¿Te apetece preparar un bizcocho de limón para merendar esta tarde? Seguro que tienes ya tu propia receta, la que te enseñaron en casa o la que te bajaste de Internet la primera vez que fuiste a hacer uno y, como salió bueno, con esa te has quedado.
No nos parece mala idea, pero hoy queremos ayudarte a cambiar un poco para ver si, con unas pequeñas variaciones, consigues mejorar la receta y ahora un bizcocho de diez para que todos se chupen los dedos en casa.
En este caso, vamos a apostar por una idea bastante original: un bizcocho de limón sin huevos ni margarina. ¿Te parece imposible? No lo es. ¡Sigue leyendo!
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Receta del bizcocho de limón sin huevo
Ingredientes:
- 300 gramos de harina
- 200 gramos de azúcar
- 200 ml de leche de soja
- 100 gramos de aceite de girasol
- 1 sobre de levadura tipo Royal
- 1 cáscara de limón rallada
Preparación:
El «montaje» del bizcocho de limón se realiza muy rápido, por lo que te recomendamos que, en cuanto entres en la cocina para meterte en faena, comiences precalentando el horno. Ponlo a 180º, 12 minutos, con calor en la parte inferior.
Con el horno en marcha, ¡qué empiece la fiesta en tu encimera! Coge un bol y, en él, mezcla el aceite y la leche de soja; en otro bol aparte, mezcla el resto de ingredientes y remueve bien para que se integre todo y no queden grumos. Es importante que la harina la tamices bien o al menos que tengas cuidado de que no queden partes no homogéneas, ya que este es el punto clave para que la textura del bizcocho sea suave y deliciosa.
Echamos el contenido del bol 2 en el contenido del bol 1, removiendo bien mientras lo agregamos y seguimos moviendo un poco más para asegurarnos de nuevo que tenemos una mezcla homogénea.
Ahora, mezclamos toda la masa en un molde pequeño (puede ser con la forma que tú quieras) y lo metemos en el horno, que a estas alturas ya habrá terminado su precalentamiento, durante 10 minutos a 180º con el calor por la parte de abajo. Pasado este tipo, cambiamos a calor arriba y abajo y lo dejamos 30 minutos más.
¡Y listo! Pasado este tiempo, recuerda hacer la prueba del palillo para ver que por dentro está bien y ya puedes retirarlo y dejarlo enfriar. Cuando esté frío, si quieres, puedes añadirle un topping de azúcar glass o incluso partirlo en dos capas y rellenarlo con mermelada.
Los bizcochos caseros son una idea fantástica para merendar, para desayunar o incluso como postre. Son fáciles, rápidos y baratos de hacer y te ayudará a comer dulce sin que tengamos que ingerir los típicos conservantes y colorantes de la bollería industrial.
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