Contenido
La pizza no es comida basura
La pizza vive una cruel dualidad. Por un lado, es uno de los alimentos más populares, que encanta a niños y mayores, y supone una fiesta gastronómica que siempre se relaciona con jornadas distendidas y alegres. Por otro lado, tiene fama de ser un alimento basura, que aporta muchas calorías y que no ayuda precisamente a cuidar de nuestra salud.
Pero, realmente, la pizza pertenece a la dieta mediterránea, y los componentes básicos que la conforman: aceite, harina, tomate… no son, ni mucho menos, perjudiciales. No es difícil imaginar que son los ingredientes que incluimos después los que pueden transformar un plato equilibrado en una montaña de colesterol. Hoy, en Alimentos Ricos, os vamos a presentar unas recetas para que podáis preparar platos de pizza muy saludables, sin renunciar al sabor. ¿Estáis listos para que se abra vuestro apetito?
Masa de pizza
Lo primero que aprenderemos a hacer es una masa saludable, baja en calorías. A partir de ahí, conseguiremos que nuestra pizza sea mucho más ligera y sana. La receta que os presentamos es para una sola masa, pero resulta muy práctico que multipliquéis las cantidades y hagáis masa suficiente para tres o cuatro veces. Estas bases se pueden congelar sin ningún problema.
Ingredientes
- 75 g de harina integral
- 75 g de harina normal
- 10 g de levadura de cerveza
- 75 ml de agua
- 1 cuharadita de aceite de oliva
- Azúcar
- Sal
Para cocinarla
- Mezclamos las harinas.
- Dividimos el agua en dos. En una de las mitades (que esté tibia), disolvemos la levadura, un poco de azúcar y un par de cucharadas de la mezcla de harinas.
- Dejamos reposar durante 30 minutos.
- Mezclamos el resto del agua con el aceite y la sal.
- En un recipiente, mezclamos las harinas, la masa fermentada de levadura y la mezcla anterior.
- Amasamos, le damos una forma redondeada y dejamos reposar al menos un par de horas.
- Cuando queramos usarla, sólo tendremos que extenderla, dándole la forma deseada.
Pizza de berenjena, pimiento y huevo
Ingredientes
- 1 base de masa integral
- 100 g tomate triturado
- 50 g de queso light rallado
- 1 berenjena
- 1 pimiento rojo
- 1 pimiento amarillo
- 1 huevo
- Orégano
Para cocinarla
- Sobre la base de pizza, distribuimos el tomate triturado.
- Colocamos el queso rallado.
- Hacemos rodajas con la berenjena, sin quitar la piel. Troceamos el pimiento y los distribuimos sobre el resto de ingredientes.
- Abrimos el huevo y lo colocamos en el centro de la pizza.
- Espolvoreamos con orégano y horneamos a 200 grados hasta que esté dorada.
Pizza del mar
Ingredientes
- 1 base de masa integral
- 100 g de tomate triturado
- 50 g de gambas y mejillones
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- Perejil fresco picado
- Orégano
Para cocinarla
- Picamos la cebolla y el ajo.
- Incorporamos el tomate, los mejillones y las gambas.
- Condimentamos con el orégano y el perejil.
- Mezclamos bien y lo repartimos sobre la base de la pizza.
- Cocinamos en el horno, previamente calentado a 200 grados, hasta que esté dorada.
Pizza de atún y pimiento
Ingredientes
- 1 base de masa integral
- 100 g de tomate triturado
- 50 g de queso light rallado
- 2 latas de atún en aceite
- 1 pimiento rojo
- 100 g de champiñones
- Orégano
Para cocinarla
- Sobre la base de pizza colocamos el tomate triturado y lo repartimos.
- Colocamos el queso y el atún escurrido.
- Partimos el pimiento y el champiñón y los añadimos.
- Espolvoreamos orégano.
- Metemos en el horno, precalentado a 200 grados, hasta que su aspecto sea dorado.
Pizza de jamón y rúcula
Ingredientes
- 1 base de masa integral
- 100 g tomate triturado
- 50 g de queso light rallado
- Hojas de rúcula
- 1 pimiento verde
- 6 lonchas de jamón York
- Orégano
Para cocinarla
- Sobre la base, extendemos el tomate triturado de manera que quede uniforme.
- Disponemos por encima el queso rallado.
- Troceamos el pimiento y el jamón y los ponemos sobre la base.
- Espolvoreamos el orégano.
- Introducimos en el horno, que habremos precalentado y lo dejamos hasta que se dore.
- Al sacarla del horno, ponemos la rúcula por encima.
Animaos con estas recetas y daos el gusto. Como veis, no es necesario renunciar al sabor para cuidarnos.