Aunque no son ni mucho menos un invento de nuestros días, lo cierto es que se podría decir que en los dos últimos años los fideos instantáneos han resurgido cual Ave Fénix gracias al apoyo de marcas muy reconocidas, ocupando un lugar privilegiado en las estanterías de los supermercados, pero también en nuestra cocina.
El éxito de estos fideos instantáneos se debe fundamentalmente a la facilidad a la hora de prepararlo. En tan solo 3 minutos tendrás lista una cena llena de sabor gracias a sus aditivos y que está entre las preferidas de niños y mayores que adoran la pasta en cualquier de sus casi infinitas variedades.
Es cierto que el ritmo de vida que llevamos actualmente nos impide en muchas ocasiones llevar la alimentación que desearíamos y terminamos recurriendo a lo cómodo, pero es muy importante que tomes conciencia de tu propia salud y de la de tu familia y dejes estas comidas rápidas solo para momentos de verdadera necesidad o como una excepción.
Si tu problema es el tiempo, hay otras muchas comidas o cenas que puedes preparar en unos pocos minutos y sin ensuciar tu cocina. En este sentido, los moldes de silicona Lekue son excelentes aliados para quienes no disponen de tiempo para cocinar pero desean comer sano. En ellos podrás hacer carnes, verduras, pescados y casi cualquier receta que se te ocurra en tan solo unos minutos, en el microondas y sin añadir calorías, ya que se cocinan en su propio jugo.
Si eres consumidor habitual de los fideos instantáneos, deberías conocer los peligros que van asociados a ellos.
Problemas de digestión:
Los fideos instantáneos tardan mucho más tiempo en digerirse que otros alimentos, provocándonos digestiones pesadas, lentas y problemáticas. Al tardar tanto en procesarlos, sometemos a nuestro estómago a una tensión innecesaria y provocamos que los aditivos contenidos en este tipo de alimentos tarden más en eliminarse, lo que nos puede provocar problemas de salud a largo plazo si abusamos de estos fideos.
Muchos aditivos, pocos nutrientes:
Si buscas un alimento muy nutritivo, olvídate de estos fideos instantáneos. Este tipo de comidas apenas contienen nutrientes, mientras que son ricos en aditivos, una combinación que no es para nada la apropiada.
Si te gusta una marca en concreto, vigila que no contenga hidroquinona de butilo terciario (TBHQ), un conservante que puede ser letal. Las dosis bajas de este aditivo son aptas para el consumo, pero a partir de 1 gramo ya puedes comenzar a sufrir sus consecuencias.
No solo no aportan nutrientes y son ricos en aditivos, si no que también son una fuente de calorías, sodio y grasas.
Obesidad:
Aunque solemos pensar que una pizza o una hamburguesa tiene más calorías que una tarrina de fideos instantáneos, y efectivamente así suele ser, no hay que creer que ganamos peso solo con alimentos muy calóricos.
Como hemos comentado anteriormente, el hecho de ralentizar nuestra digestión puede hacer que desarrollemos el síndrome metabólico, por lo que fideos instantáneos, obesidad y colesterol van de la mano cuando las dosis de ingesta de este producto son muy elevadas.
Evidentemente, no hay ningún problema si los tomas de vez en cuando ni incluso un consumo más o menos habitual te va a acarrear forzosamente estos trastornos, pero antes de incluirlos como un elemento más en tu dieta, deberías tener en cuenta sus posibles efectos negativos y decidir sobre tu salud con conocimiento de causa.