En días pasados compartimos algunas ideas acerca de la lactancia materna que reflejamos en el artículo titulado los “Los grandes beneficios de la lactancia materna”.
Y hoy, quizás alentados por desarrollarse durante estos días una jornada mundial para estimular la lactancia materna retomo el tema. Pero también para complementar el artículo anterior, más beneficios que se reportan con la saludable práctica de la lactancia materna pero también aquellas aristas no del todo favorables que debes tener en cuenta y sobre todo cuando no es pertinente seguir con la lactancia materna.
¿Cuándo debería evitar una madre darle el pecho al niño?
Los profesionales de la salud están de acuerdo en que la leche humana es la forma más completa de nutrición para recién nacidos, incluso prematuros y enfermos. Sin embargo, hay raras excepciones en que la leche humana no se recomienda.
Bajo ciertas circunstancias, el médico necesitará hacer una valoración particular para cada caso para poder determinar si la exposición medioambiental de una mujer o su condición médica le indican que se debe interrumpir la lactancia materna.
La lactancia materna no es aconsejable si existe uno o más de las siguientes condiciones:
- Diagnóstico de un niño con galactosemia, que es un trastorno metabólico genético muy poco frecuente
- Un niño cuya madre:
- Esta afectada con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH)
- Está tomando medicaciones antirretrovirales
- Tiene tuberculosis no tratada, activa
- Tiene adicciones a alguna droga
- Está tomando a los agentes prescritos de quimioterapia de cáncer, como antimetabólitos que interfieren con replicación de ADN e interfieren en la división celular
- Está recibiendo radioterapias. Este tipo de tratamiento de medicina nuclear requieren sólo una interrupción temporal de la lactancia materna.
Estos son situaciones extremas, hay otras muchas ventajas para aplicar la lactancia materna
La leche materna como probióticos
En otros artículos de nuestra web hemos abordado el tema de los probióticos. Pues resulta que en recientes publicaciones especializadas se reporta que en la leche humana aparecen los probióticos como una de las razones fundamentales para utilizar la lactancia materna en beneficio del niño lactante al crear el microbioma adecuado y necesario para el mejor desarrollo del niño.
En el control del Helicobacter pylori.
En este escenario también se reconoce el extraordinario papel de la lactancia materna en el control de algunos gérmenes causantes de enfermedades. Entre estos se encuentra el Helicobacter pylori.
Es reconocido el relevante papel del Helicobacter pylori como el contribuyente principal al desarrollo de enfermedades gastrointestinales relacionadas con la úlcera péptica, el adenocarcinoma gástrico así como el linfoma.
Es ciencia constituida que la infección con Helicobacter pylori ocurre tempranamente en la vida del niño, aunque aún no se conoce en detalles las rutas de transmisión y los factores protectores en contra de la infección.
Cáncer de mama y lactancia materna
El cáncer de mama es el cáncer más frecuente en mujeres. Y en esta dirección los resultados de estudios epidemiológicos en mujeres que practicaron la lactancia materna indican que existe una notable diferencia con el grupo que no amamantó al niño, apareciendo en este último grupo mayor número de casos de cáncer de mama.
La reducción en el riesgo de cáncer de mama es estimada en 2% de incremento por cada 5 meses de lactancia materna mantenida. Mientras más tiempo las mujeres le den el pecho, menos posibilidades tiene la mujer para desarrollar cáncer de mama.
Teniendo en cuenta estos factores la cuarta edición del Código Europeo en contra de cáncer de mama recomienda la lactancia materna para reducir el riesgo de cáncer de la madre.
Obesidad y lactancia materna
Se ha reportado que la lactancia materna durante los primeros 6 meses de la vida del recién nacido actuará como un factor protector en contra de la malnutrición por ingestión excesiva de comidas con tendencia a provocar sobrepeso y obesidad, a corto y a largo plazo.