Está ahí, en la sombra, pasando desapercibido a pesar de tener mejores propiedades que su hermano mayor, el popular de la familiar. Es la oveja negra, y no solo por su color, también por la indiferencia que despierta entre los consumidores de «superalimentos-y-otros-ingredientes-saludables». Los beneficios del ajo negro se podrían contar por decenas pero, ¿lo has probado alguna vez?
Seguro que te resultará curioso pensar por qué el ajo negro es tan desconocido si es incluso mejor que el ajo blanco de toda la vida. Quizás por el proceso que pasa, porque no es tan fácil de encontrar o porque somos animales de costumbres y no toleramos bien aquello que nuestro cerebro no entiende. ¿Por qué existe un tipo de ajo negro? Déjame hacerte la pregunta de otra forma: ¿y por qué no?
En este artículo queremos hacer de abogados del diablo y tirar una lanza a favor de él, de este tipo de ajo olvidado e impopular que tiene mucho, muchísimo que ofrecernos.
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Pero… ¿qué es exactamente el ajo negro y de dónde sale?
El ajo negro en realidad es un ajo normal, el blanco común y corriente de toda la vida, que ha sido sometido a una fermentación para darle otro color, otra textura y otro sabor. Para ello se juega con el tiempo, la humedad y la temperatura hasta lograr el resultado deseado.
La forma de ambos tipos de ajos es idéntica, por fuera cambia el dolor, ligeramente ennegrecido, aunque su color negro se aprecia especialmente en su interior, en los propios dientes de ajo negro. Además, también la textura es diferente, estando más cercana a una especie de pasta que al ajo sólido que solemos tomar.
El olor y el sabor también son diferentes: el ajo negro es mucho más agradable en boca que el ajo normal. El sabor es más suave, menos picante e incluso con un toque afrutado. Otra ventaja es que el olor es menos agresivo también y no tendremos que correr a lavarnos los dientes o tomarnos un chicle después de consumir esta variedad de ajo.
Beneficios del ajo negro
Reducir el colesterol:
Hay una larga lista de alimentos que nos ayudan a bajar el colesterol y los triglicéridos y uno de ellos es el ajo negro. Un truco para consumirlo es aprovechar esa textura pastosa para untarlo en un trozo de pan y tomarnos una tostada cada mañana. Un gesto sano y delicioso.
Sistema inmunitario mejorado:
Si el ajo normal es un antibiótico natural, entre los beneficios del ajo negro también encontramos lo mismo. Nos ayuda a luchar contra resfriados, gripes y otras enfermedades que atacan directamente a las defensas.
Rico en antioxidantes:
Gracias a su proceso de fermentación, el ajo negro acumula una mayor cantidad de antioxidantes que el ajo común. Gracias a estos, reducimos la acción de los radicales libres, luchamos contra el envejecimiento y nos mantenemos sanos durante más tiempo, evitando el paso del tiempo.
Para reducir el estrés:
¿Estás pasando una temporada de estrés, depresión o ansiedad? No dejes que la tristeza se apodere de tu vida, hay muchos alimentos que pueden ayudarnos a sentirnos mejor anímicamente. Uno de ellos es el ajo negro: tomado de forma regular nos ayuda a ser más felices.
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Para darnos energía:
En época de exámenes o si tienes una concentración deportiva, tomar entre 1 y 3 dientes de ajo diariamente nos ayudará a tener más energía. ¡Prueba estos beneficios del ajo negro!
