Se ha anunciado que ya está en el mercado la llamada «pequeña píldora rosa«. Pero, ¿qué es exactamente? Aunque su nombre nos pueda sugerir que es otro tipo de píldora anticonceptiva, estamos totalmente equivocados…
Y ¿por qué tanto revuelo acerca de esta noticia en el campo médico?
Es que esta «pequeña píldora rosa«, como se le ha denominado popularmente que tiene como nombre comercial Addyi (Flibanserina) se augura, que por su aplicación en el incremento del deseo sexual en las féminas, tendrá una gran aceptación y venta.
Esta «pequeña píldora rosa» es de hecho, el primer fármaco para ayudar a las mujeres con la libido baja que ha sido aprobado por la FDA, por sus siglas en inglés, que es la organización encargada de la aprobación de medicamentos y alimentos a nivel Federal en los Estados Unidos de América.
Se conoce que desde el mes de agosto estaba pendiente su salida al mercado pero fue retenida esa aprobación teniendo en cuenta algunos efectos indeseados como son presión arterial muy baja y pérdida de la conciencia. Y empiezan las razones para justificar la controvertida puesta en el mercado, y como toda obra, tiene detractores y aquellos defensores a ultranza.
Pero es que de forma paralela se señala explícitamente en las instrucciones y recomendaciones que aparecen en el envase, que no se recomienda su consumo al mismo tiempo que se toman bebidas alcohólicas.
Otra advertencia es que no debe ser utilizado por mujeres con problemas de hígado o tienen tratamientos con otros medicamentos.
¿Cómo debe tomarse esta pequeña píldora rosa?
Se recomienda consumirla una vez al día, fundamentalmente para ser tomado en la noche. Se plantea que su consumo debe estar restringido y que sólo puede ser prescrito o dispensado por los médicos y los farmacéuticos que han recibido instrucciones detalladas sobre la droga y sus beneficios y riesgos.
¿Y si existen estas restricciones y efectos adversos por que se aprueba el uso y venta de este fármaco?
Este medicamento ha sido estudiado en 11.000 mujeres. Se reporta que ciertamente brinda una mejoría en la función sexual de las mujeres que tienen problemas relacionados con la libido. Se precisa en estos resultados que el uso de esta “pequeña píldora rosa” no estará relacionado con otros importantes factores vinculados con la actividad sexual femenina como pueden ser los problemas interpersonales de pareja o emocionales. Tampoco podrá modificar el resultado si se trata de cuestiones relacionadas con las relaciones sexuales dolorosas.
Pero más allá de los beneficios, que siempre cabe la duda de su real efecto, la búsqueda de un medicamento para los problemas de la libido en las mujeres ha sido como un santo grial para la industria farmacéutica, dada la enorme popularidad y cantidad de fondos de los medicamentos que desde la década de los 90 se utilizan para la disfunción eréctil masculina, véase Viagra y Cialis.
Y este largo camino de este fármaco, Addyi, para recibir la aprobación de la FDA, ha tenido un controvertido devenir, pues desde el 2010 que se presentó por primera vez fue rechazado en dos ocasiones por la agencia.
Sin embargo, sus defensores argumentan que el fármaco proporcionaría una opción importante para millones de mujeres que sufren de trastorno del deseo sexual hipoactivo, lo que provoca una falta de deseo sexual de forma persistente o recurrente.
La otra cara de esta “pequeña píldora rosa” son los valiosos argumentos esgrimidos por los opositores sustentados en serias preocupaciones sobre los efectos de la droga fundamentalmente centrados en los síntomas de la fatiga extrema y el potencial de lesiones accidentales, así como preguntas sobre la efectividad del medicamento.
Mientras el debate se acentúa acerca de sus beneficios y efectos indeseados o inexistentes, persisten las mujeres que aquejadas por estas dolencias esperan ansiosamente por la “pequeña píldora rosa”.