Una de las compras que más dudas nos genera es la de la almohada o el colchón. El equipamiento de cama merece toda nuestra atención y, por nuestra parte, te recomendamos que no escatimes en poner a su disposición todos los recursos que te puedas permitir. En tu cama irá tu descanso, algo imprescindible para tu día a día, quizás, el primer pilar de tu salud. Por ello, hoy queremos dedicarle un artículo completo solo a la cuestión de cómo elegir la almohada según tus características personales o tu forma de dormir.
La tarea se complica cuando dormimos en pareja y tenemos que elegir una almohada para los dos. Si vuestros intereses os plantean conflictos muy distantes, siempre podéis optar por comprar dos almohadas individuales. De hecho, cada vez más parejas, por comodidad, optan por esto.
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Cómo elegir la almohada
Grosor:
La postura que sueles adoptar al dormir debe tener su influencia directa sobre el tipo de almohada que eliges. Por ejemplo, si duermes boca arriba, la mejor almohada sería una de grosor medio, mientras que si duermes de lado te irá mejor una gruesa. ¿Duermes boca abajo? Opta por una almohada bastante fina.
Tipo de relleno:
Además del grosor de la almohada, también debemos tener en cuenta el relleno. Hay diferentes tipos: la industria del descanso ha avanzado mucho y el relleno de la almohada ha evolucionado con ella. De nuevo, la postura que adoptes a la hora de dormir será un buen indicador para elegir el tipo de relleno. Si duermes boca abajo, las plumas o fibras sintéticas te ayudarán más gracias a lo blandita que será la almohada. Si duermes de lado, las de sistema de memoria, látex o viscoelásticas.
Nos detenemos un momento en este punto, ya que, a pesar de que por firmeza te pueden parecer iguales, en la cuestión de los cuidados exigen acciones diferentes. Las de látex necesitan ventilación constante, mientras que las viscoelásticas cuentan con un sistema propio de ventilación, por lo que no necesitarás hacer nada.
¿Miro el precio?
Ahora que ya sabes cómo elegir la almohada, te hacemos una pregunta que puede parecer lógica pero que a veces olvidamos. ¿Le pondrías precio a tu salud? Tampoco lo hagas con tu descanso. Descansar sobre una mala almohada o sobre una que no es recomendable para ti te puede acarrear problemas de salud a corto y medio plazo, desde problemas de cervicales, hasta debilitamiento del sistema inmunitorio, problemas de dolores de cabeza o aumento de peso, entre otros muchos problemas que se pueden presentar.
Si tienes dudas, recuerda consultar con un especialista que te ayudará a tomar la decisión correcta.
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