Son tan aplastantes los avances en este mundo informatizado que casi nada nos asombra; incluyendo sus aplicaciones en la medicina en la era digital.
Y es el caso que el discurso para los nativos digitales resulta totalmente lógico y de fácil comprensión.
Pero muchos están en mí caso, que por razones profesionales siempre he estado hurgando en la realidad que me rodea, buscando nuevos horizontes que me permitan entender y descifrar sus códigos, de apropiarme de sus indicaciones. Y así me he convertido en un intruso digital…
¿Quién iba decir que la Ley de Moore tendría vigencia limitada?
Hace ya casi 51 años, Gordon E. Moore, co-fundador de Intel, describió el 19 de abril de 1965, que el número de transistores que integra un microprocesador se multiplicaría por dos por cada año transcurrido.
Esta ley se ha cumplido inexorablemente, casi sin errores, rozando lo perfecto, y pensar que su enunciado data de cuando tan solo se empezaba a hablar de una era digital…esa que hoy disfrutamos.
Pero lo cierto es, según afirma la revista Nature, que a la altura del próximo mes de marzo, esta Ley de Moore dejará de tener vigencia.
¿Porque dejara de cumplimentarse la famosa Ley de Moore?
El transistor se utiliza fundamentalmente para operar las combinaciones binarias de los números 1 y 0 que constituyen las unidades elementales de la computación. En otros términos, cuantos más transistores existan en un chip, mayor será la capacidad de procesamiento que tiene ese ordenador. Y esto conduce de forma infalible a que se genere más calor.
De ahí que nos estemos acercando al límite de transistores que pueden existir sin que ultrapase los 14 nm, trecho entre transistores y que constituye el mínimo de distancia que se puede utilizar y que el calor sea permisible.
En otras palabras, por encima de este número mágico deja de existir la posibilidad física de que los transistores cumplimenten su función por lo que también estaremos en el límite de valores de los chips al no poder incrementar los transistores.
Significa que la computación llega a su límite…
Para nada, nuevas tecnologías están, como aquel que dice, al doblar de la esquina…
Algo similar sucede con los tejidos dañados en un ser humano y que resulta imprescindible sustituir…al parecer los límites de los transplantes, como tecnología, llegan al punto de máxima eficiencia y posibilidades de aplicación; lo que no significa que dejen de aplicarse.
Lo que significa es que se multiplican las posibilidades de obtención de tejidos y órganos aplicando las ventajas de la era digital. Y ahí aflora la aplicación de las impresoras 3D.
¿Es posible esta quimera un tanto soñadora?
Así encontramos en la revista Nature Biotechnology que se ha logrado producir tejidos y más aún, órganos, creados por una impresora 3D y que en el futuro podrán ser utilizados en humanos. Eso es un notabilísimo avance de la medicina en la era digital…sin estas herramientas digitales no se podría lograr.
Estamos apreciando una revolucionaria posibilidad de la medicina en la era digital
Y es que algo tan imprescindible como sustituir un tejido u órgano dañado se acerca a convertirse en realidad utilizando la impresión en materiales consistentes en polímeros biodegradables que se caracterizan por ser compatibles y activos desde el punto de vista biológico. Así lo han ensayado en la Escuela de Medicina Wake Forest en Carolina del Norte, en los Estados Unidos de América.
La medicina en la era digital aprovecha las infinitas posibilidades de la tecnología, incluyendo la capacidad de operaciones que sustenta el impetuoso auge de la computación en nuestros tiempos, a pesar de los límites físicos que nos llevan a la muerte temprana de la Ley de Moore.
Si bien aún no se han realizado ensayos en humanos el hecho notable de que se haya aplicado con éxito en ratones de laboratorio nos acerca su máxima posibilidad: utilizarlos en humanos.
¿En qué momento estamos de construir tejidos y órganos mediante impresión 3D?
El acercamiento al uso en humanos está dado por que han logrado implantar con éxito estos tejidos en animales vivos lo que conlleva que se ha insertado formando parte del tejido funcional aún 5 meses después de la implantación.
Todo esto se debe a la creación de la impresora 3D ITOP de tejido-órgano integrado, que tiene la posibilidad de crear tejidos estables de múltiples forma sobre la base de los materiales biodegradables mencionados con anterioridad y que logran replicar microcanales para que circulen los nutrientes y el oxígeno y así acceder a las nuevas células que han sido impresas.
Presente y futuro de los tejidos en la medicina en la era digital
Si bien estos tres tipos de tejidos, hueso, músculo y cartílago aún no se pueden utilizar en humanos el camino transitado abre una perspectiva de la medicina en la era digital que hubiera sido impensable años atrás, como tampoco era creíble la predicción de la Ley de Moore.