Dicen que para presumir hay que sufrir, pero esto no debería convertirse en el pan nuestro de cada día. De hecho, algunos de estos «sufrimientos» pueden terminar desembocando ciertamente en un problema causado precisamente por malos hábitos o gestos cotidianos incorrectos. ¿Quieres un ejemplo para verlo más claro? Hablamos de los tacones, los cuales pueden ser malos para nuestra salud si abusamos de ellos o si no optamos por el calzado que nuestros pies se merecen.
En este artículo, hoy queremos hablar de zapatos y tacones, analizar si son malos para nuestra salud y establecer una serie de pautas, consejos y recomendaciones para saber elegir siempre el zapato que le va a ir mejor a nuestros pies, no solo a nivel de comodidad, también para nuestra salud.
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Los mejores y los peores de zapatos para las mujeres: ¿planos o tacones?
Ni una cosa ni la otra. Una vez más, en el término medio encontrarás la virtud. Un zapato totalmente plano a la larga hace bastante daño a la salud de los pies, mientras que unos tacones también tendrán un efecto negativo si hacemos un uso prolongado y habitual de ellos.
Si buscas el peor zapato para las mujeres, lo encontrarás en los tacones de aguja. Este tipo de tacón alto y delgado provoca que todo el peso del cuerpo recaiga directamente sobre el metatarso, la zona de los dedos, y que las rodillas se inclinen hacia adelante. Piernas, espalda, lumbares y el propio equilibrio, sufrirán sus consecuencias. Otros de los zapatos que no son del todo recomendables, son las plataformas. Y seguro que aquí te llevas una gran sorpresa ya que, en este caso, son mucho más cómodos, pero comodidad no siempre es sinónimo de salud. De nuevo los dedos de los pies y la espalda se verán perjudicados por un uso intensivo de ellas.
En el otro extremo, encontramos las zapatillas bajas. Si son totalmente planas, por muy cómodas que sean, también le estarán haciendo daño a nuestros pies sin que nos demos cuenta. Esto es así porque, al no disponer de curvatura en la suela, no hace que nuestro pie haga al arco que debería hacer, por lo que podemos subir inflamaciones, dolor de espalda e incluso fracturas.
Por último, hacemos mención a las zapatillas de deporte. Son cómodas, son buenas para los pies, sí, pero cuidado con su uso habitual. El calor y el sudor, si no utilizamos calcetines transpirables de buena calidad, pueden provocar hongos en los pies y las uñas.
Entonces, ¿cuál sería el calzado ideal?
El zapato perfecto es un zapato que transpire, que tenga unos 2 cm de alto y que los dedos estén bien recogidos. De hecho, cuando más estrecho sea de la parte delantera, mejor. En cuanto al material, el cuero sintético es uno de los más recomendados por especialistas.
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