Uno de los problemas con los síntomas del cáncer, es que en la mayoría de los cánceres solamente se evidencian en las etapas más avanzadas de la enfermedad. Así, los cánceres son difíciles de detectar. Si se detecta precozmente aumentan las posibilidades de mejoramiento y hasta curación. Te recomendamos seguir las medidas de prevención y control y aprender a reconocer los síntomas del cáncer y siempre, ante cualquier duda, concurrir a tu médico.
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Qué son las epidemias silenciosas del siglo XXI
Un conjunto de enfermedades no transmisibles, han sido dadas en llamar las epidemias silenciosas del siglo XXI. Entre ellas se encuentran la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y por supuesto los cánceres.
¿Cómo pueden las enfermedades no transmisibles convertirse en epidemias? Es porque a pesar de que no son contagiosas, los factores de riesgo que más influyen sí son globales: estilo de vida, alimentación, estrés, aumento de la expectativa de vida.
Otro motivo por el que estas enfermedades son epidémicas, es porque la mayoría de la gente no conoce sus síntomas. Ni los síntomas del cáncer ni la diabetes o las enfermedades cardiovasculares, por lo que, por ejemplo, la mitad de las personas que padecen diabetes no lo saben, o los distintos cánceres se descubren a raíz de un estudio por algún otro motivo pero casi nunca porque la persona sienta síntomas de cáncer.
Y silenciosas, porque la mayoría de los síntomas del cáncer y otras enfermedades no transmisibles no son evidentes sino hasta que la enfermedad se encuentra en un estado avanzado.
Síntomas del cáncer comunes a los distintos tipos de cáncer
Para comenzar, es interesante saber que hay más de 200 tipos de cáncer, y cada uno puede ser completamente diferente a los demás, al punto que se consideran enfermedades independientes. Sin embargo, la característica central de la enfermedad es la misma: un grupo de células que se convierten en cancerosas y pueden multiplicarse y extender a otros órganos sin ningún control. Los distintos tipos de cáncer adoptan el nombre del órgano que resulta afectado por la enfermedad.
Como es fácil comprender, no hay uno o unos síntomas de cáncer típicos sino que los síntomas del cáncer dependen del órgano afectado y el estado de avance de la enfermedad.
Lo que no puedes ignorar son, más que síntomas, las señales de alarma del cáncer según las explica muy bien la Asociación Española de Lucha contra el Cáncer. De hecho, muchos cánceres tienen señales de alarma comunes que, si somos capaces de detectar y consultar a tiempo, podemos tener un gran aumento en nuestras posibilidades de atacar y vencer la enfermedad.
La ciencia ha avanzado en algunos tipos de cáncer como los cánceres de mama, cérvix o colon para realizar diagnósticos precoces, pero esto no es posible aún para todos los tipos de cáncer. En cambio, existen síntomas de cáncer o signos específicos que es importante conocer.
- Bultos o módulos: es una de los primeros síntomas de cáncer aunque la mayoría de los bultos, nódulos, heridas o úlceras son lesiones benignas que se pueden curar. Los nódulos pueden ser síntomas de cáncer de mama, testículo o linfático entre otros.
- Dolor que persiste en el tiempo: el dolor es un síntoma de muchísimas enfermedades además del cáncer. La mayoría de las veces son dolores agudos que ceden mediante analgésicos y un tiempo variable de recuperación. Si el dolor no desaparece, consulta con tu médico.
- Manchas, verrugas o lunares que cambian de forma, tamaño o color: se debe prestar mucha atención a las manchas en la piel. Consulta con tu médico si la mancha es asimétrica, de bordes irregulares y colores variables, tiene un diámetro mayor a 6 mm. y has observado cambios recientes en su aspecto.
- Sangrado o hemorragias vaginales, urinarias o del aparato digestivo (sangrado vaginal anormal, orina o heces con sangre): es un signo que llama mucho la atención y el primero por el cual consultan muchas personas, pero en realidad es uno de los síntomas del cáncer en estadios más avanzados.
- Tos, ronquera, dificultades para hablar o respirar, tos con sangre: consulta con el médico si estos síntomas no seden en dos semanas.
- Cambio de hábitos urinarios o intestinales: si aparecen situaciones hasta ahora desconocidas, como dolor o ardor al orinar, diarreas o estreñimiento o una combinación de ambas. Consulta con tu médico.
- Pérdida de peso: la pérdida de peso es otro de los síntomas del cáncer más preocupantes y evidentes. Aunque hay que decirlo, cuando se presenta la desnutrición, el cáncer ya se encuentra bastante avanzado. De hecho, la desnutrición afecta a más del 80% de personas con cánceres avanzados y tiene graves consecuencias. Por ejemplo retrasos en la cicatrizacíon de las heridas, malabsorción de los tratamientos, complicaciones, aumento de los síntomas depresivos y deterioro de la calidad de vida.
Factores que influyen en los síntomas de cáncer
Los síntomas de cáncer pueden verse agravados o modificados por las condiciones de salud previas a la enfermedad. Por ejemplo las personas con malnutrición crónica, estrés, enfermedades depresivas u obesidad, enfermedades pulmonares y otras situaciones pueden no solamente aumentar el riesgo de padecer cáncer, sino también complicar sus síntomas.
- Obesidad: la obesidad está comenzando a superar las tasas de tabaquismo como causa de la enfermedad. Hay muchas evidencias de la relación entre obesidad y cáncer; de hecho, entre el 14 y 20% xde las muertes por cáncer se deben a la obesidad y afecta más a las mujeres que a los varones. Este aumento va de la mano con el incremento de la obesidad en el mundo y especialmente en los niños.
- Diabetes tipo 2: otra de las enfermedades clásicas que aumentan el riesgo de padecer cáncer, en especial cuando está asociada a la obesidad.
- Enfermedades psiquiátricas y cáncer: las enfermedades psiquiátricas preexistentes o las que aparecen como consecuencia del descubrimiento del cáncer tienen consecuencias sobre los síntomas del cáncer. Este tipo de trastornos pueden ser depresión, psicosis, demencia y otros trastornos de la personalidad desarrollando rasgos patológicos. Respecto del cáncer, las personas con enfermedades psiquiátricas pueden desarrollar ansiedad, fobias, síntomas obsesivo-compulsivos, volverse demandantes o irritables, descargar su agresión contra otras peronas, mostrarse hipersensibles e inestables. Estos casos se tratan con psicoterapia y psicofármacos.
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