Uno de los propósitos de Año Nuevo suele ser mantener nuestra casa siempre ordenada y limpia. Y, en este sentido, uno de los lugares que más nos cuesta mantener con orden es el armario de la ropa o el vestidor. Solemos ir con prisas, por lo que muchas veces dejamos todo tirado después de habernos probado ropa y la montaña se va acumulando… Además, compramos y compramos y no tenemos la costumbre de deshacernos de aquello que ya no nos ponemos. Para algunos, hacer una limpieza general de armario es una tarea muy complicada; otros disfrutamos haciéndola.
¿Estás en el primer grupo? Te damos algunos consejos para que disfrutes con ella y la hagas correctamente.
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Consejos para hacer la limpieza general de armario
No tengas miedo de deshacerte de prendas
Uno de nuestros principales problemas es que llenamos nuestra vida de «por si acasos»… y así nos va. No solo nos ocurre a la hora de hacer la maleta o con los contactos de la agenda, también en nuestro armario tenemos mucha ropa que llevamos varias temporadas sin ponernos y que ahí sigue, salvándose año tras año de la quema a pesar de que sabemos que no nos la vamos a poner.
Echa un vistazo: seguro que tienes incluso algún jersey de cuando eras adolescente o alguna falda que sabes de sobra que ya no te vas a volver a poner. ¡Deshazte de ellas sin miedo! Cuando hagas la limpieza general de armario, ten una bolsa de basura a mano y echa en ella todo lo que lleves al menos un año sin ponerte, lo que no te esté bien o lo que ya no te guste. No lo pienses más de dos veces o al final volverás a salvarlo. Una vez terminado, cierra la bolsa (o las bolsas) y llévalo a un punto solidario para que la reaprovechen los más necesitados.
La clave del orden es la clasificación
Después de tirar, llega el momento de ordenar. Hazlo por tipo de prendas y luego por colores. Así lo tendrás todo mucho más a la vista y te costará menos vestirte.
Mantén la rutina del orden y repite al menos cada 6 meses
Por último, cuando ya esté todo ordenado y listo, recuerda que el orden no se mantiene solo. La forma más fácil es tratar de ir siempre con 10 minutos de adelanto. Cuando te pruebes ropa, vuelve a colocar cada prenda que no te vayas a poner en su sitio en lugar de tirarla en una silla. Si mantienes el orden día a día no tendrás que volver a pasar un domingo entero ordenando los armarios.
Además, repite la operación de la limpieza general de armario mínimo cada 6 meses (o si puedes, en cada cambio de estación). Si has cumplido con el orden te costará mucho menos y te ayudará a ir descartando más prendas que no usas.
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