Existen muchas enfermedades que rodean al ser humano. Cada día, son más los cuadros y síntomas que sentimos. Esto se debe, a los nuevos alimentos procesados y el estilo de vida sedentario que solemos llevar. De igual forma, también influyen los aspectos hereditarios en algunas enfermedades. Por lo general, todas tienen una causa y consecuencia, y una elevada tensión arterial o hipertensión arterial es una de ellas.
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Uno de las enfermedades más preocupantes en el mundo, es la hipertensión. Ella es el resultado de una alta tensión arterial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que un 40% de personas alrededor del mundo sufre de hipertensión.
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¿Qué es la tensión arterial?
La tensión arterial, es la fuerza ejercida por nuestro corazón para enviar la sangre a través de las arterias o venas y vasos sanguíneos de nuestro cuerpo. Para que, a través de dicha presión llegue oxígeno, vitaminas y nutrientes a otros órganos. Se considera parte fundamental del proceso de circulación sanguínea.
Este sistema, es bastante simple. Y podría asemejarse a las tuberías de nuestro hogar, por donde circula el agua. Cuando una tubería presenta daños o atascos, causará el colapso total en todo el sistema de la casa. De la misma manera, la sangre recorre todo el torrente sanguíneo.
Lo que tal vez no sabías, es que la presión sanguínea sube y baja naturalmente todo el tiempo. Ajustándose a las necesidades de tu corazón, según las actividades que realizas. Una presión arterial por debajo de 120/80 mmHg se considera óptima. Las lecturas superiores a 120/80 mmHg y hasta 139/89 mmHg, se encuentran en el rango normal a alto normal.
¿Qué es la hipertensión?
Cómo bajar la tensión arterial, es un dolor de cabeza para muchas personas que sufren de hipertensión. Esta enfermedad, es el nombre médico que recibe la presión arterial alta durante un largo período de tiempo.
Las lecturas de la presión arterial, se dividen en cuatro categorías generales. Comprenden, desde la hipertensión normal hasta la etapa 2 (hipertensión crónica). El nivel de tu presión arterial, determina qué tipo de tratamiento puedes necesitar. Para obtener una medición precisa de la presión arterial, el médico debe evaluar las lecturas. En base al promedio de dos o más lecturas en tres o más visitas, se concluye un diagnóstico de hipertensión.
Por ejemplo, si presión arterial es entre 140-159/90-99 mmHg se considera hipertensión en etapa 1. Si la presión es 160/100 o más mmHg se considera etapa 2. Por supuesto, estos rangos pueden variar drásticamente de una persona a otra. Así que, es necesario evaluar si se trata de una persona de la tercera edad, un adolescente, niño o mujer embarazada.
Causas de la tensión arterial elevada o hipertensión
Existen muchos factores que elevan la presión arterial. La hereditaria, es el menos preocupante. Pero, los principales agentes de este cuadro peligroso para nuestro corazón son los siguientes:
El estrés
El 30% de la población mundial padece de algún tipo de estrés. Esto causa que la persona no duerma, ni descanse correctamente. Llevándonos en ese sentido a la hiperactividad, y una mayor demanda de vitaminas y nutrientes por parte de nuestro cuerpo. En ese sentido, nuestro cuerpo carece de oxígeno y es allí donde el corazón trabaja el doble para llevarle nutrición a otros órganos.
Alimentos con mucha grasa
Las grasas, son el principal enemigo de nuestro corazón y por ende de nuestra presión arterial. La grasa al ser transportada por las arterias, se expande a otras partes del cuerpo. Elevadas cantidades de grasa, obstruyen el proceso sanguíneo asociado a la producción de glóbulos blancos y rojos. Por otro lado, las arterias se llenan de grasas impidiendo el paso de sangre limpia al corazón y riñones. Causándonos posibles infartos, y colapso e infecciones urinarias.
Tabaco y alcohol
El cigarrillo y las bebidas alcohólicas en exceso, proporcionan toxinas dañinas a todos nuestros órganos. Principalmente al corazón. La debilidad para bombear la sangre, resta oxígeno a nuestro cerebro causándonos dolores de cabeza, migraña, vómitos y fatiga muscular. Las arterias se oxidan, y esto constituye un peligro inminente para todo nuestro cuerpo. Puesto que, ellas son las vías que permiten que la sangre de vida llegue a los demás órganos.
Falta de actividad física
A pesar de que se tenga una alimentación balanceada, la falta de ejercicios también daña el corazón. Las arterias, poco a poco se van tapando con grasas que impiden sus movimientos normales.
Sobrepeso
La obesidad en el mundo, tiene cifras alarmantes en edades promedio a partir de los 10 años. Esto como consecuencia, le propina al corazón el doble de labor que la de una persona normal. El musculo de bombeo de sangre, debe latir al máximo para enviar oxigeno y vitaminas a otros órganos. Pero lo hace, transportando muchas toxinas y grasas causadas por la obesidad.
¿Cómo bajar la tensión arterial?
En primer lugar, es importante el chequeo de un médico que pueda determinar los niveles de tu tensión arterial. Si es detectada la hipertensión, tu médico te recetará el medicamento adecuado. Recuerda, que éste debe ir en función de otros padecimientos. Por ejemplo, si sufres también de diabetes, enfermedades renales crónicas u otras afecciones, serán distintos a los de alguien que solo padece hipertensión.
Algunos medicamentos para reducir la presión arterial, pueden causar efectos secundarios. Por ejemplo, calambres en las piernas, mareos e insomnio. Afortunadamente, la mayoría de las personas pueden ayudar a bajar la presión sanguínea siguiendo estos sencillos consejos:
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Caminatas rápidas
Se ha determinado, que los pacientes hipertensos que realizan caminatas rápidas de 60 minutos reducen la presión en casi 8 mmHg. El ejercicio por lo menos 3 veces por semana, ayuda al corazón a usar oxígeno de manera más eficiente. Lo que le facilita el trabajo de bombear sangre.
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Respirar profundo
La respiración lenta y la meditación, el yoga y el taichí, reducen las hormonas del estrés que elevan la renina. Esta, es una enzima renal responsable de aumentar la presión arterial. Inhala profundamente y expande tu estómago cuando lo practiques. Exhala y libera toda su tensión.
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Come papas
La ingesta de frutas y verduras ricas en potasio, es una parte importante de cualquier programa que apunte a la reducción de la presión arterial. Trata de consumir entre 2,000 a 4,000 mg de potasio por día, para lograr resultados efectivos. Por supuesto, siempre hervidas o al horno. ¡Nada de grasas!
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Reduce el consumo de sal
Ciertos grupos de personas, como los ancianos, los afroamericanos y aquellos con un historial familiar de presión arterial alta, tienen más probabilidades de sufrir hipertensión. Pero como no hay forma de saber a ciencia cierta esto, todos deben reducir por igual el consumo de sal. Debes tener especial cuidado en los alimentos procesados. Pues son ellos, quienes manejan las cifras más altas de sodio.
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Ingiere pequeñas porciones de chocolate negro
Las variedades de chocolate negro contienen flavonoides, que hacen que los vasos sanguíneos se vuelvan más elásticos. Toma ½ onza al día y asegúrate de que contenga al menos 70% de cacao, para que sea efectivo.
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