La coca de tomate es denominada por muchos como la pizza valenciana, ya que cuenta principalmente por una base hecha con harina y un relleno que cuenta con el tomate, el pimiento y la cebolla como ingredientes principales.
Al igual que su semejante italiano, la coca de tomate permite un sinfín de rellenos diferentes o elaboraciones de masa, convirtiéndolo en un plato muy versátil y que permite aunar diferentes ingredientes en una misma preparación. En Alimentos Ricos, os proponemos la receta tradicional y algunas variedades de coca de tomate.
Contenido
La receta clásica de coca de tomate
¿Qué necesitamos?
Para la masa:
- 500 gramos de harina
- 150 mililitros de cerveza
- 200 mililitros de aceite de oliva
- Sal
Para el sofrito:
- 350 gramos de cebolla
- 350 gramos de pimiento rojo y verde
- Pescado en conserva como atún, anchoas, etc.
- Aceite de oliva
- Sal
¿Cómo lo preparamos?
En un bol mezclamos la harina, junto con la cerveza y el aceite de oliva. Añadimos una pizca de sal y empezamos a remover despacio todos los ingredientes para que se mezclen bien.
Cuando ya tengamos la mezcla hecha una bola, seguimos amasando sobre una superficie uniforme. Echamos un poco de harina por encima de la superficie para que no se nos pegue la masa, y amasamos rompiendo la masa y volviendo a juntar. Un pequeño truco para evitar que se nos peguen los dedos a la masa, es utilizar un poco de aceite en nuestras manos, de manera que estarán más lubricadas. Dejamos reposar la masa de nuestra coca de tomate.
Comenzamos con nuestro sofrito. Cortamos la cebolla y el pimiento en juliana, y lo llevaremos a una sartén con aceite de oliva. Vamos moviendo hasta que queden bien rehogadas.
Ahora llega el momento de añadir nuestro tomate. Siempre intentaremos que sea tomate natural y lo más troceado posible, así evitaremos que nos pasemos de cocción. Añadimos un toque de sal a nuestro gusto, y si lo encontramos demasiado ácido, añadimos una pizca de azúcar para corregir.
Mientras se termina de hacer el sofrito, seguimos con la masa de nuestra coca de tomate. Con la ayuda de un rodillo o una botella, comenzamos a estirar la masa sobre una superficie plana y uniforme. Tenemos que procurar que no sobrepase el tamaño de nuestra bandeja de horno.
Incorporamos nuestra masa estirada en una bandeja de horno con papel especial de horneado. Repartimos el sofrito por la masa, dejando los bordes despejados como si se tratase de una pizza. Por último, añadimos el pescado de conserva que más nos guste, aunque también podemos disfrutar de nuestra coca de tomate sin añadir nada más.
Por último nos quedará su horneado 250 ºC, de 10 a 15 minutos. El toque final será un fino hilo de aceite de oliva por encima de nuestra coca de tomate.
Y aún hay más…
Coca de tomate dulce
Siguiendo los mismos pasos de la receta tradicional, pero solo haremos el sofrito con el tomate natural y cebolla muy bien picada. Al verter el sofrito encima de la masa estirada, espolvoreamos con azúcar moreno la cantidad que deseemos. Horneamos y una vez que esté templada, añadimos hierbabuena espolvoreada por encima, le añadirá un punto realmente interesante.
Coca de tomate empanada
En muchas casas, la coca de tomate se toma en forma de empanada. Para ello habrá que seguir los mismos pasos de preparación de la receta tradicional, pero duplicando las cantidades para crear otra capa de masa que cubra el sofrito. Para finalizar, con la ayuda de una brocha de silicona, pintaremos todo el exterior con yema de huevo.
Coca de tomate con sardinas
Ya hemos hablado que se suele utilizar pescado en conserva, pero también podemos añadir pescado fresco a nuestra coca de tomate, beneficiándonos de sus excelentes propiedades para nuestra salud. Además, podemos añadir prácticamente lo que se nos ocurra, como berenjenas, zanahorias, espárragos, quesos, aguacate, etc.
Coca de tomate ibérica
Un producto puramente nacional no puede salvarse de su una versión ibérica por los cuatro costados. Para ello que mejor que acompañar la coca de tomate con jamón serrano o con lonchas de caña de lomo ibérica junto con unas finas líneas de una reducción de vinagre balsámico. Un aperitivo o cena, con la que no fallarás.