El hombre obtiene los nutrientes a través de la alimentación, este proceso tiene características peculiares para cada tipo de alimento, dado por la participación de las enzimas.
De esta forma las enzimas se convierten en elementos cruciales y protagónicos en el metabolismo al facilitar las reacciones físico-químicas de transformación de los alimentos de formas complejas, tal y como los ingerimos, a las formas simples que se absorben en el aparato digestivo, circulan por la sangre, se incorporan a las células y son utilizadas para dar energía o convertirse en compuestos más complejos. Y es que las enzimas hacen posibles las reacciones que pudiéramos pensar que son imposibles.
Las enzimas también actúan como elementos reguladores de las rutas metabólicas, en respuesta a necesidades de la célula y a las condiciones del medio-ambiente o respondiendo a señales de otras células.
Las enzimas y la digestión
Los seres humanos cuentan con el aparato digestivo para satisfacer sus necesidades nutricionales.
Este proceso comprende una primera fase denominada digestión mecánica. Esta se realiza fundamentalmente por los dientes y la lengua. Se le suma la acción trituradora del estómago a través de los movimientos musculares propios, que determina la modificación física progresiva de los alimentos.
Aquí me recuerdo el decir de una persona entrada en años, culto pero no universitario, y siempre me decía que “la primera digestión se hace en el plato”. Y que razón tiene, pues de acuerdo a como se corte la comida, acción voluntaria previa a la ingestión, así se facilitará la digestión, sobre todo en esta fase mecánica a la que nos hemos referido. Moraleja: La sabiduría no siempre se alcanza en los recintos universitarios.
A continuación se cumple la llamada digestión química que se desarrolla en paralelo con la fase mecánica.
Y esta fase química es debida entre otros factores a la participación de las enzimas.
Pero el colofón de este peculiar e interesante proceso es la modificación sustancial que se hace de los alimentos pues de formas complejas se llevan a formas más simples cuando se pierden los atributos particulares de organización, agregación y polimerización de los diferentes alimentos.
En el siguiente cuadro presentamos la participación de diferentes enzimas en la transformación de los alimentos. Nótese una característica esencial: la especificidad, para cada compuesto existe una enzima.
Elemento interesante: la regulación de lo que comemos y en qué cantidades
El metabolismo celular se refleja en las respuestas sistémicas a través de los llamados mecanismos de control de forma tal que exista un equilibrio entre la demanda de metabolitos y la necesidad de energía disponible. Si aumenta la demanda se debe comer más, y si se gasta más energía que la cantidad de calorías que se ingiere empezamos a utilizar las reservas, las más de las veces en forma de grasas y ahí sobreviene el que bajemos de peso. De lo contrario, acumulamos grasas y sobreviene el sobrepeso y la obesidad con todas sus secuelas que hemos visto en otros artículos. Así de sencillo.
Esto define el flujo del tránsito del metabolismo: anabolismo vs catabolismo
Y es que los procesos de anabolismo-catabolismo son las dos grandes vertientes del metabolismo.
El anabolismo simboliza los procesos llamados biosintéticos que se encargan de la formación de los elementos de los seres vivos que requieren energía.
En tanto el catabolismo, por el contrario, es expresión de aquellos procesos degradativos de los que se obtienen energía.
Aunque son procesos al parecer contrarios y antagónicos estos funcionan de forma coordinada y armónica, al punto que los productos formados en los procesos catabólicos son usados como los precursores de rutas anabólicas y la energía que se libera en el primero es utilizada para satisfacer los requerimientos del segundo.
Retomamos la idea de que la armonía necesaria para que se desarrolle el metabolismo de forma normal reclama el equilibrio que denota la salud, y este equilibrio solo se puede alcanzar si las enzimas cumplimentan sus importantes funciones.