Las caries dentales son perforaciones que expresan el daño estructural o destrucción de los tejidos de los dientes, ocasionada por los ácidos que producen las bacterias de la placa que se deposita en las superficies de los dientes.
¿Por qué se producen?
Las caries son huecos que se producen en el esmalte de los dientes causados por el ataque de los ácidos que se generan por la descomposición de los alimentos ricos en azúcares (carbohidratos) que permanecen apresados entre los dientes a pesar de la limpieza con el cepillado y el hilo dental.
En el proceso de desarrollo de las caries median estos factores de riesgo:
- Abundante presencia de azúcares en la dieta.
- La existencia de las bacterias de la boca.
- La coexistencia de la predisposición de los dientes.
- El tiempo necesario para que ejerzan su acción los factores antes mencionados.
¿Existe alguna edad donde sean más frecuentes?
Si el tiempo es un factor esencial, es decir mientras más tiempo pase mayor será la posibilidad de que aparezcan las caries, obviamente cuanta más edad tenga un niño, más posibilidades existirán que aparezcan las molestas caries.
¿Cómo se tratan las caries?
El tratamiento debe ser aplicado por personal profesional, es decir, el estomatólogo o el odontólogo, y se fundamenta en estos puntos:
- control de la infección.
- remineralización de los tejidos.
- tratamiento de las complicaciones.
- obturaciones al eliminar el material dental afectado por las caries.
- tratamiento de conductos si el nervio del diente muere
¿Cómo se pueden prevenir las caries?
Teniendo en cuenta los factores que participan en el desarrollo de la caries podemos interactuar para modificar, mediante la implementación de algunas medidas preventivas, el desarrollo de las caries dentales.
- Modificar la dieta: en particular reducir los azúcares en la dieta, tanto en cantidad como la frecuencia con que se consume para evitar la acción de las bacterias. En esa dirección se debe evadir el consumo de alimentos que se adhieran a los dientes, como son los chicles, caramelos blandos, entre otros para limitar su persistencia dilatada en las zonas masticatorias, y una vez que los ingiera debes cepillarte los dientes o enjuagarte la boca.
Evitar, en el caso de niños lactantes, que se endulcen chupetes con miel o con azúcar.
Higiene dental: Debe realizarse tan pronto como salgan los primeros dientes mediante el uso de un cepillo dental adecuado para niños y ya de adulto cepillarse por lo menos dos veces al día. No es aconsejable el uso de pasta dental fluorada en niños menores de 6 años, en función de la tendencia que tienen a tragarla. Hacer uso del hilo dental en función de eliminar la placa interdental al menos una vez al día.
Limpieza profesional cada 6 meses como parte de las revisiones dentales periódicas.
El flúor, que se puede encontrar en muchos enjuagues bucales y algunas pastas de dientes, ayudan a evitar la aparición de las caries al disminuir la rotura del esmalte y contribuir a que el proceso de remineralización se acelere.
También se puede utilizar como fluoración del agua de consumo, convirtiéndose en el método más eficiente, económico e inocuo. Según datos que reporta la Organización Mundial de la Salud (OMS) determina que las caries disminuyan en un 50%.
De cualquier manera la lucha contra las caries es posible y necesaria pues tiene una repercusión general e incluso se relaciona con la aparición de enfermedades sistémicas de gran importancia médico-social, como es la enfermedad cardiovascular y sus secuelas.
La prevención de las caries, a tiempo, es la mejor medida. ¡Practícala!