Si eres usuario activo de las redes sociales, seguro que en los últimos meses has visto un auge creciente de cuentas acerca de la comida real o real fooding. Hay quienes se autoproclaman real fooders y buscan inspirar a otros en esta nueva corriente que en realidad lo único que busca es que aprendamos a comer más sano y sobre todo más natural. Y sí, es posible hacerlo de una forma muy sencilla.
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¿Qué es el real fooding?
Si te has topado con este tipo de cuentas, te contamos qué vas a encontrar en ellas y qué defiende el real fooding.
El real fooding es una rama de la nutrición que defiende la comida natural y rechaza los ultraprocesados. Los ultraprocesados son aquellos alimentos que contienen un gran número de ingredientes, la mayoría de ellos artificiales y que suman muchas grasas, azúcares y sal a tus platos, en detrimento de tu salud y también de tu bolsillo ya que, normalmente, son más caros y además nada saludables.
El mayor defensor del real fooding es Carlos Ríos, autor del libro Come comida real y cuya cuenta de Instagram es la más popular en español en esta temática. En ella, nos da consejos para comer mejor, más natural y más real, realiza juegos para que entendamos mejor la naturaleza de los alimentos y sus beneficios y hace rondas por los supermercados más populares para contarnos qué es comida real, qué es un procesado bueno y qué es un ultraprocesado.
Y es que, dentro de los procesados, hay algunos que están permitidos. Lo veremos a continuación.
Clasificación de los alimentos: reales, procesados buenos y ultraprocesados
Los alimentos reales son aquellos que deberían constituir la mayor parte de nuestra dieta. Son los que no han tenido ningún tipo de añadido artificial y habitualmente es fácil reconocerlos, ya que están formados por un solo ingrediente. Por ejemplo, frutas, verduras, hortalizas, legumbres… todos ellos son alimentos reales. Lo ideal es que los combines en tus recetas para crear platos 100% reales.
Por otro lado, encontramos los procesados buenos. Estos son los que tienen pocos ingredientes (habitualmente no más de cinco) y que no incluyen elementos artificiales. Por ejemplo, el salmorejo o gazpacho que se suele vender en los supermercados, la mayoría de las veces es un buen procesado.
En el lado de los ultraprocesados o procesados malos encontramos, por desgracia, la mayoría de los alimentos que se encuentran envasados y que son una bomba de químicos, calorías, grasas, azúcares y sal. Seguro que piensas en las pizzas congeladas, pero hay muchos otros ultraprocesados, incluso, algún tipo de embutido o lácteo puede parecer inofensivo en primer lugar pero si miramos la etiqueta es un ultraprocesado.
¿Cómo leer las etiquetas de los alimentos?
La etiqueta que contiene la información nutricional de los alimentos es muy importante. Hasta ahora, la mayoría de la gente apenas se fijaba en las calorías, pero hay mucha información vital para saber lo que estás comiendo y reconocer si se trata de un alimento sano o no.
Aunque puede ser una tarea mucho más compleja de lo que parece, hay algunas claves que te ayudarán a leer rápido la etiqueta nutricional de los alimentos.
Una de las primeras cosas en las que te debes fijar es en la cantidad de ingredientes. Cuantos más ingredientes, menos natural es. Pero además, fíjate también en los porcentajes para ver cuánta cantidad tiene de cada cosa. Si no se indica, el orden de los ingredientes también es importante, ya que están puestos de más a menos. Por ejemplo, quizás te sorprenda ver un ultraprocesado que te dice que tiene pollo y lo encuentras casi al final de la lista… Eso significa que de pollo no tiene casi nada.
Las calorías son importantes, pero sobre todo, si tu objetivo es adelgazar o no engordar, debes fijarte en las grasas saturadas y los hidratos de carbono o azúcares. Estos son los elementos de un alimento que más te harán engordar.
Un alimento saludable será aquel que contenga un bajo nivel calórico, grasas insaturadas (si te fijas siempre pone «grasas, de las cuales saturadas son»), proteínas y agua.
La sal es otro de los grandes enemigos de la salud, especialmente si estás tratando de cuidar tu salud cardiovascular y tu tensión arterial.
Por último, no te olvides de los azúcares. Te sorprenderá comprobar que prácticamente todo lo que comes tiene azúcar. Revisa bien la etiqueta para que no estés tomando una cantidad desproporcionada.
Comer con cabeza es la clave del real fooding
No hace falta ser un experto en nutrición para conocer qué es más saludable o qué alimentos son artificiales y por tanto no es lo mejor que puedes tomar.
La clave siempre estará en tener en casa alimentos sin procesar: frutas, verduras, hortalizas, legumbres, huevos… En la época actual cada vez está más en desuso utilizar lo natural, lo de siempre, porque vamos con prisa y terminamos comiendo aquello que nos resulta más fácil cocinar o, peor aún, que ya está cocinado. Error.
Aparte de cocinar con alimentos naturales, también debes tener un poco de equilibrio y saber que te puedes dar un gusto cuando quieras pero que, por ejemplo, comer todos los días una bollo industrial o un paquete de fideos instantáneos ya hechos no es lo más sano del mundo. Y no, cenar pizza congelada tampoco cuenta como alimentación.
La nutrición es mucho más que comer y a veces se nos olvida. Comemos para disfrutar de ello y para saciar el hambre, pero en realidad nuestro objetivo debería pasar por buscar la forma de nutrirnos mejor, de darle al cuerpo aquello que necesita y rechazar lo que nos hace mal. No te va a garantizar tener una salud de hierro, pero sí conseguirás estar más cerca de ello.
¡Quiero ser realfooder! ¿Es una moda pasajera?
Probablemente, el boom de la comida real en redes sociales como Instagram sea una moda pasajera, no te decimos que no. Quizás, los perfiles que hoy despiertan tanto interés, el día de mañana vayan perdiendo seguidores porque haya otra corriente que inspire más.
Pero la clave de todo esto es que habrás aprendido a comer mejor y si lo mantienes durante toda tu vida, descubrirás que comer bien, comer sano y comer rico no está reñido. Puedes disfrutar de comida deliciosa sin caer en los ultraprocesados o en alimentos que son de todo menos naturales.
Porque la comida, más allá de buscar adelgazar o estar a la moda, debe buscar cuidar tu salud, tanto si tienes alguna patología que te requiera mirar mejor tu menú (diabetes, colesterol, tensión alta…) como si simplemente quieres cuidarte y estar lo más sano posible.
Así que sí, aunque esto sea una moda pasajera, déjate llevar por ella, porque al contrario que otras tendencias virales esto sí te va a dar un bien para tu salud.
¡Disfruta!
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