E. coli (Escherichia coli ) es la forma de denominar un tipo de bacteria que habitualmente vive en el intestino de ahí que se considere como el principal representante de la flora intestinal normal tanto del hombre como de los animales.
En determinadas circunstancias producen enfermedades que las más de las veces se acompañan de las molestas diarreas. He ahí la explicación a lo que se conoce como “diarrea del viajero”, tan frecuente pero mucho más aún, tan molesta, que en ocasiones nos afecta días de disfrutar de las merecidas vacaciones.
Si bien es cierto que en la mayoría de las ocasiones la E. coli no causa problema alguno, no es menos cierto que eventualmente puede producir diarrea hemorrágica y en otras, mucho menos frecuente aun, puede causar insuficiencia renal y hasta la muerte.
¿Cómo se puede contagiar la persona?
Se puede diseminar mediante el contacto entre personas pero también a través de alimentos contaminados, entre otros el agua no tratada, la carne y leche.
También puede convertirse en fuente de contaminación la ingestión de alimentos elaborados por personas que no se han lavado adecuadamente las manos. Otra fuente de contaminación es la preparación de alimentos utilizando utensilios de cocina así como tablas de cortar contaminados con E. coli.
La mayonesa y las ensaladas de col o de papas que hayan permanecido sin refrigeración por mucho tiempo, así como alimentos refrigerados o congelados que no se conservan a las temperaturas adecuadas.
Frecuentemente se convierten en fuente de contaminación por E. coli los pescados u ostras, frutas y verduras que se comen crudos que no hayan sido bien lavados.
De ahí que se pueda considerar que el reservorio de E. coli pueda ser el hombre, el ganado bovino, cerdos, aves y los corderos.
Se ha descrito que esta bacteria es causa de enfermedad en Canadá, Estados Unidos de Norteamérica, Reino Unido, casi todos los países de América Latina, África y Asia, entre otros.
Las edades de las personas que con mayor frecuencia se enferman son aquellas contempladas en las llamadas edades extremas de la vida, es decir, el niño lactante y el anciano, aunque en realidad, por su forma de transmisión, a cualquier edad puede contraerse la infección.
La infección por E. coli es más frecuente que aparezca durante los meses de verano, quizás relacionadas con las temperaturas y la presencia de vectores que y transmiten la bacteria, como es el caso de las moscas.
Manifestaciones de la enfermedad por E. coli
La enfermedad puede aparecer en forma de brotes o presentarse en casos esporádicos. El periodo de incubación dura de 2 a 3 días hasta 2 semanas. La infección puede pasar inadvertida, y por lo tanto, convertirse esta población en los portadores de la bacteria E. coli
También puede presentarse la diarrea acompañándose de sangramiento, que es la forma clínica denominada colitis hemorrágica o dar lugar a una diarrea sin sangre, la cual es una de las formas en que más frecuentemente aparece este microorganismo.
La fiebre está casi siempre ausente y puede estar acompañada de náuseas o vómitos. La evolución subsiste desde pocos días hasta 2 semanas.
Otra manifestación que frecuentemente se observa es la presencia de gases y fuertes cólicos abdominales, así como cansancio.
¿Qué hacer si aparece la infección por E. Coli?
En la mayoría de los personas la infección por E. coli desaparece sin tratamiento en el orden de 5 a 10 días, aunque la mayoría de las veces, la recuperación ocurre en un par de días, sobre todo si recibe la alimentacion adecuada.
El propósito fundamental debe ser evitar la deshidratación. Para esto debe recibir cantidades suficientes de líquido y hacer uso de las sales de rehidratación acompañado de lograr descansar lo necesario.
Cada fórmula de sales de rehidratación tienen sus propias proporciones pero también lo puede resolver si disuelve media cucharadita de sal común y media cucharadita de bicarbonato de sodio con 4 cucharadas de azúcar en 1 litro de agua hervida.
Si mantiene el cuadro de diarreas debe acudir a recibir atención médica.