El cáncer de lengua o cáncer oral apenas es conocido debido a su baja incidencia. Apenas un 2% de los tipos de cánceres existentes corresponden a esta región del cuerpo. Sin embargo, todos los pacientes merecen el mismo respeto y la misma visibilidad, independientemente de que sean dos o dos mil, por lo que hoy queremos poner nuestro granito de arena para visibilizar el cáncer de lengua.
En este artículo te contamos algunos datos curiosos sobre el mismo y la información más importante para que lo detectes a tiempo y le pongas solución. Afortunadamente, si lo cogemos en una etapa temprana tenemos muchas opciones de superarlo.
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Cáncer de lengua: nuevas informaciones
El primer dato interesante que te podemos dar acerca del cáncer de lengua, es sobre su población de riesgo. Afecta a ambos géneros, aunque se ha visto con más frecuencia en hombres mayores de 40 años.
La probabilidad de éxito del tratamiento es bastante alta, siempre que se detecte en una fase temprana.
Asimismo, también deberás saber que hay diferentes tipos de cáncer de lengua, siendo el carnicoma escamoso el más común.
Pero, ¿cuáles son realmente los factores de riesgo del cáncer de lengua? Entre ellos, destacamos en tabaquismo y alcoholismo como una de las causas principales, especialmente si somos fumadores y bebedores habituales. Pero hay más: las infecciones por el virus del papiloma humano o una alimentación pobre en vegetales también nos pueden conducir a él.
¿Cómo detectar el cáncer de lengua?
Como ya te hemos comentado, la detección temprana del cáncer de lengua es fundamental para la supervivencia por lo que, si formas parte de los grupos de riesgo que hemos mencionado más arriba o si tienes alguna sospecha, es importante que te fijes bien en los síntomas para que acudas a un doctor y determine si efectivamente estás en lo cierto.
Uno de los primeros síntomas es la aparición de llagas en la zona de la lengua, pequeñas úlceras permanentes y dolorosas, o de manchas blancas o rojas. Si estas manchas persisten en tu lengua por más de dos semanas, deberías ir al médico a realizarte una biopsia.
El mal aliento es otro síntoma muy común en este tipo de cáncer. Desaparece al lavarnos los dientes, pero volverá a aparecer. Junto a él, también el sabor a sangre, que puede ir acompañado de la propia sangre o no. Cuando esto ocurra, coge un algodón y, con mucho cuidado, intenta determinar de dónde viene esta sangre para poder explicárselo a tu doctor.
Por último, el dolor también es muy frecuente, tanto en la propia lengua como en la boca en general, en la garganta o incluso en los oídos.
Evita que se extienda
Lo fundamental, como siempre que hablamos de salud, es la detección temprana para poner un tratamiento efectivo que acabe con él. Cuanto antes, mejor. Es preferible equivocarte en tus sospechas que dejarlo pasar y que se extienda. El cáncer de lengua puede llegar a afectar a otras zonas como la garganta. No te la juegues.
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