Seguro que en muchas ocasiones has oído hablar sobre el sangrado de implantación. Pero lo cierto es que, al ser una cosa que te ocurrirá solo una o dos veces en la vida (si es que te ocurre) todo son dudas respecto a él. ¿Quieres saber qué? ¿Cuándo aparecerá y qué significado puede tener?
No te quedes con más dudas. En nuestro artículo de hoy queremos ayudarte a despejar todas las incógnitas que puedes tener en torno a ese misterioso acontecimiento que puede aparecer en tu vida de la noche a la mañana… y que te la cambiará por completo.
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¿Qué es el sangrado de implantación y qué debo saber sobre él?
El sangrado de implantación es un leve sangrado que suele aparecer una semana después de la fecundación y que normalmente coincide con la llegada prevista de la menstruación pero que, para sorpresa de la mujer, no se trata de ella.
Para algunas mujeres, es fácil confundirlo con la menstruación porque, directamente, no se esperan el embarazo. Por tanto, piensan que es la regla que está llegando. Para otras, es un signo de decepción, ya que ellas sí buscan quedarse embarazadas y creen que al estar sangrando ya se indica la llegada de la menstruación.
Pero todas, lo busquen o no, se llevan una sorpresa cuando pasan los días y descubren que este sangrado no era la menstruación, si no que en realidad se trataba de un síntoma de embarazo.
Pero, ¿por qué se produce? Cuando el óvulo fertilizado anida en el útero, se puede producir un pequeño desgarre que se manifiesta mediante estas gotas de sangre.
Es posible que lo experimentes o no. No hay ninguna regla escrita sobre esto. Hay mujeres que nunca tienen este tipo de sangrados mientras que otros lo presencian en todos sus embarazos o solo en algunos. El nombre técnico es sangrado por implantación embrionaria.
Pero, ¿cómo evitar confundirlo con la menstruación? ¿Cómo es el sangrado de implantación? Intentaremos explicártelo brevemente.
La primera característica del sangrado de implantación hace referencia a su cantidad y es que es bastante escaso, muy leve, por lo que lo puedes confundir con la llegada de la menstruación pero no con un día fuerte de ella. Otra de sus características es el color: más oscuro, en la gama de un color borgoña o incluso marrón. También la textura es diferente respecto a una menstruación normal. Este tipo de sangrado es más ligero.
Por tanto, si te fijas en estos detalles puedes diferenciar el sangrado de implantación de una menstruación normal. Recuerda: color, textura, cantidad. Eso sí, ante cualquier duda, lo mejor siempre es hacerte un test de orina en la farmacia o, mejor aún, acudir a un doctor.
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