Menopausia y embarazo parecen incompatibles, ¿no es cierto? Ya que para que se produzca un embarazo, es necesario que un óvulo sea fertilizado, y como todas sabemos, la menopausia es decir la falta de menstruaciones, significa que ya no tenemos más óvulos en nuestros ovarios.   La ciencia moderna ha hecho posible que mujeres menopaúsicas quedaran embarazadas.  Sin embargo, ser madre a una edad avanzada puede no ser tan positivo como tener hijos cuando se es más joven.  ¿Tú qué opinas?

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Menopausia y embarazo: dilemas de la maternidad actual

España es uno de los países europeos en que más se ha retrasado la edad a la que las mujeres tienen su primer hijo.

Según un proyecto de Eurostat y el Instituto Nacional de Estadística de España.  no solamente ha disminuido el número de hijos por madre, pasando en 2,03 a 1,27, sino que en la década de los 80 del siglo pasado la edad a la que las mujeres tenían su primer hijo era de 25,2 años para pasar a ser de 30,4 años en las últimas décadas.

El hecho es que la  maternidad tardía es cada vez más frecuente: gracias a las técnicas de fecundación asistida, cada vez son más las mujeres que deciden tener hijos en la cuarta década de la vida.

Y a pesar de que el embarazo a edades más avanzadas tiene sus riesgos (de hecho un embarazo después de los 35 años es de 5 a 10 veces más riesgoso que uno entre los 25 a 29 años de edad) esto no parece amedrentar a mujeres que en forma natural o por fecundación asistida tienen hijos inclusive después de haber llegado a la menopausia.

Entre las distintas razones para explicar este fenómeno se encuentran los verdaderos dilemas de la mujer contemporánea, frente a la decisión meditada de ralizar sus objetivos  profesionales, económicos y laborales en desmedro de la maternidad.

Menopausia y embarazo: riesgos del embarazo en la menopausia

La mayoría de los sistemas de salud en los países desarrollados consideran que la «edad avanzada» en maternidad se encuentra entre los 35 y 40 años… es decir casi 20 años antes de la menopausia o en el período pre menopáusico.

Entre los riesgos del embarazo tardío se encuentran:

• La mayoría de las mujeres que deciden ser madres a edad tardía, no perciben los riesgos de salud ni el hecho de que su fertilidad es menor.
• 50% más de riesgo de aborto espontáneo entre las mujeres de 40 a 44 años y 90% más de riesgo entre las mayores de 45 años.
• Complicaciones por enfermedades preexistentes como diabetes, hipertensión arterial, enfermedades autoinmunes, sobrepeso y obesidad.
• Anomalías fetales como malformaciones y problemas cromosómicos.
• Diabetes gestacional.
• Alta presión durante el embarazo.
• Placenta previa.
• Parto pretérmino.
• Mayor tasa de partos por cesárea o partos instrumentales.
• Menor tolerancia al estrés, menor flexibilidad de las articulaciones y mayor angustia de la futura madre, todo esto relacionado con la edad.
• Necesidad de asistencia para la concreción del embarazo debido a la mala calidad o ausencia de óvulos.    El éxito de los tratamientos de fertilización asistida después de los 40 años de edad es muy bajo, aunque depende del método.  Por ejemplo con fertilización in vitro el porcentaje de mujeres de más de 40 años que consiguen quedar embarazadas es del 15 al 20%, y con el método de donación de ovocitos llega al 50-60% según datos de la Asociación Española de Obstetricia y Ginecología.

Menopausia y embarazo… ¿cada cosa a su tiempo?

Es cierto que la maternidad a una edad más avanzada tiene sus ventajas.  Muchas mujeres ya han tenido hijos y cuentan con experiencia.  Las parejas son más maduras y estables emocional y económicamente.  Además se sabe que son futuras madres muy motivadas y embarazos realmente deseados.

Sin embargo, es necesario preguntarse acerca del futuro de los niños con madres y padres mayores.  Aunque la expectativa de vida actualmente se ha extendido y mucha más gente que antes llegará a vivir su cumpleaños número ochenta, si hablamos de menopausia y embarazo estamos refiriéndonos a mujeres que serán madres en la quinta década de su vida.

Probablemente serás más madura y estable emocionalmente, pero también tendrás menos energía para soportar el estrés de los primeros meses de vida de tu hijo, y todo lo que viene después y que probablemente ya conoces para cada etapa de su vida.   No queremos ser pesimistas, pero no es lo mismo tener una hija o hijo adolescentes cuando en realidad estás más cerca de la edad de ser abuela que cuando eres una madre joven y con muchos años de vida por delante.

Además… déjanos decirte que la menopausia, si bien está un poco desprestigiada, es una de las mejores etapas en la vida de una mujer.  Tanto, que ya se habla de las «sexalescentes» considerando que a partir de los 60 comienza una segunda adolescencia.

Precisamente a partir del aumento en la expectativa de vida y los avances en la salud pública, la menopausia es el comienzo de una nueva vida: una sexualidad que puede ser vivida a pleno, sin las preocupaciones de un posible embarazo; vitalidad para comenzar nuevos proyectos, y unos juveniles sesenta años para disfrutar con la pareja, los hijos y los nietos (si los hay).

Nuestro consejo es que no te prives de ser madre a la edad en que tu organismo y tu psiquis se encuentran mejor preparados para hacerlo, es decir, hasta los 35 ó 38 años de edad como máximo.

Y que tampoco te prives de disfrutar las dos o tres últimas décadas de tu vida con alegría, tiempo y dinero para hacer todo lo que no pudiste hacer mientras estabas criando a tus hijos: viajar, leer, píntar, aprender algo nuevo, estar en contacto con la Naturaleza, terminar una carrera o pasar tiempo con tu pareja… lo cual no estaría nada mal, ¿no te parece?