefieren el invierno principalmente de octubre a mayo y el pelo de mamíferos como cabras, jabalíes y vacas. En su estado inmaduro, que ocurre durante la primavera, habita en los roedores. Como este agente prefiere el pelo largo, la mayor incidencia de la enfermedad ocurre en las mujeres y los niños, afectando la parte superior del cuerpo, especialmente el cuero cabelludo.
El DEBONEL se considera una enfermedad emergente en Europa, pues cada año aumenta sus niveles de incidencia. España es el país más afectado, junto a Hungría y Francia. Esta afección a diferencia del resto de las enfermedades transmitidas por garrapatas se presenta mayormente durante el invierno, y tiene un periodo de incubación que oscila entre 1 y 2 semanas.
Los síntomas del DEBONEL
Los primeros síntomas que alertan sobre un posible contagio con las rickettsias productoras del DEBONEL comienzan a partir de los siete días luego de haber sido picado por una garrapata del género Dermacentor.
Generalmente, el cuadro de esta enfermedad se presenta con una escara de color amarillo y melicérica, que puede volverse necrótica con un color negro característico. En el 95% de los casos se puede observar en el cuero cabelludo.
Una de sus principales características es la presencia de adenopatías ubicadas en la región occipital y en la región posterior cervical. Dichas adenopatías pueden alcanzar de 1 a 1,5 cm de diámetro y suelen ser molestas y dolorosas. El paciente refiere dolor persistente de cabeza, decaimiento, malestar general y fiebre. Las personas afectadas presentan una alopecia residual, ubicada en la zona afectada.
Tanto las adenopatías como la caída del cabello pueden persistir como una secuela de la enfermedad, aun después de recuperada la persona pueden palparse durante meses.
Diagnóstico de la infección por DEBONEL
El diagnóstico del DEBONEL se establece fundamentalmente en dependencia de la sintomatología clínica y los antecedentes de exposición a la picada del vector en los meses de invierno.
El principal criterio diagnóstico es la visualización de la escara rodeada de un halo eritematoso, ubicado en el cuero cabelludo y adenopatías en la región cervical. En cuanto a los factores epidemiológicos, están determinados por la época del año.
Esta enfermedad puede ser fácilmente confundida con una infección bacteriana en la zona de la picadura de garrapata. Pero cuando una persona presenta adenopatías en la región cervical y refiere haber sido picado por una garrapata, y presenta una escara en el cuello cabelludo, lo más probable es que se trate de una infección por la R. slovaca u otras rickettsias.
Los exámenes de laboratorio, incluyen la serología para R. slovaca y reacción en cadena de la polimerasa (PCR). El método más eficaz es este último, pero se refiere que solo logra confirmarse el diagnóstico positivo en sólo el 50% de los casos.
La respuesta serológica ante la infección de este microrganismo es lenta. Además, si se cruza con especies de Rickettsia o R. conorii se pueden sobrestimar los valores. Estos son parásitos de corta viabilidad y presentan dificultad para su cultivo en el laboratorio.
Opciones para el tratamiento del DEBONEL
En algunos casos se establece que lo adecuado es indicar doxiciclina durante diez días en niños mayores de ocho años y un macrólido como azitromicina o claritromicina en niños menores de ocho años.Los tratamientos muestran buenos resultados.
¿Cómo prevenir el DEBONEL?
Para prevenir el DEBONEL se deben adoptar sobre todo medidas de prevención. Estas son las mismas que se establecen de forma general para evitar muchas otras enfermedades trasmitidas por garrapatas, que se basan en evitar la picadura de estos vectores.
Las garrapatas habitan no solo en los animales de corral y endémicos. Pueden trasladarse y acechar en la hierba, la hojarasca o el follaje. En el caso del DEBONEL, que aparece sobre todo en el cuero cabelludo, parecería que protegerse esta parte del cuerpo sería suficiente, pero no es así. Una vez adheridos a las ropas, estos ácaros son capaces de trasladarse a las partes del cuerpo del hospedero que prefieren. Estas son las más húmedas y oscuras donde, por supuesto, se incluye el cuero cabelludo.
Por ello, cuando se realizan visitas o se trabaja en zonas rodeadas de hojarasca o hierba, zonas rurales o granjas de animales de pelo largo, debe usarse ropa adecuada. Se debe usar calzado cerrado, pantalones y camisas de mangas largas. Los colores preferidos deben ser los claros, que posibilitan la rápida detección y remoción del ácaro de la ropa. También resulta muy conveniente el uso de repelente para insectos.
¿Y si me pica una garrapata?
Luego de regresar de una salida al exterior, revísate en busca de algún posible ácaro. En especial en el cuero cabelludo. Siempre es preferible que otra persona te ayude para que la misma sea más detallada.
Las garrapatas se remueven utilizando una pinza de puntas finas. Atenace con ellas la garrapata por su cabeza y lo más cercano posible a la piel y tire de ella firmemente hasta que se separe. Luego anote el momento en que fue picado por el ácaro. Esta es una información muy importante que debe proporcionar a su médico.
Aunque las picaduras de garrapatas son frecuentes, no siempre ellas transmiten enfermedades. No obstante, si empieza a presentar síntomas posteriores a la picada, acuda al médico y refiérale lo sucedido. Una atención especializada posibilitará un tratamiento temprano con antibióticos y así será más efectivo.
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