Al parecer, lo único que nos puede dar la oportunidad de volver a los abrazos es la vacuna contra el coronavirus. A pesar de los cuidados, el calor del verano y los tratamientos que los científicos han desarrollado, el COVID-19 sigue avanzando generando rebrotes.
Dentro de toda la problemática que este patógeno genera existe una buena que es la colaboración existente entre los laboratorios para el descubrimiento rápido de una vacuna. El cual, será el invento científico más importante de este año.
Contenido
La manera en que se propagó por los diferentes países del mundo, demuestra que tiene una gran capacidad de contagio. La cual se subestimó en un principio y ahora, aunque se sabe la manera de hacerlo no se logra parar la cantidad de contagios, la cual supera los 23 millones en todo el mundo.
Aunque nada va a ser igual, la única manera de recuperar el acercamiento con otra persona será a través de una vacuna.
El objetivo de aplicarse una vacuna es obligar al organismo a generar defensas contra una bacteria o virus. Para que sea segura, es decir, no nos provoque síntomas similares o peores a los de la enfermedad, se utiliza una dosis mínima del patógeno debilitado o inactivo.
Otras vacunas contienen un fragmento del virus, mientras que otras utilizan un material genético. Entonces, una vacuna debe ser efectiva, es decir obligar al organismo a crear defensas naturales y ser segura. Sin embargo, existe una condición más y es quizás la más complicada.
Se trata de la posibilidad de producir miles de millones de unidades lo antes posible. En este paso es primordial la participación de los laboratorios e industrias farmacéuticas. Por último, es necesario asegurar una buena campaña de vacunación que llegue a todo el mundo. Esta situación es totalmente nueva en todos los aspectos de la ciencia.
El primer concepto es que encontrar una vacuna que sea eficiente y segura lleva mucho tiempo, por la cantidad de pruebas que se deben realizar para garantizar de que no produce daños colaterales.
Actualmente se están desarrollando 160 vacunas contra el coronavirus en diferentes laboratorios. 23 de ellas están en una fase avanzada. Los expertos indican que, aunque el proceso se acelere al máximo, las vacunas comenzarán a aparecer dentro de algunos meses.
Este período de tiempo parece eterno cuando tenemos al virus tan cerca de nuestro cuerpo a diario. Pero lo cierto es que el desarrollo de una vacuna lleva años. Así que meses sería un buen avance.
Para acortar los tiempos han cambiado la manera de realizar las pruebas. Lo que se hace normalmente es analizar todas las evidencias antes de avanzar a la siguiente fase. Este proceso se denomina lineal. Actualmente se llevan pruebas de manera paralela. Lo que genera un mayor riesgo de fracasar.
Por eso es que en este momento ya se ha comenzado con las pruebas en humanos antes de terminar o esperar los resultados en animales.
Antes de comenzar a probar la efectividad y seguridad de una vacuna en humanos, la vacuna pasa por una fase 0 que es vital. En esta etapa se realizan pruebas in vitro y en animales. Una vez que se puede asegurar que es segura para el organismo de animales, se habilita la prueba en humanos. Pasando luego por tres fases obligatorias.
Fase 1
En esta primera fase se aplica la vacuna a un pequeño número de personas que estén sanas. Puede variar de 20 a 100 individuos que se ofrecen de manera voluntaria. Luego de la aplicación la persona deberá rellenar un formulario diariamente para detectar cualquier efecto colateral causado por la vacuna.
Fase 2
Al pasar la primera fase, se realiza la aplicación de esta vacuna a cientos de voluntarios. Aquí ya se analiza la reacción del sistema inmune y cualquier efecto secundario que note la persona.
Fase 3
En esta tercera fase se aplica a miles de personas voluntarias. Controlando de cerca a la persona que recibió la dosis para recolectar información a nivel estadístico. Con el fin de detectar algún síntoma que haya pasado desapercibido en las etapas anteriores.
Fase 4
Esta fase es opcional y tiene el objetivo de garantizar su eficacia y seguridad. Se aplica a una muestra mayor para obtener una mayor cantidad de información que será analizada.
En España se están desarrollando una decena de proyectos que todavía se encuentran en etapa preclínica. Entre ellos se encuentra el Centro Nacional de Biotecnología que está realizando estudios sobre una modificación de la vacuna contra la viruela.
Internacionalmente, el Instituto Jenner de la Universidad de Oxford del Reino Unido está desarrollando una vacuna que se encuentra en la fase 3. Actualmente se están realizando pruebas en el Reino Unido, Sudáfrica y Brasil. Para su desarrollo utiliza una versión atenuada del virus del resfriado común.
En este artículo te contamos quienes se deben vacunar contra: Gripe estacional
Al mismo tiempo ya se está produciendo cientos de millones de unidades para vacunar a la población de algunos países europeos. En China, específicamente en Sinovac, se está desarrollando una vacuna contra el coronavirus. Se encuentra en fase 3 y utiliza parte de virus inactivo purificado.
En Moderna, Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas NIAID, Estados Unidos, se está desarrollando una vacuna en base a ARN mensajero combinado con el código genético del virus. Se encuentra en fase 3 y España participará en su proceso de producción.
¿Qué es inmunidad de rebaño?
Se denomina inmunidad de rebaño o colectiva a la protección indirecta que recibe una persona que no está vacunada cuando una parte de la población ya tiene anticuerpos. Estos anticuerpos pueden ser generados por personas contagiadas por COVID-19 y se curaron o porque se colocaron la vacuna.
Epidemiológicamente se calcula que una persona tiene inmunidad de rebaño cuando el 60% o 70% de la población es inmune al virus. Sin embargo, según el Ministerio de Sanidad, solo el 5,2% de las personas que se contagiaron han generado anticuerpos.
Por lo tanto, será muy difícil lograr la inmunidad de rebaño sin una vacuna contra el coronavirus. Según los resultados la vacuna está muy cerca, mientras tanto tendremos que tomar todas las medidas necesarias para protegernos.
