Popularmente se piensa que el azúcar moreno es más nutritivo y saludable que el azúcar blanco, básicamente porque el color marrón de ciertos alimentos, como el arroz o el pan integral, son más beneficiosos para la salud que en su versión blanca. Sin embargo, esto no siempre es así.

Aunque siempre se hable del consumo de azúcar como algo negativo y que únicamente aporta calorías vacías (por su baja cantidad de nutrientes en su composición), el azúcar moreno en sí mismo puede ser un buen sustitutivo siempre que tengamos claro la composición del mismo.

Gracias a su proceso de obtención más natural, el azúcar moreno se impregna de la melaza, ese líquido de textura melosa rico en nutrientes que se pierde en los refinamientos del azúcar blanco.

¿Cómo se obtiene?

Los tallos de la caña de azúcar o la remolacha azucarera son prensados hasta que se obtiene un jugo de tonalidad parda, y tras la evaporación del agua se obtiene un jarabe semicristalizado. En este momento se podría pensar que ya tenemos el azúcar moreno sin embargo, en numerosas ocasiones lo que nos llega a los comercios no es más que azúcar blanco refinado mezclado con melaza, para obtener el color característico del producto.

Por ello, es importante que nos aseguremos del producto que estamos adquiriendo, que sea lo más fiel posible a lo que nos quieren vender. Ya que la melaza se quedaría impregnada en las capa exterior, de manera que apenas afecta a su composición nutricional.

Las principales diferencias

Una de las diferencias más allá del color, es la del sabor. El azúcar moreno al contener la melaza desde su origen, le aporta ese sabor más dulce aunque con cierto deje amargo. También tiene una textura diferente, algo más húmeda y grumosa, gracias a que se han evitado los diferentes procesos de refinado por los que pasa el azúcar blanco.

En cuanto a valores nutricionales, el azúcar moreno está bastante mejor valorado pero no dista demasiado de su semejante. Por ejemplo, en el número de calorías con 380 kilocalorías por cada 100 gramos del azúcar moreno en contra de los 387 kilocalorías del azúcar blanco para la misma cantidad. Lo mismo ocurre con los hidratos de carbono o los azúcares, con cifras muy similares entre ambas.

Entonces, ¿dónde están las diferencias nutricionales?. El azúcar moreno contiene una amplia gama de minerales en bajas cantidades como son el calcio, potasio, hierro o sodio; sin olvidarnos de vitaminas del grupo B provenientes de la melaza.

¿Un buen sustituto?

Pues tras los datos presentados, podemos concluir que es ligeramente más saludable. Pero como siempre, hay que recordar que el exceso de azúcar es perjudicial para nuestro organismo, desde transformándolo en grasas a poder afectar nuestro sistema inmunológico.

Por ello, siempre hay que consumir azúcar con moderación, procurando no superar la cantidad diaria recomendada de unos 30 gramos al día (equivalente a 7 cucharadas pequeñas). Y no solamente vigilando las cucharadas del café, sino en muchos de los alimentos que consumimos diariamente.

Recetas con azúcar moreno

Al incluirlo en nuestras recetas tradicionales de bollería o galletas, conseguiremos cambiar el color de nuestros platos hacia el tono oscuro del propio azúcar. Además, como ya hemos comentado el sabor de la melaza se mezclará con nuestros alimentos volviéndolos aún más dulces sin tener que añadir más cantidad de azúcar.

Para los más atrevidos, también sirve para realizar adobos de carne, pasteles de frutas o incluso sobre palomitas. De manera que rompemos la idea del azúcar como complemento de cafés, tés o batidos. La textura y color nos permitirá jugar mucho en la cocina, dando absoluta libertad creativa.