Tal vez lo hayas visto alguna vez en el supermercado, quizá ya forma parte de tu alimentación semanal o puede que no lo hayas probado nunca. En cualquiera de estos casos, hoy queremos que conozcas más sobre los beneficios del palmito, una verdura que se obtiene de un lugar muy especial y que le da a nuestras ensaladas, sándwiches o menestras un sabor muy especial y una textura premium. El palmito, ese gran desconocido para algunos, tiene mucho que ofrecernos y bien merece cada céntimo que hay que pagar por él.
Y decimos esto porque es cierto que muchas personas no consumen palmito habitualmente porque es algo caro. En España, un tarro con unos siete tallos, de aproximadamente diez centímetros de longitud cada uno ronda los 4 – 5 euros de media. Hay diferentes marcas que lo comercializan, pero es cierto que un tarro de una calidad media tiene un coste que no todos los hogares se pueden permitir con asiduidad. En este artículo te vamos a hablar acerca del origen del palmito, sus beneficios, quiénes son sus principales productores y si tiene alguna contraindicación.
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Origen: de dónde viene y qué es este producto
Este producto alimenticio está catalogado como verdura, aunque a simple vista te puede suceder algo similar al eterno dilema que ocurre con el aguacate. ¿Es una fruta? ¿Es una hortaliza? ¿Es una verdura? Con el palmito sucede algo parecido, aunque, si somos puristas y nos acogemos a su catalogación oficial, te desvelamos que se considera verdura.
El palmito, también conocido como chonta o jabato, se obtiene a partir del tallo de la palmera. Su origen su encuentra en Sudamérica. Brasil y Ecuador se repartieron, históricamente, el liderazgo, aunque hoy en día se produce palmito desde otros países como Costa Rica, Estados Unidos (Hawai), Paraguay, Bolivia o Argentina. Incluso en zonas del sur de España también hay algunos cultivos de palmito gracias al clima tropical del que gozan algunas tierras. Curiosamente, el país donde más palmito se consume es Francia.
Su cultivo no es sencillo y de ahí viene la justificación del precio. Si te decimos que cada palmera da aproximadamente 1 kg de palmito y que para su extracción se necesita en torno a 1 año, seguro que ya no te parece tan caro ese tronquito de palmito que le añades a tus ensaladas en ciertas ocasiones.
Para su obtención, se extrae el cogollo que se ubica en el tronco de la palmera, se retiran las zonas más duras y se recoge la parte blanda y fresca. Solo esto es comestible, el resto se desecha.
Beneficios del palmito
Como ves, el palmito requiere mucho tiempo y trabajo para su obtención, de ahí que su precio no sea tan económico como puede ser el de una lechuga, un tomate o una banana. Pero el palmito tiene muchos beneficios para la salud que justifican que sigamos consumiéndolos y haciendo ese esfuerzo extra en la cesta de la compra.
Su beneficio más conocido es su riqueza en hierro y potasio. Estos dos nutrientes nos mantienen fuertes y enérgicos, además de ser muy buenos aliados para deportistas, personas que tengan tendencia a la anemia e incluso para momentos determinados, como los días de la menstruación o citas importantes que requieran un esfuerzo físico, como competiciones deportivas.
Además, el palmito contiene vitamina C, por lo que es un buen aliado para reforzar nuestras defensas. La pandemia de la covid-19 nos ha enseñado lo importante que es tener un sistema inmunitario fuerte y eso se consigue gracias a la alimentación y a nuestro estilo de vida. La vitamina C es uno de los mejores nutrientes para reforzar las defensas y prevenir enfermedades. Puedes aprovechar para consumirlo en esas temporadas en las que ciertas frutas, como la naranja o la mandarina, escasean. Es una buena alternativa.
Nutricionalmente hablando, otro de sus mejores puntos es su alto contenido en fibra soluble. Seguro que estás pensando que la fibra es buenísima para regular el intestino y tener una mejor regularidad a la hora de ir al baño, valga la redundancia. Pero la fibra soluble sirve para mucho más que para esto. También puede regular el colesterol y la glucosa.
Por último, también es importante destacar que contiene unos buenos niveles de fósforo, así que si estás en época de exámenes o si coqueteas ya con la tercera edad, seguro que te interesará consumir alimentos ricos en fósforo para aprovechar sus beneficios sobre la memoria.
¿Se puede comer palmito si quiero adelgazar?
Rotundamente, sí. De hecho, si nos lees asiduamente, ya sabrás que en Actitud Saludable abogamos por una alimentación sana y real, incluso si estamos tratando de adelgazar, creemos más en comer comida real y en tener hábitos de vida sanos que en contar las calorías todo el día o en restringir grupos de alimentos que nos da la Naturaleza. Por eso, el palmito es uno de nuestros preferidos para cualquier tipo de “dieta”.
Pero no solo porque sea comida real, también porque no contiene grasas y sus calorías son muy pocas. Estas dos cuestiones y su contenido en agua y en fibra, además de los buenos valores nutricionales que acabamos de repasar, hacen que sea un ingrediente muy bueno para añadir a tus ensaladas.
Contraindicaciones del palmito, ¿todo el mundo lo puede tomar?
Por supuesto, no es bueno el exceso de ningún alimento. Tomar palmito con cantidades razonables es buenísimo, de hecho, no se le conocen contraindicaciones para la salud. Tal vez el único caso en el que se le pediría al consumidor que razone si puede consumirlo es si existe algún tipo de problema intestinal. En ese caso (o si tienes cualquier otra duda), te recomendamos que consultes con tu médico o tu nutricionista para que, en base a tu historial clínico y tus particularidades personales, puedas escoger el mejor tipo de alimentación para ti.
No todo podía ser bueno: el coste medioambiental del esta verdura
El palmito puede llegar a ser un alimento un poco polémico. Y es que, aunque hemos visto que es muy bueno para la salud, desde organizaciones comprometidas con el medio ambiente advierten del impacto medioambiental que tiene su producción. El cultivo del palmito está asociado a la deforestación de bosques y selvas. Por eso, si piensas consumir palmito frecuentemente, te invitamos a que invites sobre las diferentes marcas que puedes encontrar en el mercado para que conozcas más sobre su proceso de obtención y escojas aquella que sea sostenible. Por fortuna, esta polémica ha hecho que diversos productos creen sistemas sostenibles, por lo que el coste medioambiental de comer palmito baja considerablemente.
Tal vez pienses que esto no va contigo, pero es importante tener conciencia sobre el mundo que nos rodea, el que cada vez nos envía más avisos de que debemos cambiar antes de que sea demasiado tarde. Por eso, como consumidor tienes en tu mano apostar por productores y fabricantes que tengan mejores políticas en materia de sostenibilidad, para apoyar a aquellos que tratan de hacerlo bien y que, poco a poco, todos sigan el mismo camino. A fin de cuentas, es un camino que nos beneficia a todos.
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