La tecnología es maravillosa, no hay duda. Nos permite tener acceso a infinidad de cosas que antes no teníamos tan a la mano, además de aportarnos muchísimas ventajas en nuestra vida. Por ejemplo, podemos estar todo el día conectados a ese amigo que se ha ido a vivir a Nueva York y sentir que sigue a nuestro lado; podemos comprar online casi cualquier cosa que necesitemos y recibirla en casa al día siguiente; por lo hablar de la cantidad de información que tenemos disponible. Además, también es una fuente de entretenimiento (desde juegos hasta series y películas y todo tipo de contenidos, casi ilimitados). Y no solo hablamos de Internet, si te fijas bien, casi todo lo que te rodea es tecnología: el televisor, los electrodomésticos, incluso el aire acondicionado que te está salvando de un verano muy caluroso. Sin embargo, aunque nos facilite la vida y ya no queramos vivir sin ella, a veces es necesario tomar un descanso y desengancharnos de la tecnología.
Pero, ¿cómo? Tanto si crees que lo tendrás fácil como si en tu caso estás un poquito más enganchado de la cuenta, te damos a continuación una serie de consejos que te van a ayudar a vivir más libre.
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Consejos para desengancharnos de la tecnología
Conciénciate:
En muchas ocasiones no somos conscientes del peso que tiene algo en nuestra vida o de lo que nos estamos perdiendo por estar mirando hacia otro lado, en este caso, hacia una pantalla. ¿Cómo podemos concienciarnos?
La primera alarma suele venir de nuestro entorno. Nuestra pareja, nuestros padres, nuestros amigos… si diferentes círculos cercanos a ti se quejan de que pasas demasiado tiempo enganchado a la tecnología, es importante que frenes y hagas un examen de conciencia.
Trata de medir tu nivel de «adicción» con un reloj, es la mejor forma de que te des cuenta de todo el tiempo que inviertes en ello. Si pasas mucho tiempo en Netflix, suma al final de la semana cuántas horas has pasado viendo series en el sofá; lo mismo con los videojuegos. Si tu adicción es al móvil, es más fácil todavía de medir. Todos los móviles, en la sección de Batería, tienen un apartado que nos dice el tiempo de pantalla que hemos pasado al día. Es decir, el tiempo que hemos tenido la pantalla encendida y, por tanto, que hemos estado mirándola. Cuando veas que has pasado X horas de tu día simplemente mirando el móvil, entenderás que debes hacer algo.
Busca planes alternativos:
No seas muy radical y ve poco a poco. Lo importante es que sepas buscar otros planes al margen de la tecnología. Lo que mejor suele funcionar es el deporte, salir simplemente a andar o correr o quedar con tus amigos o tu pareja para tomar algo. Esto, además de ayudarte a salir de tu burbuja, te ayudará también a socializar como antes, sin pantallitas ni emojis de por medio. Te aseguramos que es mucho más gratificante y que es totalmente necesario que sepas desenvolverte también en el mundo real.
Trata de hacer cosas que te gusten, que las disfrutes y que te mantengan alejado del móvil. Te ayudará también tenerlo en silencio para evitar que su canto de sirenas te distraigas. A muchas personas también les ayuda tener un smartwatch donde poder mirar las notificaciones, así podrás, poco a poco, darte cuenta que la mayoría de las notificaciones que te entran no son importantes. Las miras en el reloj, las descartas, y cuando realmente tengas tiempo para coger el móvil, interactúas con ellas. Mientras tanto, mira ahí fuera y disfruta del mundo.
Dosifica:
Evidentemente, no estamos en contra de la tecnología (ni mucho menos) ni queremos que la elimines de tu vida. ¡Para nada! Pero si crees que necesitamos desengancharnos de la tecnología, después de concienciarte y de buscar planes alternativos debes saber dosificarte por ti mismo. No debería costarte trabajo. Simplemente, ve poniéndote pequeñas metas. Por ejemplo, no sacar el móvil del bolso si estás tomando algo con amigos. No cogerlo mientras estás viendo una película. O dejarlo en silencio los domingos y bajar significativamente el tiempo de uso de pantalla.
Dosifícatelo tú mismo hasta que poco a poco notes que cada vez lo miras menos o que puedes pasar sin mirarlo cada 5 minutos. Te sentirás más libre y te sentirás mejor.
Si no puedes conseguirlo, si por mucho que lo intentes no consigues salir, estar con amigos y olvidarte de mirar el móvil, sin que haya nada que te fuerce a ello (por ejemplo, que estés esperando una respuesta importante), entonces en el momento de ser un poquito más duros con nosotros mismos y asumir que tenemos una posible adicción que no podemos seguir dejando que crezca. Aunque la veamos inofensiva.
Intégrala mejor en tu vida:
Si no puedes con tu enemigo, únete a él. Vamos a desengancharnos de la tecnología de otro modo. Aunque a lo largo de este artículo estamos hablando sobre todo del smartphone, lo cierto es que quien tiene adicción a la tecnología suele tenerla a todo tipo de «cacharritos» con pantalla y/o WiFi. En ese caso, enhorabuena, hay muchísimos trastos que te ayudarán a seguir disfrutando de la tecnología mientras disfrutas de la vida. Por ejemplo, utiliza apps de móvil que te ayuden a salir a la calle (Pokémon Go hizo un gran trabajo para esto), cómprate un wearable o incluso una cámara y sal a la calle a hacer fotos. Las cámaras sumergibles te ayudarán también a disfrutar de la playa o la piscina, mientras que si optas por un patinete eléctrico (cada vez están más de moda) podrás salir a recorrer el asfalto y disfrutar del último grito en tecnología.
No te cierres a una sola cosa, incluso si no puedes gastar dinero en más gadgets, date una vuelta por la tienda de aplicaciones de tu móvil. Hay muchas gratuitas que te van a ayudar a levantarte del sofá e incluso, aunque no lo parezca, a desengancharnos de la tecnología.
Pide ayuda:
Por último, si llegados a este punto has tratado de poner todo esto en práctica y no te funciona, si no crees posible el desengancharnos de la tecnología, si no eres capaz de pasar ni siquiera una hora sin mirar el móvil, si te genera ansiedad quedarte sin batería o si te estás aislando y perdiendo amigos porque le haces más caso a tu smartphone o a Netflix que a ellos, ha llegado el momento de reconocer que tienes un problema y pedir ayuda.
No te sientas mal ni avergonzado, es uno de los mayores problemas del siglo XXI y es que a todos nos cuesta desengancharnos de la tecnología en mayor o menor medida, pero a todos nos sucede. Pide ayuda primero a tu círculo, que sean ellos quienes te ayuden a estar entretenido y a luchar contra esa vocecilla que te dice que hace 7 minutos no revisas Instagram. Si pasan los días y sigues igual, acude a una consulta profesional. Están más acostumbrados de lo que crees a ver casos como estos y te aseguramos que te van a ayudar mucho.
Lo primero y más importante es que tú quieras hacerlo. Una vez demuestres buena actitud, verás como lo demás viene rodado.
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