Se llama Reflexología o reflexoterapia al masaje terapéutico que se aplica principalmente en la zona de los pies, cabeza, cara y manos. Pertenece a la llamada medicina alternativa, y tiene como principio que los órganos, huesos y músculos se reflejan en determinados lugares del cuerpo. Al activar estos puntos reflejos, la energía circula correctamente por el organismo y ocurre un efecto de autocuración.
Los especialistas en Reflexología señalan que este tratamiento es efectivo no solo a nivel orgánico, sino también emocional. Puede aplicarse a personas de cualquier edad, pero cuanto más joven sea el organismo, mayor es la respuesta auto sanadora del cuerpo.
Las terapias duran entre 45 y 60 minutos, y a veces incluyen utensilios como pelotas de goma, bandas de goma o palos de madera. Estas técnicas deben ser aplicadas por quiroprácticos, fisioterapeutas y masajistas certificados.
Los orígenes de la Reflexología
Se han encontrado evidencias de prácticas de masajes en los pies con fines curativos en los libros sagrados de la India, en las tumbas egipcias, en los tratados médicos de China y en la medicina de la Grecia antigua.
En la era moderna, el padre de la Reflexología es el médico estadounidense William Fitzgerald, quien realizó en 1913 numerosas investigaciones y abrió el camino a esta terapia natural.
Aunque las pruebas científicas de su efectividad no son abundantes, cada vez son más las personas que ofrecen sus conocimientos en favor del desarrollo de esta práctica y mayor el número de personas que la solicitan.
Beneficios de la Reflexología
Estos tratamientos alivian problemas digestivos, dolor de espalda, desequilibrios hormonales, las condiciones relacionadas con el estrés, la artritis, el insomnio, las cefaleas tensionales, las lesiones deportivas, los trastornos menstruales y el síndrome premenstrual, entre otros.
Las técnicas de la Reflexología propician un estado de relajación y bienestar y estimulan la energía vital, desatando los bloqueos existentes y haciéndola circular de forma armónica y equilibrada. Favorece la circulación sanguínea y linfática a nivel local y general y depura al organismo de sustancias tóxicas; con lo que reduce el estrés, la tensión y la ansiedad y normaliza las funciones orgánicas, glandulares y hormonales.
De forma general, este tratamiento es no invasivo y al ser combinado con otros hábitos como una alimentación sana, ejercicio físico frecuente y técnicas de meditación y relajación, ayuda a vivir con profundo y auténtico bienestar.
Los reflexólogos afirman que también pueden tratar una amplia variedad de enfermedades como la diabetes y el asma y según estudios publicados por la Sociedad Americana del Cáncer indica que un tercio de los pacientes con cáncer utilizan estos procedimientos como terapia complementaria.
Pros y contras de la Reflexología
Las críticas más comunes contra esta rama de la medicina alternativa es la falta de formación médica y de acreditación de los practicantes. Como no existe en la mayoría de los países una regulación apropiada, la reflexoterapia ha sido utilizada en ocasiones por manos inexpertas e inescrupulosas.
En estos casos, el problema no radica en los tratamientos en sí, sino en el hecho de que el paciente no acude al médico porque su “terapeuta” le asegura que puede eliminar el problema sin otro tratamiento.
Diversos estudios afirman que la Reflexología se basa en evidencias que aunque no explican completamente su posible efecto, se postula que los órganos internos están vinculados a las terminaciones nerviosas de las extremidades.
Los posibles efectos beneficiosos de los masajes sobre el bienestar físico y la salud no están totalmente demostrados y pueden deberse a nuestra propia reacción ante algo que pensamos que nos mejorará, llamado en términos médicos efecto placebo.
Se necesitan aun estudios más continuados y profundos sobre la Reflexología antes de establecer un juicio definitivo sobre esta rama de la medicina alternativa, pero puede ser considerada en general beneficiosa y lo que no se pone en duda es que un buen masaje siempre será muy apreciado por el que lo recibe.
