El metabolismo es la actividad central de todas las células, y por lo tanto de los seres vivos. El término metabolismo procede del griego y significa “cambio”; considerándose que es el conjunto de reacciones bioquímicas y procesos físico-químicos que ocurren en las células y por lo tanto en el organismo como un todo.
A través de estas reacciones químicas que se desarrollan, las células mantienen el recambio continuo de sustancia, energía e información con el medio natural.
Pero ¿cómo se logra esta armonía?
Mediante el metabolismo las células obtienen la energía necesaria para funciones tales como la síntesis de macromoléculas que se van a incorporar en las estructuras de las células durante el proceso de crecimiento y desarrollo. También pueden servir para reemplazar moléculas dañadas o envejecidas. He ahí el porqué de la rotunda afirmación que te enuncie en el título: Metabolismo, esencia de la vida.
Interrelación del metabolismo
El metabolismo es como una gran autopista o autoruta de múltiples carriles, con sus intersecciones con otras grandes vías de comunicación. Cada una tiene su dirección, y de las interrelaciones surge el sistema de tránsito que tanto nos facilita la vida moderna en las grandes urbes.
Cada autopista con sus carriles es el similar a uno de los metabolismos, el de los azúcares, grasas y proteínas, por mencionar solo ejemplos. Pero necesitan tener interacciones, y esos son los grandes nudos viales, que también llamamos nudos metabólicos, que les permite desviarse hacia otra dirección. Pero para que el tránsito no sea caótico hace falta alguien que lo dirija y regule. En la vida es el sistema de hormonas y requerimientos energéticos, en el transito vial es la policía, semáforos y sistema de señalización que define hacia donde ir o hacia donde se puede ir.
En fin, y al igual que sucede con el tránsito, cualquier transgresión genera una respuesta que podemos considerar fuera de lo normal. Y es el caso para el diabético, obeso, entre otros.
¿Cómo estudiar el metabolismo?
Al abordar el estudio del metabolismo resulta necesario subdividirlo en sus partes componentes, es decir en cada una de ellas por separado, es decir de las transformaciones metabólicas de azúcares (glúcidos), grasas (lípidos) y los compuestos nitrogenados de bajo peso molecular (aminoácidos, ácidos nucleicos).
Al efecto se consideran, en todos los casos, los componentes anabólicos y catabólicos, así como las relaciones energéticas correspondientes formando parte integrada del metabolismo celular, el que se conforma a través de relaciones y conexión entre todos los metabolismos particulares como un todo único y armónico.
Esta abigarrada y a simple vista compleja definición resulta, sin pretender ser simplista, muy sencillo de comprender. Retomo la comparación con el tránsito.
Y es que para que una célula pueda funcionar y ajustar su metabolismo a los cambios que se suscitan en el medio que la rodea, necesita tener mecanismos que admitan por una parte interrelacionar las diferentes rutas o vías metabólicas entre sí, es decir, unas con respecto a las otras.
Otro aspecto a considerar es la necesidad de que cada ruta metabólica funcione con la intensidad requerida en cada instante. Esta situación se hace aún más evidente si se trata de un organismo con múltiples células que es lo que reconocemos como pluricelular, muchas de ellas en funciones específicas de especialización.
Coordinar la actividad de todas las células de manera que el organismo trabaje como una unidad es una necesidad imperiosa de estos organismos. Los elementos de regulación permiten la integración y garantizan posibilidad de coordinar las funciones metabólicas de las células en tanto la comunicación intercelular es el mecanismo que tienen los organismos pluricelulares para coordinar el fisiologismo del ser humano.
El metabolismo se divide en procesos
De hecho el metabolismo se puede clasificar en dos tipos de procesos llamados: catabolismo y anabolismo.
Las transformaciones llamadas catabólicas liberan energía; en tanto las reacciones anabólicas, utilizan a energía liberada en aras de establecer los enlaces químicos y de esa forma dar lugar a estructuras más complejas como pueden ser las proteínas y los ácidos nucleicos. Para estos propósitos se hace indispensable la presencia de las enzimas, tema que abordaremos en próximos artículos.
Así las cosas se considera que el catabolismo y el anabolismo son procesos acoplados y complementarios pues cada uno depende del otro. Si uno de ellos predomina sobre el otro sobreviene el desbalance, que en el caso de las calorías, el predominio de su producción sobre el consumo se puede expresar como obesidad.
Pero los procesos que entran a formar parte del metabolismo comienzan en la ingestión y digestión de los alimentos. Tema tan interesante y apasionante que amerita ser desarrollado en los próximos trabajos…