La depresión es uno de los males más habituales de nuestros días. Quizás pienses que no conoces a nadie que la padece o que nunca te va a tocar a ti, pero te sorprendería la cantidad de personas que parecen feliz y que parecen tenerlo todo y en realidad están sumidas en una depresión que van arrastrando desde hace más tiempo del que deberían.
Esta enfermedad del siglo XXI puede ser tan perjudicial como cualquier otra física, por lo que no debemos ignorarla. Se suele dar menos importancia a las enfermedades con base psicológica y tratar de ayudar a una persona con un simple «anímate», pero no es tan fácil. De hecho, muchas depresiones tienen también consecuencias físicas. Y es que la mente es mucho más poderosa de lo que puedes imaginar.
Si crees que alguien de tu entorno o tú mismo puede estar sufriendo depresión y no hay ningún motivo, a priori, que pueda ser el desencadenante, tal vez deberías revisar los hábitos de su vida para encontrar ciertos factores que favorecen la aparición de la depresión.
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¿Qué puede desencadenar una depresión?
El estilo de vida tiene mucho que decir a la hora de caer en una depresión. Hablamos tanto de alimentación como de descanso o estrés.
Las personas más estresadas tienen una mayor predisposición a caer en una depresión, debido a que la excesiva carga de trabajo no nos deja pararnos a comprender mejor la vida, disfrutar de ella o tener tiempo para nosotros mismos. Cuando entramos en la rueda del estrés es bastante difícil salir de ella. En este caso, lo mejor que puedes hacer, si crees que este estrés te está perjudicando tu salud mental, es parar. Es preferible que pares un tiempo y después resurjas con fuerza a que caigas en una depresión de la que tardarás bastante en salir.
Como decimos, la alimentación también es muy importante para nuestro estado de ánimo. En este sentido, entran en juego un par de cuestiones. Una de ellas, la que todos conocemos, es lo que nos hace sentir la comida. Es posible que cenando pizza cada noche obtengas una felicidad instantánea que se diluye en el momento en que terminas el último bocado. Después, si te miras al espejo y no ves la figura que te gustaría tener, puedes caer en problemas de autoestima, que también está muy ligado con los estados depresivos.
No te olvides llevar una dieta rica en antioxidantes y también en sustancias que te aportan triptófano, magnesio y que te hagan liberar endorfinas. Estos tres nombres están muy ligados con el estado anímico y, aunque no lo creas, la carencia de ellos puede propiciar que una persona caiga en depresión sin ni siquiera saber por qué está tan triste.
En cuanto al descanso, dormir bien también es fundamental para varios motivos: estar más enérgico, levantarse con mejor humor y descansar al cerebro. Si nos falta un buen descanso tendremos una mayor predisposición a caer en la depresión y a que nos cueste levantarnos de ella.
Otros factores desencadenantes son precisamente aquellos que pensamos que nos van a ayudar a salir de la depresión. Por ejemplo, el alcohol o el tabaco no nos hacen ningún favor a nivel anímico. De hecho, el alcohol está considerado como uno de los depresivos más potentes. Nos da una «felicidad» inmediata, sí, pero en cuanto pasa su efecto tiene un efecto peor multiplicado por dos. No merece la pena estar un rato bien y después tener una recaída mucho mayor.
El ambiente social en el que te muevas va a influir también mucho en tu estado anímico y en la posibilidad de caer en trastornos como la depresión o la ansiedad. Si te rodeas de personas tóxicas o de aquellos que viven encerrados en su propio estrés y depresión, es más fácil que tú también caigas en ello. Las personas negativas necesitan ayuda, no cabe duda, pero ten cuidado porque también es muy fácil que te arrastren y te lleven con ellos a su mundo de negatividad.
Entonces, ¿dejamos solos a las personas negativas para irnos con las positivas? No es precisamente esto lo que te intentamos decir. Si una persona es negativa por naturaleza y sobre todo tóxica, deberías plantearte alejarte por tu propia salud mental; por el contrario, si una persona es de naturaleza positiva pero es la vida la que está llevándola a la negatividad, por cuestiones momentáneas o precisamente porque se está relacionando con gente tóxica, tiéndele tu mano y salid juntos. Apoyaros entre personas que no lo estáis pasando bien, siempre que sea para coger impulso o no para ahogaros aún más es muy importante para salir de una depresión.
El uso de las nuevas tecnologías está injustamente vinculado con los estados depresivos y otros problemas anímicos. ¿Por qué injustamente? Porque la tecnología, bien usada, es maravillosa. Nos hace evolucionar como sociedad y nos da verdaderas ventajas como individuos (no solo a nivel de ocio, también en productividad, para conseguir abrirnos más puertas profesionales, para estar en contacto con nuestros seres queridos…).
Sin embargo, el principal problema parte de que hay muchas personas que no saben usarlas. Por ejemplo, aquellas que pasan prácticamente el 100% de su tiempo libre frente a una pantalla, encerrados en casa, se están perdiendo todas las ventajas de disfrutar del mundo físico, de tomar el aire y el sol y de socializar cara a cara.
También las redes sociales son un muy buen escaparate para la mayoría de nosotros, para entretenernos y para poder estar informados sobre muchas cuestiones que nos interesan, sin embargo, el estilo de vida perfecto que se está cuajando en las redes hace que muchas personas tengan más tendencia a la depresión precisamente porque su vida no es tan perfecta. ¿Sabéis qué? La mayoría de esas publicaciones son fachada, escaparate. Es posible que tu vida sea mucho mejor que la de esa chica que siempre aparece riendo, con ropa cara, coche nuevo y viajes de ensueño. Te lo aseguramos: el dinero y vivir de cara a la galería no da la felicidad.
Por último, no olvides que si crees que estás pudiendo atravesar una depresión o que estás cercano a ella, debes acudir inmediatamente a un profesional. Si te duele un diente y vas al dentista o si te duele la cabeza y te tomas un medicamento, ¿por qué cuando se trata de una depresión o un problema similar nos cuesta tanto buscar ayuda en un profesional? Aprendamos a derribar tabúes y la sociedad será mucho más feliz.
La depresión, por suerte, tiene solución, pero también depende de ti que consigas sacar la cabeza del fango o que, por el contrario, te hundas cada vez más. No te conformes con vivir así y en cuanto detectes los primeros síntomas, trata de buscar una solución. Ya sabes, mejor prevenir que curar.
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