En España, cada vez tenemos algunas semanas de ola de calor, un fenómeno conocido con este nombre y que no significa otra cosa que calor extremo, a prácticamente cualquier hora del día y de la noche. Salir a la calle se hace, para muchos, algo casi insoportable y puede llegar a convertirse en un auténtico problema si comprometemos nuestra salud, si no nos hidratamos bien y si no nos resguardamos correctamente del sol.
¿Podemos protegernos de la ola de calor y a la vez seguir con nuestro ritmo de vida habitual? ¡Claro que sí! Solo necesitas adaptar tu entorno y tus rutinas a esta nueva situación.
Sigue leyendo. En este artículo trataremos de contarte cómo puedes tomar las mejores decisiones para la etapa de la ola de calor, seguir con tus actividades cotidianas y a la vez no comprometer tu salud ni tu calidad de vida.
Si quieres, puedes.
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¿Cómo actuar durante una ola de calor?
Lo primero que debes hacer es tener en cuenta que el reloj será tu aliado durante la ola de calor. ¿Por qué? Porque aunque hará calor durante todo el día, hay ciertas horas que nos van a dar un respiro y nos van a permitir hacer cosas que, por ejemplo, a las 12 de la mañana sería inviable.
Lo primero que te recomendamos hacer para seguir con una vida ordenada es hacer una lista de las cosas que sueles hacer normalmente o de las rutinas que quieres tomar.
Ahora, organízala por horas, en función de lo que pueda afectar el calor a ellas. Por ejemplo, las actividades que sean al aire libre, trata de ponerlas a primera y a última hora del día.
En este punto, cobra especial importancia temas como hacer deporte. No salgas bajo ningún concepto a correr a las doce de la mañana o a las tres de la tarde en plena ola de calor. Te puede dar un golpe de calor que tendría consecuencias mucho más allá de un dolor de cabeza. De hecho, un golpe de calor puede provocar desde esto hasta la muerte, así que no te lo tomes a broma y considéralo como un asunto importante del que ocuparte (que no preocuparte).
Entonces, si queremos hacer deporte, podemos seguir haciéndolo en verano, pero tendremos que recurrir a dos cosas: un gimnasio con aire acondicionado o las primeras horas del día. Cuando decimos primeras horas del día nos referimos a, por ejemplo, salir a correr a las siete de la mañana. Es el único momento en el que tu cuerpo no se va a quejar.
Para las tareas que sean en interiores, como trabajo de oficina o mantener la casa limpia y ordenada, te recomendamos que confíes en tu amigo el aire acondicionado. Hay lugares en los que no es posible su utilización, bien porque no esté instalado o bien porque a la persona le afecte (hay muchas personas que no pueden utilizar aires acondicionados porque les afecta a la garganta, por ejemplo). En este caso, prueba con ventiladores, aires portátiles, purificadores o incluso, si tienes suerte y en tu casa u oficina se crean corrientes de aire, trata de jugar con la ubicación de las ventanas para crear corrientes de aire que te permitan mantener la casa fresca y ventilada… Siempre que fuera no se esté librando una batalla de fuego…
En definitiva, lo que queremos decir, es que trates de mantener un ambiente fresco con los recursos que tengas o al menos lo más fresco posible. Si tienes aire acondicionado y a tu salud no te sienta mal utilizarlo, no tendrás problema. En caso contrario, tendrás que agudizar el ingenio.
Si tienes niños también debes tener especial cuidado con la ola de calor, ya que a ellos y a los ancianos les afecta especialmente, son colectivos de riesgo. Mantenlos entretenidos, pero intenta hacer actividades que no requieran ni exponerte demasiado al calor ni sudar mucho. Trata de convencerles de lo divertidos que pueden ser los juegos de mesa, las manualidades o ver pelis y series infantiles. Aquí tendrás que colaborar y sacar a relucir todo tu ingenio y creatividad para conseguir que tus niños se mantengan entretenidos sin que el calor os pase factura.
Recomendaciones para sobrellevar mejor el calor extremo
Como ya hemos dicho, es muy importante que tengas en consideración que el calor puede ir mucho más allá de una simple molestia. Un golpe de calor nos puede ocasionar graves problemas, por lo que no debes exponerte nunca a la posibilidad de sufrirlos.
Las recomendaciones son básicas, pero muchas veces se nos olvidan a pesar de que las escuchamos todos los años.
Lo primero, recuerda lo importante que es mantenerse hidratado. Si en cualquier época del año deberías estar bien hidratado, ahora lo que tendrás que hacer un esfuerzo extra. Trata de tomar bebidas fresquitas, no gaseosas y no azucaradas a ser posible. En este sentido, el agua, los tés o las bebidas energéticas sin azúcar serán tus grandes aliados. También puedes preparar en casa ricos batidos y zumos caseros que además te aportarán nutrientes de calidad. Ten siempre a mano una botella, incluso considera la compra de una de esas botellas inteligentes que te mantienen la bebida fría durante varias horas. Podrás ir bebiendo mientras haces tus tareas y te mantendrás hidratado.
Otra recomendación es que te alejes de las fuentes de calor. Si hace mucho calor en la playa, resguárdate en el chiringuito. Si en la terraza de tu casa pega demasiado el sol, métete en casa con el ventilador o el aire acondicionado. Utiliza el sentido común siempre.
Por otro lado, cuida la ropa que utilizas. Trata de ir lo más cómodo posible, con ropa holgada y fresca, fina pero que te proteja. Si te fijas en las culturas del desierto, seguro que te sorprende que a pesar del calor y del sol visten siempre con manga larga y pantalón largo, mientras que nosotros lo hacemos al contrario. Tiene un sentido: de este modo evitan quemarse y al no estar directamente expuestos al sol las radiaciones y el calor abrasivo se lo quedan las telas, no tu piel. Sin embargo, nosotros no estamos muy acostumbrados a eso, por lo que te proponemos que tengas varias opciones de ropa y encuentres la que te haga sentir más a gusto y «fresquito»… si es que es posible.
Protege tu cabeza, no te olvides de esta parte nunca. Gorras, sombreros, pañuelos… da igual, pero no expongas tu cabeza al sol durante demasiado tiempo o sufrirás desde un dolor de cabeza grave hasta una hospitalización de urgencia… No quieres gastar así tus vacaciones, ¿verdad?
Por último, recuerda siempre que la sombra es tu aliada. Evita caminar al sol durante mucho rato, incluso si es necesario porta una sombrilla o paraguas por la calle. En muchas culturas, como la asiática, es muy habitual ver esto, aunque en la nuestra todavía no es común te invitamos a que, si crees que es necesario, tú también lo practiques. Ya sabes lo que dice el popular refrán: mejor prevenir que curar.
Protégete de la ola de calor sin que esto afecte a tu estilo de vida. Solo tendrás que cambiar algunas rutinas, adaptarlas a la nueva situación y utilizar el sentido común. Escucha siempre a tu cuerpo. Nadie sabe mejor que él lo que te conviene y lo que no.
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