Si no lo has sufrido seguro que alguien de tu alrededor te ha hablado de lo molesto que puede ser. Incluso doloroso. Comienzas a notar molestias en la espalda y es cuando te viene la duda. ¿Podrías tener piedra en el riñón? En este post descubrirás todos sus síntomas para que puedas tratarlas antes de que sea tarde. Y también conocerás qué puedes hacer para prevenir su aparición.
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Conoce qué es y cómo se forma la piedra en el riñón
Los riñones tienen una función primordial en nuestro organismo. Son los encargados de filtrar la sangre para eliminar los desechos y el exceso de agua. Así pueden ser eliminados mediante la orina y evitamos intoxicarnos. Si tienes en tu sangre demasiados residuos que filtrar, o no tienes agua suficiente, es posible que se acumulen. Si demasiados desechos se acumulan pueden acabar formando bloques. Este bloque es lo que se conoce como cálculo renal o piedra en los riñones.
La piedra en el riñón es una masa sólida, dura y compacta. En la mayoría de los casos esos cálculos son pequeños y se eliminan por la orina por sí solos. Es posible que hayas tenido piedras en más de una ocasión y ni si quiera te hayas enterado. Pero hay ocasiones en las que no es tan fácil eliminar y se pueden quedar incluso durante meses. Si pasa esto se pueden hacer cada vez más grandes, aunque comienzan siendo como pequeños cristales. Aquí es donde viene el problema.
La piedra en el riñón puede ser de varios tipos
Existen varios tipos de piedra en el riñón. Vamos a ver los cuatro tipos más habituales:
- Cálculos o piedras de calcio. Éste es el tipo más habitual de piedra en el riñón. Se crean cuando demasiado calcio del que contiene nuestra sangre se mezcla con otras sustancias al ser filtrado en los riñones. Así se forman pequeños cristales que pueden ir creciendo.
- Cálculos o piedras de ácido úrico. Se crean cuando hay demasiado ácido úrico en la orina. Ésto hace que la orina a menudo sea demasiado ácida. Puede formar cristales por si mismo o al mezclarse con residuos de calcio.
- Cálculos o piedra de estruvita. Este tipo de piedra se forman cuando se juntan residuos de magnesio, amonio y fosfato. Suele formarse cuando se ha padecido de algunos tipos de infecciones de orina. En estas infecciones las bacterias producen amoniaco que se termina acumulando en la orina y, por consiguiente, en los riñones. Esta piedra en el riñón puede llegar a tener un tamaño bastante considerable.
- Cálculos o piedras de cisteína. La cistina es una sustancia que produce el cuerpo de forma natural. Si tienes un trastorno que haga que tu cuerpo produzca más cistina de la que debiera. Pero esto es algo poco habitual.
Una piedra en el riñón puede ser pequeña, como un cristalito o un grano de arena. O puede crecer tanto como una perla o incluso más. Mientras se mantengan en los riñones no notarás nada, ni sabrás que las tienes. El dolor aparece cuando el cálculo se mueve. Se mueve al ir del riñón a la vejiga o cuando intenta salir del cuerpo por la orina. También puede ocurrir que una piedra se quede atascada y bloquee el paso de la orina. Ésto último puede ser muy doloroso.
Descubre las causas de la piedra en el riñón
Las causas de que aparezca una piedra en el riñón son muy variadas. Pero las más comunes te las enumeramos a continuación:
- Beber poca agua. Cuando no ingieres agua suficiente a lo largo del día tu orina se vuelve muy concentrada. Ésto ocurre porque en la sangre no hay agua suficiente, de modo que casi todo lo que filtran los riñones son residuos. Todo en conjunto favorece la aparición de cristales y, de no remediarlo, se convertirán en cálculos.
- Una mala alimentación. Beber refrescos y bebidas azucaradas y carbonatadas aumenta en gran medida el riesgo de crear piedras de calcio. Lo mismo ocurre con una alimentación rica en sodio. Padecer de obesidad también favorece que se desarrolle.
- Tomar ciertas medicinas. Hay medicamentos que pueden favorecer que padezcas piedra en el riñón. Pueden darse en los que venden con receta y en los que no. Todos los medicamentos tienen efectos secundarios y algunos pueden causar esta dolencia ya sea porque se tomen en grandes cantidades, durante mucho tiempo o porque ya tienes predisposición a padecerla.
- Padecer problemas en las vías urinarias. Hay personas que tienen anomalías que hacen que se obstruya el flujo en las vías urinarias. Si te ocurre eso, la orina se estanca y eso favorece que se creen cálculos en el riñón. Las infecciones de orina suelen favorecer su creación.
- Tener trastornos metabólicos. Es posible que tu organismo tenga problemas para descomponer y metabolizar los alimentos. Si eso te ocurre, puedes desarrollar concentraciones de sustancias que acaben formando piedras.
¿Conoces los síntomas de la piedra en el riñón?
Lo normal es que si tienes piedra en el riñón no lo sepas si no se mueven. Si se trata de una piedra pequeña el cuerpo podrá eliminarla por sí mismo sin ningún tipo de problema. Pero si se trata de un cálculo más grande puede llegar incluso a obstruir las vías urinarias y pueden causar una serie de síntomas:
- Puedes sufrir escalofríos e incluso fiebre. Seguramente vaya acompañado con náuseas y vómitos.
- Tendrás la sensación de necesitar orinar con mucha frecuencia. Aunque por muchas ganas de ir al baño, apenas orinarás unas gotas. Y puede ser doloroso intentarlo. Además puedes tener sangre en la orina.
- Notarás un dolor en la parte baja de la espalda. Ese dolor se expande hacia la ingle, a medida que la piedra se vaya moviendo por las vías urinarias.
- El dolor no será constante, va y viene por oleadas. Dependiendo del movimiento de la piedra.
Cuando la piedra es demasiado grande y no puede moverse por las vías urinarias, se puede quedar atascada. Si esto ocurre se provoca una obstrucción y uno de los riñones se inflama por no poder evacuar la orina que se acumula. En el caso de que pase eso notarás un dolor muy intenso en un costado, por la parte baja de la espalda.
Si tienes dolor en un costado, tienes sangre en tu orina y observas otros síntomas leves, pide cita al médico que te haga las pruebas pertinentes. Si además tienes fiebre y vómitos, dirígete a urgencias tan pronto como puedas.
Sigue estos pasos para prevenir una piedra en el riñón
Hay casos en los que no se puede prevenir los cálculos renales, por ejemplo si es tu propio organismo el que los genera. Lo que sí puedes hacer es beber mucha agua. Si tu orina es casi transparente, es que estás tomando el agua suficiente. Por otro lado, es interesante que reduzcas el consumo de sal y elimines de tu dieta las bebidas carbonatadas.
Si ya has padecido piedra en el riñón, seguro que tu médico te ha dado una serie de pautas a seguir para intentar que no las parezcas en el futuro. Sigue al pie de la letra las recomendaciones de tu médico. Es quien mejor te puede aconsejar qué hacer adaptadas a ti y tus circunstancias.