Como hemos visto en artículos anteriores resulta casi normal que por cortos periodos de tiempo nos veamos obligados a respirar por la boca. Sin embargo, la respiración bucal crónica o que se realiza la mayor parte del tiempo, es considerada una alteración de la respiración o disfunción respiratoria.
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Si notas que alguno de tus hijos tiene el hábito de respirar por la boca todo el tiempo, entonces debes llevarlo al médico de cabecera o al odontólogo lo antes posible, pues la respiración bucal a largo plazo puede ser causa de diferentes enfermedades y alteraciones. Entre ellas se encuentran el pobre desempeño físico y en el aprendizaje.
¿Por qué la respiración bucal es dañina?
Al respirar por la boca todo el tiempo se produce una mayor pérdida de agua y pérdida de energía en el organismo humano.
Además, se describe que existe una menor absorción del oxígeno del aire afectando la trascendental función que cumplimenta el oxígeno para la obtención de energía que permita a las células realizar sus procesos vitales.
Por ejemplo, el sistema inmunológico o de defensa puede verse afectado por la falta de oxígeno y así el respirar por la boca puede favorecer el desarrollo de infecciones.
Otros efectos son deformidades anatómicas causadas cuando las estructuras del cuerpo se desarrollan bajo el patrón anormal de respiración bucal. También influye la menor liberación de hormona del crecimiento (GH) que se ha detectado en los respiradores bucales.
¿Cómo podemos explicar qué la respiración bucal puede afectar el desempeño físico?
En la literatura médica se señala que los niños que practican la respiración bucal no son atléticos. Esto se explica debido a que la baja absorción del oxígeno y la disminución en la liberación de hormonas, como es el caso de la hormona del crecimiento, hacen que estos niños tiendan a estar siempre literalmente cansados.
Otra arista del mismo análisis determina que la actividad física se dificulta porque la respiración bucal produce cambios en la postura del cuerpo, así como debilitamiento de los músculos respiratorios y cambios anatómicos en las vías respiratorias. Por todo ello los llamados respiradores bucales pueden tener tendencia a la obesidad.
¿Cómo afecta la respiración bucal al aprendizaje?
Los niños que padecen de respiración bucal suelen no tener un adecuado desempeño en el aprendizaje. Por ello, tienen problemas en la escuela, pues a veces los maestros no conocen la influencia de la respiración por la boca y otros trastornos asociados, en el aprendizaje.
Estos niños demuestran dificultad para adquirir los conocimientos y aplicarlos. En ocasiones se muestran hiperactivos y con déficit de atención, de concentración y de memoria. También se ha visto asociación de la respiración bucal con alteraciones del sueño que incrementan la dificultad para el aprendizaje.
Se cree que la respiración bucal afecta la función del cerebro. Por ejemplo, la acidosis respiratoria y la falta de energía afecta a los canales de potasio muy importantes para la función del sistema nervioso central.
Se ha demostrado que eliminar las causas de la respiración bucal y restaurar la respiración nasal puede mejorar estos problemas de aprendizaje.
¿Cómo evitar respirar por la boca?
Lo primero debe ser el diagnóstico de la causa que está provocando la respiración bucal.
Para ello se debe acudir al personal médico o al odontólogo. Con frecuencia se requiere la participación de otras especialidades para el correcto diagnóstico y eliminar la causa. Sin embargo, independientemente de cual sea la causa de la respiración bucal, esta, al ser practicada de forma mantenida, se convierte en un hábito que es difícil de abandonar por sí mismo. Por ello, una vez eliminada la causa es importante establecer un plan de rehabilitación para volver a respirar por la nariz.
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