¿Sientes que necesitas controlar la ansiedad por comer? ¿Asaltas la nevera varias veces al día, incluso cuando ni siquiera tienes hambre? ¿Estás estresado y notas que comes de más? ¿No puedes dejar de comer y tu báscula lo está sufriendo? Si has contestado que sí a al menos una de estas preguntas o si realmente eres consciente de que tienes un problema con la comida, aunque tus motivos sean otros, déjanos ayudarte a superar y controlar la ansiedad por comer.
Comer demasiado y, sobre todo, comer mal, puede ser casi tan perjudicial como hacer una dieta extrema o caer en otro tipo de desórdenes alimenticios. Adelgazar mucho o engordar mucho nos puede traer muchos problemas aunque, de forma injusta, siempre se ve más saludable la segunda opción. Engordar no es bueno y maltratar nuestro cuerpo con una alimentación incorrecta, menos aún.
Por ello, en nuestro artículo de hoy te vamos a dar todas las pautas que necesitas para aprender a controlar la ansiedad por comer y vivir más sano y feliz.
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Contenido
10 consejos para saber cómo controlar la ansiedad por comer
Toma más agua
El agua no solo nos mantendrá hidratados, también nos ayudará a reducir esa ansiedad por comer porque nuestro cerebro creerá que estamos ingiriendo alimentos. Además, nos mantiene saciados y, si tomamos un vaso justo antes de cada comida, llegaremos a ella con menos hambre y nos podremos permitir raciones menores.
Tomar menos azúcar
En el bando contrario, en el de los alimentos que debemos evitar, se encuentra el azúcar. No te digo que lo elimines por completo, sabemos que es muy difícil, pero sí que seas consciente del efecto bucle que provoca el azúcar: cuanto más comes, más quieres seguir comiendo. Sé responsable y raciona la cantidad de azúcar que comes. Con un trozo de chocolate al día o un bollito pequeño tendrás más que suficiente.
Haz más comidas, pero de menos cantidad
Si tienes mucha ansiedad por comer, es mejor que hagas las comidas más a menudo, pero que estas sean más pequeñas. Eso sí, no te olvides de que las piezas de alimentos también sean todo lo más saludable y menos calóricos posibles: las frutas y las verduras serán los mejores snacks para tomar a deshoras.
Sal de casa
Estar todo el día en casa te llevará inevitablemente a asaltar la nevera a todas horas. ¡Sal más de casa o busca entretenimientos dentro de ella! La televisión es el mayor enemigo de nuestro peso, ya no solo por el sedentarismo de vida que nos aporta, también porque nuestro cerebro querrá comer mientras estás viendo la tele. Huye de ella y no caigas en la tentación de picotear mientras la estás viendo, no relaciones los dos conceptos o entrarás en un círculo muy difícil de salir.
El ejercicio será tu mayor aliado, además de porque te ayuda a perder peso y quemar las calorías de más, ajustará tu metabolismo para que acabes con la ansiedad por comer.
¡No te saltes el desayuno!
En nuestro blog te hemos hecho mención muchas veces a esa frase tan popular que dicen «desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo». Nunca, bajo ningún concepto te saltes el desayuno. Eso provocará que arrastres hambre el resto del día y que comas peor.
Duerme bien
Aunque no lo creas, hay una relación entre el descanso, el peso y la posibilidad de controlar la ansiedad por comer. Mantén una rutina de horas de sueño, no solo de cantidad, también es importante que, más o menos, te vayas a dormir siempre a la misma hora y te levantes igual. Esto te ayudará a controlar también tu metabolismo y tu ansiedad por comer.
Tu salud, tu peso y tu rutina te agradecerán este descanso que debes y puedes hacer. No hay excusas: quita el tiempo de otro lado, pero no te quites nunca horas de sueño necesarias.
Come más proteínas e hidratos de carbono
Hay dos elementos en nuestra alimentación que nos ayudarán a controlar la ansiedad por comer: las proteínas y los hidratos de carbono. Si bien hemos dicho que el azúcar nos da más ganas de seguir comiendo azúcar, con las proteínas y los carbohidratos conseguiremos saciarnos y sentirnos satisfechos. De este modo, no recordaremos el deseo de comer a horas que no nos corresponde.
Sé responsable de tus propios actos
Debes tener claro que, al final, el único responsable de lo que haces y el único que pagará las consecuencias eres tú. Por ello, debes responsabilizarte de tus actos y no echar la culpa a factores externos. Los balones fuera no te ayudan nada. Conciénciate y hazlo, sin excusas, sin plazos, sin culpables.
Además, recuerda que eres el espejo en el que se miran tus hijos. Si te ven con esta ansiedad por comer, es muy probable que de adultos ellos también la desarrollen. ¿Es este suficiente motivo para que te controles cuando no toca?
Elimina tentaciones
Vale, llevas tiempo intentando controlar las tentaciones pero no lo consigues. Sigues asaltando la nevera a deshoras y picando todo tipo de alimentos que no son nada sanos. ¿Sabes cual es la mejor solución en tu caso para controlar la ansiedad por comer? Cortar por lo sano. En uno de esos arrebatos de culpabilidad que te dan después de un atracón, invierte tu tiempo en algo productivo: haz la compra online. ¿Por qué online? Porque, si no ves físicamente los alimentos, evitarás la tentación de comprar bollos, dulces y otro tipo de ingredientes calóricos que tan buena pinta tienen.
Haz la compra de un modo responsable e incluso picoteo sano. De esa forma, cuando vayas a echar mano a la nevera para comer de más, al menos, estarás comiendo productos que te van a aportar nutrientes y pocas calorías y, poco a poco, conseguirás que tu cerebro deje de enviarte la orden de asaltar la nevera. Si no te gusta lo que tienes, se acabaron las tentaciones.
Hazlo por salud, no por peso
Por último, para controlar la ansiedad por comer debes concienciarte de algo muy importante: no es una cuestión de peso o estética, si no de salud. Comer mucho y mal te va a repercutir seguro en tu salud a corto y medio plazo: colesterol, triglicéridos, azúcar, fatiga, dormir mal, dolores estomacales… Son muchos los problemas con los que te puedes encontrar si no llevas una alimentación correcta.
Está claro que vernos guapos nos gusta a todos, especialmente en verano, cuando el cuerpo deja de esconderse tras la ropa, pero recuerda siempre que la mejor operación bikini es la que no tienes que hacer. Cuida tu salud e inevitablemente estarás cuidando tu peso.
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