Todos hemos estado tristes en algún momento de nuestra vida. Eso es normal. Ante una pérdida, u otra situación que nos cause aflicción, ese sentimiento es normal. Eso no quiere decir que padezcamos de depresión.
Pero cuando esa tristeza dura en el tiempo, o es demasiado intensa, entonces quizás sí estemos deprimidos.
La depresión es uno de los trastornos mentales más frecuentes en el adulto mayor y puede llegar a causar discapacidad. Es más frecuente en las mujeres, y en general, hasta una de cada cinco personas mayores la padecemos alguna vez en la vida, asociada frecuentemente a la jubilación, a alguna enfermedad crónica que genere cierto grado de discapacidad y dependencia en tanto en ocasiones puede ser consecuencia del uso de algunos medicamentos.
Un artículo curioso: ¿Sabes cuál es el lunes más triste del año?
¿Qué es y qué no es la depresión?
Las personas que padecen de pueden tener pérdida de la capacidad de disfrutar de las cosas propias de la existencia humana y el interés en las actividades que le resultaban anteriormente placenteras, y que se evidencien sentimientos de tristeza mantenida, desesperanza y desánimo, así como falta de vitalidad o aumento de la fatigabilidad. Estos sentimientos deben durar al menos dos semanas. Es importante darnos cuenta si estos sentimientos han alterado el funcionamiento habitual. Si esto ocurre, es altamente probable que tengamos depresión.
Además de lo anterior, también se puede ver pérdida de la confianza, sentimientos de inferioridad, reproches hacia uno mismo, sentimientos de culpa excesiva, trastornos del sueño y del apetito, y disminución de la capacidad de cumplimentar funciones que no era lo que habitualmente teníamos antes de que comenzáramos a sentirnos así.
En las personas mayores, la forma de presentarse la depresión es más variada y puede ser distinta a las de las personas más jóvenes, y en ocasiones se manifiesta únicamente mediante molestias del cuerpo o puede malinterpretarse como envejecimiento normal.
Por eso es importante que sepamos identificar qué no es una depresión. La depresión es una enfermedad, no es un proceso normal asociado con el envejecimiento.
Tampoco es depresión sentirnos apenados o pesimistas, debido a eventos negativos, y tampoco lo es cuando estamos triste por tener un duelo por una pérdida.
También se pueden presentar estos síntomas debido al uso de sustancias que se utilizan como farmacos, o pueden ser secundarios a otras enfermedades.
¿Cómo puede presentarse la depresión en las personas mayores?
Como comentamos anteriormente, la depresión en las personas mayores puede no presentarse igual que a otras edades. Así, pueden manifestarse con una asistencia excesiva a las consultas médicas, sin motivos claros, padecer fatiga crónica presente la mayor parte del tiempo y por un periodo al menos de un mes sin otra causa que lo explique, así como tener dificultad para la realización de las actividades diarias
Hay personas que tienen más posibilidad de desarrollar depresión, es decir, tienen factores de riesgo para padecerla. Esta enfermedad es más frecuente en las mujeres. También es muy frecuente si no se tiene pareja, si la persona vive sola, o si ha quedado viudo recientemente, principalmente los hombres, el padecer de enfermedades crónicas mal controladas y que lleven a la discapacidad, así como si se ha perdido funciones, es decir, “hacemos menos de lo que hacíamos antes”.
Igualmente podemos ser más proclives a padecer de depresión si nos mantenemos aislados socialmente y si no se tiene de redes de apoyo familiares o de amigos, si consideramos que nuestra salud es mala, si no vemos u oímos bien, si se toma demasiado alcohol y si los ingresos económicos son bajos e insuficientes.
Hay algunos medicamentos que pueden dar síntomas depresivos, como las benzodiacepinas (medicamentos para la ansiedad y “los nervios”, levodopa (medicamento para la enfermedad de Parkinson), betabloqueantes (medicamentos para la presión alta o problemas del corazón), entre otros. Pero es importante también saber que no debe parar de tomar sus medicinas sin ver a su médico.
Pero en el caso de que tengamos depresión, también hay algunos factores que nos pueden ayudar a superarla, que se conocen como factores protectores. Ejemplos de ellos son ser mujer (a pesar de ser un factor de riesgo, también es un factor protector, pues la depresión es menos dañina en las mujeres que en los hombres), tener buen apoyo social y no abusar del alcohol o de las drogas.
¿Cómo se si tengo depresión?
Existen tres aspectos que nos pueden hacer pensar que estamos deprimidos: tener una visión negativa del mundo, de sí mismo, y del futuro. Pero todo lo que hemos mencionado aquí nos puede hacer sospechar que nosotros, u otra persona cercana a nosotros, pudiera tener depresión, pero la certeza solo la puede hacer un médico o psicólogo. Siempre es aconsejable que confirme o no el diagnóstico.
Habitualmente el psicólogo o médico hará un grupo de preguntas y quizás nos aplique algún cuestionario para confirmar o no la presencia de depresión.
¿Y qué hago si tengo depresión?
Después que un profesional confirme el diagnostico de depresión, hay dos tipos de tratamientos: la psicoterapia y consejería ofrecida por un especialista acompañado del uso de los medicamentos antidepresivos. La depresión habitualmente mejora o desaparece con el tratamiento.
Existen varios tipos de psicoterapia, como son las llamadas de apoyo, conductual, cognitiva y la socioterapia. La elección del tipo de psicoterapia y el éxito que se logre, dependerá muchas veces del grado de depresión y de la atención que tengamos en seguir los consejos que nos dan. Este tratamiento lo brindan habitualmente psicoterapeutas, psicólogos o médicos psiquiatras.
En ocasiones es suficiente con el apoyo mediante la psicoterapia, sin embargo en otras ocasiones tu médico te indicará también tratamiento con medicamentos que son específicos para la depresión. Si este fuera el caso, independiente del tipo de medicamentos, tenga en cuenta:
- Que algunos medicamentos antidepresivos pueden tener efectos sedantes y pueden llegar, en las personas mayores, a causar estados de confusión.
- Pueden tener efectos colaterales, en especial sobre el corazón.
- Si está tomando otros medicamentos, no deje de comunicárselo a su médico.
Algunos consejos para luchar contra la depresión
Para finalizar, algunos consejos para aquellas personas que sufren de depresión, aparte del tipo de tratamiento que tengas. Toma aquellos medicamentos que más se ajusten a tu perfil y a tus hábitos, siempre que puedas:
- Viva cerca de personas amadas por ti y que te quieran.
- Si padece de alguna enfermedad debes ver a tu médico con la frecuencia que te señale, pues muchas enfermedades causan síntomas depresivos.
- Aprender a estar alerta ante los síntomas de depresión.
- Hay situaciones que nos predisponen a tener síntomas depresivos, si no podemos solucionarlas por nosotros mismos resulta necesario buscar ayuda profesional pero sobre todo compartir y hablar de estos temas con aquellas personas de gran confianza para nosotros.
- Evite las bebidas alcohólicas como forma de no sentir la depresión. Puede ser peor.
- El hogar no es el único lugar donde puedes sentirte feliz, busca otros lugares en los que puedas pasar un buen rato.
- Si ayudamos a alguien nos sentiremos mejor. Siempre hay alguien a quien podamos ayudar.
- Discute lo menos posible. Si decimos nuestras inquietudes de forma directa, en el momento y a la persona adecuada, tendremos mejores resultados.
- Trate de dormir lo necesario. Recuerde que no todos necesitamos el mismo tiempo de dormir.
- Practicar ejercicios nos mantienen saludable y activos. Hagamos un tiempito para ellas. Si tenemos duda de cuál y cuánto hacer, consultemos a un especialista.
- Haz cosas que te hagan sentirte feliz.
Si bien la depresión es una enfermedad, a tiempo y con el tratamiento oportuno se puede curar.
Otros temas relacionados: Andar más te hará más feliz