Los pulmones se encuentran localizados en el tórax y garantizan el aire necesario para mantenernos vivos. En un complejo sistema de conductos que están recubiertos por células, en las que se desarrolla el cáncer de pulmón.

Funciones que realizan los pulmones

Los pulmones cumplimentan la importantísima función de efectuar la respiración mediante la que llega el aire a través de la nariz, faringe, pasando por la  tráquea hasta los pulmones propiamente dichos. Para llegar  a todas las células de los pulmones estos utilizan unos conductos llamados bronquios los más gruesos y bronquiolos los más finos.

De ahí que cualquier afectación de los pulmones se convierte en un asunto de vital trascendencia para los seres humanos, y en particular el cáncer de pulmón.

¿Qué síntomas de cáncer de pulmón se encuentra en las personas afectadas?

Resulta frecuente que cuando el cáncer de pulmón se encuentra en los primeros estadios no de síntoma alguno.

Si ya se ha desarrollado lo suficiente las manifestaciones o síntomas de cáncer de pulmón estarán en dependencia del tipo de cáncer que tenga la persona. Se reconocen dos tipos de cáncer de pulmón; estos son:

• Cáncer pulmonar de células no pequeñas (CPCNP) que es el que con mayor frecuencia aparece.
• Cáncer pulmonar de células pequeñas que constituye aproximadamente el 20% de los casos reportados.

Puede existir también síntomas de cáncer de pulmón que constituye una mezcla de ambos tipos denominándose cáncer de pulmón mixto de células grandes/células pequeñas.

Otra posibilidad es que sea un cáncer metastásico, es decir, el cáncer primario se localiza a distancia y llega hasta los pulmones  a través de la sangre o linfa.

Por supuesto que los síntomas dependerán del tipo de cáncer más sin embargo se pueden identificar manifestaciones que son, en la mayoría de los casos, comunes para todos los tipos. Estas son:

• Dolor en el tórax
• Tos persistente, es decir constante
• Tos que se acompaña de sangre
• Ronquera
• Cambio en el tono de voz
• Dolor en el hombro
• Dolor de espalda
• Debilidad
• Dificultad para tragar
• Pérdida de peso
• Pérdida del apetito
• Fiebre
• Fatiga
• Dificultad para respirar
• Ruidos característicos que se traducen en la auscultación que hace el médico llamado sibilantes
• Párpado caído
• Parálisis en la cara, llamada parálisis facial
• Dolor en los huesos
• Dolor en las articulaciones
• Edema o hinchazón en la cara o en los brazos

Condiciones predisponentes para que se desarrolle el cáncer de pulmón

Se considera que el  cáncer de pulmón es uno de los tipos de cáncer más letal que se puede presentar, y esto afecta indistintamente a hombres como a mujeres.

Si comparamos la mortalidad por diferentes tipos de cáncer encontraremos que anualmente se reportan más muertes por el cáncer de pulmón que si se suman los casos que mueren afectados por cáncer de mama, de colon y de próstata de forma combinada.

El cáncer de pulmón se presenta con mayor frecuencia en personas adultas con más de 45 años.

Entre las causas más probables que aparecen relacionadas con el cáncer de pulmón se encuentra el mal hábito de fumar cigarrillos. De hecho se reporta en la literatura médica que mientras más cigarrillos se fumen en el día mayor será el riesgo de padecer de cáncer de pulmón.

 

Y es que fumar no tan solo se convierte en un grave peligro potencial para el fumador propiamente dicho, sino también para todos aquellos que se encuentren en su entorno y lo convierta en fumador pasivo. Este también está expuesto a padecer de cáncer de pulmón.

Existen otros factores que contribuyen de forma importante en el  incremento del riesgo de padecer cáncer de pulmón. Entre estos otros causantes de los síntomas de cáncer de pulmón encontramos la exposición al asbesto.

También se refiere como predisponentes la exposición a químicos cancerígenos, como pueden ser sustancias radioactivas u otros entre los que se destaca el uranio, cloruro de vinilo, berilio, exposición al gas radón,  derivados del níquel, la gasolina,  productos del carbón, los productos de la combustión del diesel, el gas mostaza y los éteres clorometílicos.

Un elemento que no se debe despreciar es la exposición a los altos niveles de contaminación ambiental.