Se considera que hay fiebre si la temperatura corporal es más elevada de lo que se considera la temperatura normal, es decir si está por encima de los 37 grados Celsius, para algunos, para otros 37,5.
¿Es la fiebre una enfermedad?
Tener fiebre, lejos de considerarse una enfermedad, se debe contemplar como la expresión de los mecanismos de defensa de tu organismo, bien sea contra las infecciones causadas por bacterias y virus que ocasionan las enfermedades, o contra cualquier otra agresión externa, como puede ser la picada de un insecto, o la acción de algunas toxinas marinas.
Si bien son las infecciones las causantes de la mayoría de las fiebres, existen otras muchas causas que pudieran sobrepasar el centenar de enfermedades donde la fiebre está presente como parte del cuadro de los síntomas propios de estas.
De hecho existen otras muchas causas, entre las que se encuentran:
- Fármacos
- Insolación
- Cáncer
- Enfermedades autoinmunes
Sin embargo, recordemos que hay fiebres y fiebres…
Y esta aseveración surge debido a que hay manifestaciones de fiebre que son muy comunes, hablamos de resfriados, respuesta a alergias, entre otros muchos.
Capítulo aparte es la dentición en los niños, pues los tratados de Pediatría refieren que no guarda relación la presencia de fiebre con la dentición, pero los libros de la vida, esa que a diario nos da lecciones, confirman que la dentición se acompaña de fiebre.
Pero a la par de que hay enfermedades donde aparece la fiebre y no son de importancia, existen otras, como las denominadas fiebres hemorrágicas, que suelen tener alto riesgo, frisando la muerte.
¿Cuáles son las llamadas fiebres hemorrágicas?
Las llamadas fiebres hemorrágicas son causadas por virus, entre los que se encuentran los temibles virus del Ebola y Marburg, el de la fiebre amarilla y el de la fiebre de Lassa. Todas ellas afectan varios órganos y actúan sobre los vasos sanguíneos.
No es necesario abundar en la importancia y gravedad de algunas de estas fiebres hemorrágicas, pues las causadas por los virus Ebola o Marburg, ocasionan incluso la muerte, lo que lamentablemente ha sido noticia en los últimos tiempos.
También se encuentran en esta categoría la fiebre del dengue, que es una enfermedad infecciosa que cursa con fiebre muy alta, erupciones, dolor de cabeza y por todo el cuerpo, al punto que popularmente se le denomina “rompehuesos”.
Sin embargo en algunas personas se convierte en una afección muy grave reconocida como fiebre hemorrágica del dengue. Esta se acompaña de fiebre alta, hemorragias, dolor abdominal, vómitos que puede decursar hasta la muerte. De encontrarse bajo la sospecha de estar afectado por esta debe acudir al médico para recibir tratamiento especializado con carácter urgente.
¿Cómo la persona contrae estas enfermedades?
Estas fiebres hemorrágicas se encuentran diseminadas en todo el mundo, siempre y cuando se encuentren presentes los animales que sirven de reservorio y las transmiten.
Y es el caso para la fiebre amarilla y la fiebre del dengue, donde el mosquito se convierte en el vector de esta enfermedad.
Si bien el riesgo de contraerlas para aquellas personas que viajan es relativamente bajo, es preferible evitar visitar las regiones donde hay brotes epidémicos de este tipo de enfermedades.
¿Cómo se deben tratar la fiebre?
El tratamiento depende de la causa de la fiebre, mas sin embargo, al no existir esquenas terapéuticos lo sificientemente eficaces para algunas de estas infecciones virales se debe tomar todas las precauciones para evitar la infestación.
De manera general frente a un cuadro febril se aconseja el uso de algunos medicamentos como son el acetaminofén o el ibuprofeno para bajar la fiebre si esta es muy alta. Otro fármaco puede ser la aspirina, no obstante, si se trata de niños con fiebre estos no deben ser tratados con aspirina.
Una medida general a cumplimentar es la de mantener hidratados a las personas, de ahí que resulta recomendable la ingestión de líquidos para prevenir la deshidratación.
Como verás hay fiebres y fiebres, de ahí que debes prestar atención y acudir al médico de mantenerse la presencia de fiebre alta.