Que te parece un viaje al futuro pero con un medio de transporte de la época de los romanos. Eso son los probióticos y prebióticos. Disfrutar el futuro, pero sin olvidarnos que son logros incuestionables y ancestrales del acervo cultural de la humanidad.
Entre estos antecedentes de su desarrollo histórico encontramos que se refiere en la India que usaba el yogur crudo sin pasteurizar llamado “lassi”, el cual es un magnífico ejemplo de probióticos.
En la época de la antigua Roma se comía chucrut o sauerkraut, por su agradable sabor y sus propiedades que apoyan el desarrollo de una buena salud.
En Bulgaria tienen preferencias por tomar leche fermentada y el kéfir. En tanto en Asia se disfruta, aún hoy en día, de la col fermentada en vinagre, y también nabos, berenjenas, pepinos, cebollas, calabaza y zanahorias encurtidas.
En Ucrania se hace uso de los probióticos que se encuentran en algunos alimentos como son el yogur, chucrut y mantequilla.
Claro está, estos probióticos han sufrido el rigor del tiempo y han llegado a nuestra época con el respaldo de su uso continuado favoreciendo la salud de los seres humanos de todos los tiempos.
Y, ¿que son los probióticos?
Se puede considerar que los probióticos son microorganismos vivos presentes en alimentos que tienen efectos altamente beneficiosos en la salud de las personas que los consumen en las cuantías apropiadas y de manera mantenida en el tiempo. Estos pueden ser levaduras o bacterias que entran a formar parte de la flora intestinal residente en los intestinos.
¿Y los prebióticos?
Los alimentos considerados como prebióticos son, en términos generales, carbohidratos complejos no digestibles, como los fructooligosacáridos (FOS), la inulina y la lactulosa. Esta última es un carbohidrato compuesto por dos azúcares naturales, la fructosa y la galactosa.
Estos prebióticos actúan fundamentalmente en el colón a través de estimular el crecimiento de bacterias útiles para la flora intestinal normal, fundamentalmente lactobacilos y bifidobacterias que promueven la producción de compuestos que tienen, entre otras funciones, disminuir la constipación y el riesgo de infecciones intestinales.
Estos azúcares se encuentran habitualmente formando parte de la composición de los alimentos, mas sin embargo también pueden ser añadidos a determinados comestibles convirtiéndolos en los llamados alimentos funcionales.
Se encuentran en forma natural, en miel, legumbres e innumerables frutas, como son, entre otras, alcachofas, plátano, espárragos, cebollas, papas y ajos.
Los probióticos son indispensable para conservar la salud
Los probióticos participan de forma determinante en el equilibrio de la flora intestinal, al mejorarla y contribuir a su recuperación si esta alterada por infecciones, por el uso de antibióticos de forma prolongada o cuadros diarreicos mantenidos en el tiempo.
A su vez también se le reconoce una acción definida en el sistema inmunológico participando en los procesos de defensa del organismo humano. Solo recordar que el 80% de la respuesta inmune se genera a nivel de los intestinos.
Otro importante papel está relacionado con la producción de vitaminas, enzimas, y ácidos grasos de cadena corta, todos ellos elementos beneficios y esenciales para el organismo y por lo tanto para garantizar la salud.
Otra importante consideración es que existen diversos tipos de probióticos.
Tipos de probióticos
Están los probióticos naturales, que son aquellos que se identifican como productos lácteos fermentados, entre los que se encuentran yogures y quesos; así como carnes, vegetales, y pescados fermentados. Este tipo de probióticos se caracteriza por tener una baja cantidad de microorganismos y por lo tanto no poseen los efectos beneficiosos esperados.
Otro grupo de probióticos son aquellos considerados en el rango de los suplementos nutricionales a los que se le añaden probióticos y.
Otro tipo de probióticos es el que se agrupa dentro de los bioterapéuticos. Este tipo se presenta en forma de cápsulas y suspensiones que tienen concentraciones muy altas de probióticos y por lo tanto desencadenan una acción extraordinariamente beneficiosa sobre nuestro organismo.
El uso de probióticos y prebióticos se adelanta a los tiempos de la “medicina a medida”, esa que se vislumbra sera la medicina de este siglo XXI, y a su vez apoyándose en la “medicina naturista” que se sustenta en su milenaria tradición de uso.