La fiebre hemorrágica Crimea-Congo es una de las tantas infecciones que se transmiten por la picadura de las garrapatas. No obstante, destaca porque es considerada una enfermedad potencialmente mortal.
Esta enfermedad solo se trasmite de persona a persona a través de estrecho contacto los fluidos corporales. Su vía de contagio principal es la picadura de garrapatas. Se presenta con mayor frecuencia en personas que trabajan en granjas, con ganado o en clínicas veterinarias.
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La fiebre hemorrágica Crimea-Congo (FHCC) tiene un periodo de incubación corto. La sintomatología se agrava, pudiendo llegar rápidamente al coma y la muerte. En los casos en los que el paciente sobrevive, pueden quedar secuelas graves. Es muy contagiosa, por eso es necesario mantener en observación y en aislamiento a toda persona en contacto con el enfermo. Esto incluye al personal médico.
¿Qué es la Fiebre Hemorrágica Crimea-Congo?
La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es provocada por un virus transmitido por la picadura de garrapatas del género Hyalomma marginatum. El virus pertenece al género Nairovirus de la familia Bunyaviridae.
Esta infección se desarrolla como una zoonosis que toma como reservorios a los roedores y algunas animales vertebrados silvestres y ocasionalmente a animales domésticos. Entre ellos pueden transmitirla la picada de garrapatas, el ganado bovino, ciervos tanto domésticos como salvajes, ovejas, cabras y liebres.
El virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo se ha encontrado en al menos en 30 especies de garrapatas. Se presenta sobre todo en la primavera y otoño, y en aquellas zonas donde existen mayor cantidad de garrapatas.
El contagio de persona a persona ocurre al entrar en contacto con la sangre y otras secreciones de personas infectadas. No obstante, es la vía menos frecuente. Los animales portadores del virus se mantienen asintomáticos. En humanos, los síntomas evolucionan hasta comprometer seriamente la vida.
No hay vacuna disponible para las personas ni para los animales. En las personas es catalogada como una enfermedad viral grave.
Presencia de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en España
Esta peligrosa fiebre hemorrágica viral se considera endémica en África, Medio Oriente y Asia, y en algunos lugares de Europa. En general son países localizados por debajo de los 50 grados de latitud norte, donde la garrapata encuentra las condiciones propicias para desarrollarse.
Entre las enfermedades transmitidas por garrapatas la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es una de las más extendidas en el mundo. Se cataloga como una enfermedad emergente en países de Europa oriental. España no escapa del azote de esta enfermedad.
En España la circulación del virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo se reportó desde el año 2010, las garrapatas fueron recolectadas en la provincia de Cáceres. En septiembre del 2016 fue reportado el primer caso humano en la Comunidad de Madrid, asociado al contacto con garrapatas en la provincia de Ávila y un segundo caso en un profesional sanitario que le atendió. Aunque su incidencia sea baja, el riesgo persiste porque el virus circula.
Se ha verificado la circulación del virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en poblaciones de garrapatas tomadas de animales en condiciones extensivas o silvestres en las Comunidades Autónomas de Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Madrid.
Síntomas de la fiebre hemorrágica Crimea-Congo
El periodo de incubación es corto. Suele ser de 1-3 días si la infección se produce por picadura de garrapatas. Si la persona entró en contacto con la sangre o secreciones, los síntomas pueden demorar entre 5-6 días. Los síntomas de esta afección comienzan de repente. Los más característicos son la fiebre, rigidez, escalofríos, dolor de cabeza intenso, mareo, cuello rígido y adolorido. Se ha descrito también fotofobia, mialgia y dolor de espalda y en las piernas.
Las náuseas, el dolor de garganta y los vómitos acompañando a la fiebre y diarreas ocurren desde el comienzo. Los pacientes presentan estados de confusión y cambios bruscos de humor, acompañados de agresividad en los primeros dos días. Luego sigue un periodo depresivo, acompañado de somnolencia y taquicardia. También es común el enrojecimiento de los miembros a los 3-6 días de la enfermedad. En esta etapa aparecen en la piel moretones, y manchas sanguíneas, sobre todo en antebrazos, axilas y la ingle.
A los 4-5 días se presentan hemorragias en las encías, vaginales o por oídos y ojos. Estas incluyen hemorragias intracraneales. Se ven afectados todos los órganos, el sistema nervioso y la médula espinal. En el día 5, los pacientes pueden desarrollar fallos hepáticos renales graves y progresivamente entrar en estado de coma.
Diagnóstico de la enfermedad
El diagnóstico de la fiebre hemorrágica Crimea-Congo se obtiene mediante aislamiento del virus, Reacción en cadena de la polimerasa (PCR) o serología a los 7 días del inicio de los síntomas. Este virus es considerado de un riesgo biológico de nivel 4, similar al ébola[5]. Por ello, no debe ser manipulado tomando las medidas correspondientes.
La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo se diagnostica aislando el virus de la sangre, plasma o tejido. Los cultivos celulares son útiles en los primeros 5 días de la enfermedad, pues detectan altas concentraciones del virus.
Existen además diversas pruebas serológicas y de biología molecular que permiten definir si se trata de esta enfermedad, así como diferenciarla de otras fiebres hemorrágicas. En menos de 8 horas se puede confirmar el diagnóstico.
Tratamiento de la fiebre hemorrágica Crimea-Congo
El tratamiento de la fiebre hemorrágica Crimea-Congo debe basarse en la terapia de soporte. Esta se realiza a base de transfusiones de hematíes y plaquetas, aportación de otros factores de coagulación y proteínas.
Los antivirales como la Ribavirina se han utilizado con éxito para reducir la fiebre y las hemorragias. Esto elimina el peligro de muerte en las primeras 48 horas, pero provoca anemia intensa. Se ha probado la inmunoterapia con suero hiperinmune, pero no existe un tratamiento de efectividad demostrada.
Cuando una persona es diagnosticada con esta enfermedad, el pronóstico siempre será reservado. En dependencia de la virulencia de la cepa, entre el 10 al 40% de los casos fallece.
Evolución y pronóstico de la fiebre hemorrágica Crimea-Congo
La capacidad de respuesta individual es lo que determina el pronóstico de esta enfermedad. La segunda semana de la enfermedad, es determinante en la evolución. En ella o se presentan complicaciones o comienza la mejoría.
La fiebre hemorrágica Crimea-Congo tiene un nivel de mortalidad elevado. La muerte suele ocurrir durante los primeros 14 días de la enfermedad. Quienes sobreviven se recuperan parcialmente entre los 10 a 20 días.
Las secuelas incluyen pulso débil, taquicardia, sudoración, sequedad de la boca, cefalea, mareo, náusea, poco apetito y dificultad para respirar. También se ha descrito polineuritis, dificultad visual, pérdida de la audición, amnesia y caída del cabello. La recuperación completa es muy lenta, y puede llevar hasta un año.
¿Cómo prevenir la Fiebre Hemorrágica Crimea-Congo?
Evitar las picaduras de garrapatas infectadas es la mejor forma de prevenir la fiebre hemorrágica Crimea-Congo. Para ello se deben usar repelentes e insecticidas, evitar sitios donde abundan las garrapatas y tomar otras medidas profilácticas.
Si se trabaja con ganado y otros animales domésticos, en todo momento se deben usar ropa protectora. Esta incluye pantalones largos dentro de las botas, camisas mangas largas, gorros y guantes. No se debe ingerir leche sin pasteurizar. La carne de consumo humano debe estar bien cocinada, ya que la cocción elimina el virus.
Deben establecerse barreras de protección, aislamiento, y el uso de trajes de protección. El cuidado de pacientes afectados por esta enfermedad se hace en centros especializados de contención del riesgo biológico.
Luego de exposiciones de alto riego, se recomienda que el personal médico reciba un tratamiento a modo profiláctico con ribavirina. Además, debe mantenerse en observación y aislamiento hasta pasado el tiempo de incubación de la enfermedad.
Se recomienda reforzar la prevención de picaduras por garrapatas en las zonas de riesgo, difundir información sobre las medidas para evitar la transmisión de la enfermedad, y realizar vigilancia activa de la enfermedad en humanos con el fin de detectar de forma precoz posibles casos y limitar su propagación.
En algunas regiones de España, la fiebre hemorrágica Crimea-Congo… es un peligro acechando.