No todas las etapas de la vida son iguales. A veces, tengamos motivo o no, nos viene una racha de tristeza que si se hace demasiado larga nos puede hacer pensar que nunca vamos a superarla. O incluso puede desembocar en problemas de salud peores, como depresión o ansiedad. Estar tristes es normal, pero debemos tener cuidado en que no se haga crónico. Dicen que la tristeza engancha, que es un bucle vicioso que se autoalimenta y del que cuesta mucho salir. ¿Es tu caso?
Sin ninguna duda debes tratar de apartarla de tu vida. No nos malinterpretes, no te decimos que nunca puedas estar triste o que no puedas sentirte así si hay motivos (incluso si no los hay). Pero tú mismo (o la gente de tu alrededor) debería saber cuándo es demasiado y cuándo hay que trabajar en serio para alejarla.
Y esto, sin duda, es lo más difícil. Por eso, queremos ayudarte a volver a ver la vida con una sonrisa sincera y no con una sonrisa forzada que le muestras al mundo pero que en realidad no es ningún reflejo de tu interior.
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5 técnicas para alejar a la tristeza
Respira y medita:
Seguro que ya has escuchado alguna vez lo buena que es la meditación o el yoga, entre otros. ¿Has probado a ponerlo en práctica? No hace falta que seas un experto en la materia, si no que tú mismo encuentres la forma de estar un rato a solas contigo.
Consiste, simplemente, en pensar, tratando de localizar qué ocupa tu mente, qué está causando dicha tristeza, por qué te sientes así. Relativiza todos tus problemas, escríbelos y después destrúyelos.
Busca la forma de controlar tu respiración para que te aporte tranquilidad, serenidad, y te deshaga ese nudo interior que tienes. Practícalo todos los días, dos veces al día, durante diez minutos será suficiente.
El primer paso para superar la tristeza es sentirme mejor por dentro, dándole a tu alma algo de paz, esa que parece que te va a costar tanto conseguir pero que, confía en nosotros, volverá aunque creas que la has perdido.
Regálate tiempo:
Al final, te darás cuenta de que todo este proceso para superar una etapa de tristeza crónica consiste en cuidarte y mimarte. No puedes pedírselo a otros, tienes que hacerlo tú mismo.
La mejor manera es regalándote tiempo. Sabemos que las obligaciones diarias muchas veces nos lo impiden, pero necesitamos tener ese tiempo para nosotros mismos. Y si puede ser a solas, mejor. Acostúmbrate a disfrutar de parte de tu tiempo sin necesitar a nadie más, solo disfrutando contigo y descubriendo así una parte de ti que probablemente no sabías que existía.
No negocies tu tiempo a solas y dedícate entre 30 y 60 minutos diarios, sin excusas, sin posponerlo. ¿Qué puedes hacer en este tiempo? El siguiente punto quizás te dé alguna idea.
Reencuéntrate con tu yo del pasado:
Cuando tienes esta tristeza crónica, es difícil disfrutar con nada de lo que hagas. Los primeros días notarás esto como una gran verdad universal. Pero verás como con el tiempo comienzas a disfrutar un poquito más. Aunque solo sea un instante, lo importante es que, al final del día, descubras que ha habido algo que te ha hecho sentirte bien aunque fuese durante cinco minutos.
¿Dónde podemos encontrar este minuto de paz? Recuerda aquellas cosas que te gustaban antes de estar como estás ahora. ¿Con qué disfrutabas? Quizás te gustaba salir a pasear, cocinar o incluso algo tan sencillo como sentarte a leer una revista o hacer fotos en la playa. ¿Tal vez eras asidua a alguna serie? Prueba a verla de nuevo.
Todo esto, te hará conectar contigo mismo y te traerá recuerdos de una etapa en la que sí eras feliz. Si pudiste serlo en su día, podrás volver a serlo muy pronto. Confía, suelta, sigue y nunca te permitas seguir cayendo.
Ten objetivos y sueños:
Y para mirar al futuro y tratar de soñar con esta felicidad, nada como tener un punto al que ir. Llámalo objetivo, meta o sueño, llámalo como quieras, pero ten claro lo que deseas y ve a por ello. Lo ideal es que sea algo que dependa solo de ti para conseguir (es decir, si estás pasando por una ruptura, tu objetivo no debe ser recuperar a esa persona, o si tu jefe te ha despedido, no debes soñar con volver a tu puesto de trabajo). Solo si deseas algo que depende solo de ti, sacarás las fuerzas necesarias para conseguirlo, te sentirás mejor contigo mismo por estar luchando por tus sueños y tendrás un motivo para levantarte cada mañana.
También es muy importante que no te enfoques solo en la meta. Con el tiempo, descubrirás que precisamente lo bonito de ir a por tus sueños es el camino, no la llegada.
Sociabiliza:
Sí, aunque te hemos dicho que es muy importante que te dediques un tiempo a solas cada día, este tiempo debe ser pequeño (30-60 minutos es lo ideal), pero sobre todo debes sociabilizar. Con tu viejo grupo de amigos, con aquellos a los que apenas has visto un par de veces, con tus compañeros de trabajo o conociendo gente nueva. Sal, amplía tu círculo, empápate de sus experiencias y su modo de ver la vida.
Es cierto que cuando estamos en esta etapa de tristeza no nos apetece hacer planes y poner buena cara, pero es la única forma de salir de ahí. Si, además, tienes un buen amigo o amiga de confianza, puedes quedar con él o con ella para hablar de lo que te preocupa, pero siempre intentando que no sea el tema que monopolice la conversación y que no todos los días se hable de lo mismo. Desahógate, habla y sigue, ríete y deja que los demás te ayuden. No te quedes en bucle hablando desde la negatividad o conseguirás que los demás también se cansen. Déjate empapar por su optimismo y trata de dejarte también a ti mismo mensajes positivos.
Pero sobre todo, lo más importante en casos de tristeza es…
Identificar la causa. Sí, casi siempre hay una causa. Ya sea algo que te ha ocurrido, algo que tienes clavado en el alma o algo que no comprendes. El ser humano suele vivir tratando de buscarle una explicación a todo y muchas veces somos incapaces de soltar. También, puede ser que la tristeza se deba a un tipo hormonal, a alguna carencia de algo relacionado con la salud, por lo que si realmente excarbas en tu interior y no encuentras la causa (no te engañes a ti mismo, ¿seguro que no la hay?), acude al doctor para que evalúe si tienes algún tipo de alteración hormonal, alguna carencia por ejemplo de serotonina o algún trastorno de salud que está interfiriendo en tu salud mental y te está impidiendo ser feliz.
No te conformes con vivir en la tristeza, ¡sal de ella ya! Verás como cuando veas todo con perspectiva, te sientes tremendamente fuerte y orgulloso de haber conseguido superar esto y lo verás solo como una etapa de tu vida en la que las cosas no fueron como tú querías. Pero, a fin de cuentas, ¿qué es la vida, si no etapas?
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