La salida de una muela del juicio en numerosas ocasiones se convierte en todo un acontecimiento familiar porque se identifica con el arribo a la edad en que somos más responsables y conscientes de nuestra conducta, generalmente ocurre entre los 18 y 26 años.
Este tercer molar o cordal tiene numerosas peculiaridades, por una parte es un recordatorio de nuestros antecesores que se alimentaban con productos muy fibrosos y su presencia les facilitaba la masticación.
Pero al mismo tiempo con la propia evolución del hombre el tamaño de la mandíbula se ha ido reduciendo, no dejándole el espacio necesario para que la muela del juicio ocupe el lugar que le correspondería.
Otra de las características de la muela del juicio es que no se lucha para salvarla y preservarla como sucede con el resto de las piezas, todo lo contrario predomina la tendencia a su extracción inclusive antes de que comiencen a ocasionar molestias. Te invitamos, además, a conocer algunos datos interesantes de las muelas del juicio antes de continuar con nuestro artículo de hoy.
La muela del juicio puede producir más daños que beneficios
Las muelas del juicio se van desarrollando paulatinamente y puede ser que nunca salgan y se mantengan retenidas dentro del hueso y que no provoquen síntomas, o que broten parcialmente.
En la mayoría de las ocasiones el primer síntoma es un dolor localizado o irradiado a la mandíbula, el oído, el ojo, el cielo de la boca, la mejilla y hasta la garganta. Las molestias estarán muy relacionadas con la localización de la muela del juicio de que se trate y con la forma en la cual hayan crecido sus raíces.
Cuando único puede ser beneficiosa la salida de una muela del juicio es cuando has perdido alguna de las muelas aledañas, tienes espacio suficiente, el cordal se ha desarrollado en posición normal y su salida contribuye a desplazar el resto de las piezas.
¿Por qué la muela del juicio puede ocasionar problemas?
Los problemas asociados con las muelas del juicio son más frecuentes en las inferiores que en los superiores. Entre los más comunes se encuentran:
- Retención en el hueso, no brotando y provocando afectaciones en los senos maxilares o en el nervio dentario inferior, dependiendo de su localización y de la forma en que hayan crecido sus raíces.
- Cuando la salida es incompleta es difícil su limpieza y se van produciendo acumulaciones de restos de comida que pueden conducir a una inflamación del tejido que rodea la muela. Es denominado pericoronitis.
- La infección puede ser mucho mayor y afectar parte de la cara, producir inflamación y un flemón o hasta celulitis en casos más severos.
- Las caries es otro de los problemas más comunes en la muela del juicio y no solo la afectan a ella también a las muelas contiguas.
- Puede desarrollarse a partir de su alteración un quiste o un tumor ontogénico.
Si está impactada una muela del juicio…
La forma en que crezca la muela del juicio y sus raíces puede determinar la severidad de sus complicaciones y también la conducta a seguir ante cada caso.
Ellas buscan el espacio para crecer, en ocasiones lo hacen de forma angular, en otras inclinadas hacia el diente vecino y en el peor de los casos crecen en posición horizontal.
¿Acudo a un dentista o un cirujano máxilo facial?
El dentista debe ser el primero en examinarte y efectuarte un examen de tu cavidad bucal, lo más probable es que te ordene un examen de rayos X para determinar la forma exacta en que se encuentra la muela del juicio que te está provocando el dolor.
Si la decisión es la remoción quirúrgica la misma debe ser efectuada por un cirujano máxilo facial, con todos los requerimientos y condiciones necesarias para evitar complicaciones durante y después de la cirugía.
Si quieres conocer más sobre las características de la muela del juicio en Alimentos Ricos tienes otras informaciones sobre ellas y qué hacer ante un dolor de muelas.